Jornada sobre comunicación judicial en Azul

El doctor Diego Araujo, presidente de Amafutan (Asociación de Magistrados y Funcionarios de Tandil) fue uno de los moderadores del panel “Comunicación judicial periodística” que tuvo lugar el pasado viernes y formó parte de la jornada “Desafíos actuales de la comunicación judicial”, organizada por el Colegio de Magistrados y Funcionarios del Departamento Judicial de Azul (Comafuaz) junto con el Instituto de Estudios Judiciales (Departamental Azul) y el Colegio de Abogados.

La propuesta contó con las presencias de Ezequiel Klass -director de Comunicación y Prensa de la SCBA (Suprema Corte de la Provincia)- y de los periodistas Fabián Sotes (diario El Tiempo-Azul), Guillermo Liggerini (Multimedios El Eco-Tandil) y Martín Rodríguez (Radio Olavarría) en un panel que abordó diversas cuestiones referidas a la temática convocante.

Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del doctor Pablo Quaranta, presidente del Comafuaz quien celebró la iniciativa: “tenemos que pensar qué es lo que espera la comunidad cuando ocurre un hecho y cómo lo decimos. Llegar al ciudadano no es una tarea sencilla pero es responsabilidad de todos”, subrayó, en consonancia con quienes lo sucedieron: la doctora Fernanda Giménez (por el Colegio de Abogados Departamental) y la doctora Lucrecia Comparato (presidenta del Instituto de Estudios Jurídicos de la SCBA-Departamento de Azul).

Un Poder Judicial conectado con la comunidad

Posteriormente, Ezequiel Klass explicó a la numerosa concurrencia de magistrados, funcionarios y trabajadores de prensa presentes, el funcionamiento de los nuevos canales de comunicación de la SCBA y las ventajas de su utilización, tanto para operadores judiciales como para la comunidad en general. “La comunicación es una construcción que comprende distintas miradas y visiones por eso es importante difundir cuáles son los principios que rigen, en materia organizacional, la dinámica de la Corte como máximo estamento de justicia de la Provincia”, anticipó. 

Luego se refirió al cambio de tendencia en la sociedad, en relación a los canales a través de los cuales se informa. “Desde el quehacer judicial, no solo tenemos que pensar en ampliar los canales para informar sino también en sostener el trabajo con medios y periodistas como nexos con la sociedad, para poder asegurar eficazmente la totalidad de un sistema informativo”, sostuvo.

“Se trata también de desarmar ciertos preconceptos donde parecería que, por temor, no se puede informar nada referido a las causas judiciales. Podemos encontrar un camino a transitar mientras respetamos el debido proceso y el derecho a la información, resguardando la actividad del tribunal y el principio de publicidad”, enfatizó.

Finalmente, se refirió a uno de los puntos claves en la comunicación judicial: favorecer el equilibrio entre el acceso a la información como derecho inalienable y el respeto por el trabajo de magistrados y funcionarios, desde el principio de publicidad consagrado normativamente hasta las garantías del debido proceso. “Estamos en un camino de aprendizaje permanente en donde no se discute más que los jueces hablan no solo por sus sentencias; éste es el camino que nos permitirá tener un Poder Judicial cada vez más conectado con la sociedad de la que forma parte”, concluyó.

La Jornada concluyó con un panel de cierre donde los periodistas invitados recorrieron sus experiencias individuales en el periodismo judicial y propusieron, desde lo colectivo, una perspectiva de análisis en conjunto que permita avanzar en la construcción de un canal que contemple, al mismo tiempo, los criterios noticiosos y el resguardo de la tarea de magistrados y funcionarios.

 “Hay una intersección entre las dos prácticas profesionales desde la cual se pueden intentar acercamientos posibles si conocemos, a través de la experiencia cotidiana del periodismo, cuáles son los obstáculos y cuáles las eventuales estrategias que se pueden trazar para sortearlos”, subrayó Araujo en la apertura del panel que también contó con la moderación de la doctora Jimena Caballero.