El turismo rural volvió a ser elegido por numerosos visitantes y continúa en franco ascenso

Acorde a las expectativas iniciales, el turismo rural de Tandil vivió una buena temporada de verano que tuvo su punto cúlmine este fin de semana largo de Carnaval. En el marco de un crecimiento mundial de la demanda por este tipo de propuestas, los emprendimientos del sector en la ciudad reciben cada vez más consultas y visitas, mientras incorporan actividades destinadas a dar a conocer tanto la naturaleza como la historia y la producción regional del Partido. 

En este marco, tanto desde organismos nacionales como desde la administración comunal  se ocupan de promocionar propuestas de calidad en Gardey, Fulton, Azucena, María Ignacia, De la Canal y próximamente, de El Solcito, paraje que proyecta la apertura de un almacén en el lugar. 

Asimismo, el Municipio y la Asociación de Guías de Tandil volvieron a desarrollar durante enero y febrero el programa “Conociendo Mi Tandil”, que no sólo abarcó los puntos de interés de la ciudad, sino que amplió sus salidas a los pueblos rurales con notable éxito de convocatoria. 

Juan Ignacio Liverotti, dueño del histórico Almacén Vulcano de Gardey, conversó con El Eco de Tandil y sintetizó que el aluvión de turistas los “pasó por arriba”. “Hubo mucho turista de Buenos Aires que busca el turismo rural en general; desde que tengo el almacén esto crece exponencialmente”, expuso, a la vez que reconoció que “se nota el trabajo del INTA y del Municipio, que incentivan a la gente para que recorra los pueblos rurales”. 

Un fin de semana movido

En tanto, para describir el escenario actual, graficó que en su puesto sirvió 200 cubiertos entre el domingo y el lunes, una cifra muy superior a la habitual. Tal es así que se quedó sin provisiones y ayer no pudo abrir. 

“Es una locura para nosotros, los fines de semana largos anteriores  no habíamos llegado ni a la mitad. Hay mucha que hace el circuito y pasa por acá, después va a Cuatro Esquinas, a Vela, a Fulton, y aprovecha”, indicó. 

Desde su perspectiva, es cada vez mayor el número de personas que se enfoca en la experiencia del turismo rural y que busca este tipo de oferta a la hora de descansar, y de salir de los circuitos más institucionalizados. 

“La gente está conociendo los pueblos, los  bodegones, busca  tranquilidad. Comen acá en el almacén y no pueden creer la paz de comer afuera, de que los nenes jueguen y no pase nada. Eso es lo que se vive en los pueblos y lo que a veces me cuentan es que son personas que tienen un nivel de vida en el que están siempre a diez mil, ”, subrayó. 

De este modo, vale reseñar que Liverotti se hizo cargo del almacén en diciembre de 2020, pasados los primeros estertores de la pandemia, cuando se liberó el tránsito entre ciudades para impulsar la temporada estival. Desde entonces, destacó que el segmento ha crecido y que desde agosto de 2021 él mismo observa que “explotó”. 

Al respecto, sostuvo que la clave “es darse cuenta de lo que buscan los visitantes, el aire libre, estar afuera” y enfatizó que el libro “Desconocida Buenos Aires” del periodista Leandro Vesco, y sus publicaciones en las redes, han contribuido en gran medida a despertar el interés del público citadino en este tipo de propuestas.

Además, aunque el grueso de los visitantes se hospeda en Tandil y viaja durante el día a las diferentes localidades, tanto en Gardey como en otros lugares hay alojamientos disponibles a los que también llegan los huéspedes que eligen esta alternativa. 

Por último, reafirmó que el balance del fin de semana y del verano le resultó positivo, y aventuró que la próxima fecha en agenda es Semana Santa, la vedette del turismo local. Para esa época se espera una multitud de visitantes y tanto los espacios gastronómicos como de alojamiento -y las diversas iniciativas-, se pondrán a tono para recibir al público que suele llegar desde distintos puntos como cada año, convalidando la calidad del destino.