La Fundación del Hospital abandona el acopio de PET y la recolección será en el Punto Limpio
La Fundación del Hospital de Niños “Dr. Debilio Blanco Villegas” dará un paso al costado en una intensa tarea que inició hace casi seis años. Se trata del programa Tandil Verde, iniciativa que comenzó a implementarse hacia comienzos de 2010 bajo la premisa de generar un proceso de recolección y acopio de botellas plásticas para su comercialización y reciclaje.
En principio, la decisión se basa en la baja rentabilidad de la actividad, que llevaba a la asociación a invertir más dinero que el que realmente recuperaba, por lo que ahora se centralizará la recepción del plástico en el Punto Limpio.
“Esta es la realidad. Es una ONG que está distrayendo fondos de lo que aporta el ciudadano para el Hospital y esto no es lo que está en nuestro estatuto”, justificó la presidenta de la entidad, Leticia Saligari.
Frente a este escenario pidió a la población que “no lleven más botellas a las estaciones de servicios, que vamos a empezar a desactivar el sistema y que lleven el material directamente al Punto Limpio”.
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El planteo
La presidenta de la Fundación del Hospital de Niños anunció a El Eco Multimedios la decisión de cerrar el proceso y en su repaso destacó que desde la puesta en marcha del programa se instalaron puntos de recepción del material en un galpón de Caseros al 1000 y en estaciones de servicios, que colaboraron en forma desinteresada con la propuesta. Así se adquirió una máquina pequeña para el compactado del plástico “porque en ese momento los vecinos no estaban acostumbrados a esto”.
Acompañados por una tarea de cocientización en escuelas, la propuesta recobró impulso y el esquema planteado demandó la puesta en marcha de otros mecanismos para la recopilación de botellas.
En este momento el trasporte recoge “dos veces por día” el plástico acumulado en las estaciones de servicios, y “con tres empleados llegamos a mandar un vagón de tren cada dos meses” con destino a Barracas, puntualizó.
Sin embargo, las condiciones actuales llevaron a tomar la determinación. Al respecto Saligari pidió que “no lleven más a esos lugares y que las botellas las lleven directamente al Punto Limpio porque nosotros nos vamos”, y respaldó la decisión al ratificar que la función que pretendían se cumplió.
“Hicimos esto conectado con una prevención en salud y educación hacia la gente e indudablemente lo hemos conseguido, después de tantos años de realizar charlas”, logrando un resultado “impresionante”, valoró.
Sin embargo admitió que llegó el momento en que resulta complejo para una ONG mantener toda la estructura y la logística armada, y el principal punto que argumenta la postura Saligari es que “no manejamos los precios del mercado, porque ahora bajó el petróleo y por ende el del PET” y además los gastos de transporte desde la estación de Barracas hacia el centro de reciclado, más la inflación de estos años”.
Frente a la falta de rentabilidad, dijo que la “responsabilidad” recae en evitar “sacar fondos de lo donado para el Hospital para hacer otra cosa y esto es lo que nos lleva a decir que no lo podemos mantener más”.
Si bien deberán resolver el destino que le darán a la maquinaria con que cuentan, los hierros de los aparatos de las estaciones de servicios e incluso los bolsones acumulados, lamentó el despido de los tres operarios “porque estaban preparados para este trabajo, sabían cómo manejar las máquinas, clasificar las botellas”.
“Por sus manos pasaban 700 botellas por día”, estimó Saligari, que apuntó que en los últimos tres meses el Municipio “nos auxilió para pagar los sueldos, porque no los podíamos afrontar. Hemos indemnizado a los trabajadores y nos vamos”.
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