La Incubadora de Arte continúa trabajando por la cultura
Con el objetivo de crear un espacio que pueda contener a los artistas plásticos de la ciudad, los escultores, realizar eventos y abrir las puertas a la comunidad a través de la generación de talleres y nuevas propuestas, fue que en 2005 nació Incubadora de Arte.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailAsí fue que por un convenio con el padre Raúl Troncoso y con Ferrobaires les abrieron la puerta a un grupo de alumnos del IPAT y junto al apoyo de docentes fueron construyendo lo que es hoy la Incubadora.
El espacio se fue desarrollando hasta lo que es hoy en día, una asociación civil sin fines de lucro, formada por otro nuevo grupo de integrantes de distintos espacios desde hace dos años, tales como ramas del arte desde el teatro, la música, lutería, artes visuales, fotografía, escultura, lo audiovisual y el cine. Alfredo Gomory, Pablo Avendaño, Julio Ponce, Nair Albornoz, Sol Bianchini, Esteban Velazco y Pilar Jaureguiberry dialogaron con El Eco de Tandil sobre este espacio de trabajo.
En el corazón del barrio
-¿Qué los define?
AG: -Creo que esta idea de dinamismo hacia adentro y afuera. Hasta ahora viene saliendo muy bien, sobre todo lo que significa hacerlo de esta manera y que llegue a la máxima cantidad de gente posible.
EV: -Nosotros somos conscientes de que somos la industria cultural y que el arte es nuestro trabajo, no podemos ser ajenos a eso, por lo que la visión del artista aislado del mundo no nos cierra. Al contrario, nos unimos, juntamos, organizamos, sin perder el objetivo de que somos artistas, ésta es nuestra fuente de trabajo y somos los que vamos a generar lo que queramos hacer. Nada viene del cielo, cuanto más trabajo, dedicación y esfuerzo le pongamos, las cosas salen más fácil y mejor.
-¿Cómo es eso de que el espacio va mutando?
Alfredo Gomory: -Uno de los objetivos fundamentales del lugar es el dinamismo que genera apertura ya que si se piensa algo estanco, es como que se cierra, y nosotros la cultura la entendemos como algo abierto. Por lo tanto el espacio convive con las actividades nuevas, de producción y con las cosas del ferrocarril porque es este lugar está desde 1883, desde la llegada del tren a Tandil, y el galpón contiene las cosas del tren ya que funcionaban las encomiendas y los equipajes. Ya sabemos lo que pasó con el ferrocarril en las últimas décadas, hoy se está revalorizando y nosotros somos parte de ese cambio así que nos hacemos cargo de mantener y valorar este patrimonio histórico que nos pertenece a todos. Que mejor que lo tengan artistas locales y puedan desarrollar actividades para la comunidad.
Esteban Velazco: -El lugar es extenso y nosotros mismos lo hemos sectorizado. Al fondo está el taller de Pablo y Nair, lugar que está destinado a que produzcan; luego el sector del medio es el que nos permite de un día para el otro acomodar y sacar cosas para generar talleres, eventos, espectáculos, jornadas, entre otras cosas. Por lo tanto sabemos que poniendo algunas telas, acomodando el lugar e iluminando, nos da la posibilidad de que el espacio mute. Eso sumado a que van cambiando los tiempos y los artistas, por lo tanto también el espacio muta de acuerdo a la gente que está y a cómo cada uno lo va acomodando o acondicionando.
El objetivo es que, al estar en el corazón del barrio de la Estación y de Villa Italia, nos permite pensar una propuesta artística sobre todo para los vecinos del barrio y la mutación también tiene que ver con esta idea.
Disciplinas artísticas
–Hablaron de la idea de salir a la comunidad ¿Cómo funciona este concepto para le Incubadora?
EV: -A partir del año pasado, una de las metas que nos planteamos fue no sólo tener actividades aquí adentro sino desde la Incubadora y abrirnos a otros lugares, públicos y sectores de la sociedad. Dos ejemplos puntuales que tuvimos fue una producción sonora con René Lavand de “La guitarra de los gauchos”, obra literaria inédita que fuera escrita en los años ‘30 por el poeta tandilense Lauro Viana. Era entrada gratuita, fueron más de 300 personas, grabamos un cd que fue entregado gratuitamente y fue una primera actividad que nos pareció muy importante poder compartirla con la sociedad.
Otro de los eventos que hicimos fue la presentación de la obra de teatro “Desencajados, filosofía + música”, de Darío Sztajnszrajber, que la realizamos en conjunto con la secretaría de extensión de la Universidad y con la secretaría de Juventud del PJ. También fue gratuita porque tenemos esa concepción de los eventos ya que queremos que todos puedan acceder a lo que planteamos y lo hacemos, por supuesto que en ambos contamos con el apoyo de la Universidad.
Por otro lado hicimos una jornada de niñez y adolescencia con la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) que depende del Ministerio de Desarrollo Social donde participaron alrededor de 200 chicos en grupos de 40. El espacio ahí sí que mutó e hicimos distintas postas con lenguajes artísticos. Por otro lado hicimos eventos artísticos con bandas de música, una muestra de fotografía ferroviaria, entre otras cosas.
Sol Bianchini: -También es real que la idea de conjugar artes, hace a la obra completa y que el producto no sea sólo el hecho individual de cada artista sino que se complete con la interacción de otras disciplinas artísticas.
-¿Y ustedes hicieron las baldosas por la memoria?
PJ: -Sí, el grupo Memoria por la Vida en Democracia toma ese proyecto que era de familiares y amigos de desaparecidos en la ciudad de Buenos Aires y decide hacerlo en Tandil. Ellas por su edad necesitaban un apoyo técnico, entonces se nos acercaron para ver si podíamos ayudarlas en la construcción. Así fue que debimos juntarnos, discutir la técnica que íbamos a usar, ahí fue clave Julio Ponce quien trabaja la piedra, entre otras cosas.
La propuesta surgió en noviembre del año pasado por lo que durante todo ese tiempo estuvimos trabajando también con los familiares. Para nosotros fue importante que hayan pasado por acá porque esa baldosa nos revaloriza esa lucha que tenían como familiares pero a su vez reconocer a esos militantes. Nosotros contribuimos con nuestro trabajo a la identidad de Tandil.
Preservar el espacio
–Por último, como parte del barrio de la Estación, ¿cuál es el pensamiento sobre la supuesta propuesta de mover la Estación o hacer modificaciones en el barrio?
PJ: -Como Incubadora creemos que la Estación es el corazón de Villa Italia y a su vez es el corazón de Tandil a partir de los trenes y cómo fueron llegando a cada punto del país, se fueron desarrollando espacios donde la gente vivía. Por lo tanto forma parte del corazón y de la identidad. Si uno lo mueve, está empezando a ir en detrimento de esa identidad, por lo que creemos que se tiene que mantener, tenemos que preservar a la cultura, el espacio; pero no sólo para preservar cada rincón y maquinaria que antes se usaba y ahora no, sino para revalorizar el espacio que nos pertenece a todos, que forma parte de nuestra historia. Por supuesto que hay que preservar, tener una mirada planificada de futuro en torno a la ciudad, pero hay que cuidar al patrimonio.
EV: -Si creemos que si hay una idea de rescatar y poner en valor esto, somos conscientes de que nosotros también somos parte y los encargados de que este espacio se preserve; por lo tanto todo lo que hacemos en el espacio lo tenemos en cuenta. Somos parte de esto y podemos aportar a que crezca, así que si la Estación tiene un momento de cambio, queremos que crezca para reacondicionarlo y ponerlo en valor. De ese reacondicionamiento queremos ser parte y aportar en lo que podamos desde el arte y la cultura, pero no de mover la Estación.
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