El sector panadero se declaró en crisis y advirtió que el kilo de pan podría llegar a 100 pesos
Las entidades panaderiles nacionales y provinciales argumentaron que si no hay respuestas del Gobierno dejarán de pagar los impuestos y servicios, difíciles de solventar para una industria que sufrió fuertes caídas en sus ventas. A nivel local, el titular de la Cámara Panadera aseguró que las tarifas los ahogan pero que aumentar los precios sólo reducirá el ya alicaído consumo.
En medio de un contexto recesivo y tarifas que ahogan, el sector panadero no escapa a la dificultad de llevar adelante un negocio rentable.
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Víctor Barsola, presidente de la Cámara de Panaderos local y miembro de la Federación Industrial Panaderil de la Provincia de Buenos Aires, dialogó con El Eco de Tandil a raíz de un comunicado emitido por la entidad bonaerense que estableció una señal de alarma sobre el ámbito, alegando que la industria se encuentra pasando por su peor momento de los últimos 15 años.
Durante el 2018 la harina de trigo, principal insumo para la elaboración de panificados subió un 500 por ciento. El texto manifiesta que al igual que todas las Pymes, el sector fue afectado por el alza de la luz, el gas y todos los impuestos y cargas sociales con los que deben correr. A este panorama se le añade las caídas en las ventas, cercanas al 45 por ciento, lo que determinó un cierre de panaderías que ronda los 600 locales en todo el país, tendencia que no se detiene.
Para ilustrar la situación, Barsola informó que producir un kilo de pan tiene un costo aproximado de 45,8 pesos y un precio de venta al público de 70 pesos. Hace dos años, la caja de manteca costaba 400 pesos y ahora vale 1400. Por su parte, la bolsa de harina, principal insumo de la industria, cuesta unos 850 pesos.
“No podemos pagar los impuestos, tarifas y cargas sociales, la luz viene con un 50 por ciento de aumento ahora y no hay venta. Podés aumentar el pan pero no lo vendés, la gente no tiene plata. Estamos pasando un momento muy grave”, definió Barsola.
De acuerdo a sus declaraciones, en la ciudad hay algunas panaderías prontas a cerrar sus puertas y otras que ya lo hicieron por no poder afrontar los gastos originados. “Hay una en Sarmiento entre Yrigoyen y Rodríguez que cerró, otra en Garibaldi, la situación es que no se puede pagar el alquiler ni las tarifas de los servicios”, expuso.
Además, los malabares para administrar los sueldos que no crecieron a la par del proceso inflacionario hace que la gente revea sus hábitos de consumo y modifique ciertas estructuras de gastos para equilibrar la balanza, “la gente quiere comer su docena de facturas, sus bizcochitos, pero se retiene porque no tiene sueldo, despiden a cada vez más gente, en Tandil también pasa, no sabemos cómo solucionarlo”.
Aumento de costos y caída de ventas
Ante la emergencia de la crisis, el sector adhirió a las marchas por los tarifazos que se están realizando en diferentes puntos del mapa para protestar por la suba de servicios que pone en jaque a los pequeños y medianos emprendimientos.
“No se puede mantener las infraestructuras. El valor de la harina es dentro de todo normal, lo que no es normal son los otros valores. A productores locales les han venido intimaciones de la AFIP, del sindicato. Dejaremos de pagar los impuestos, no se puede seguir así”, remarcó.
La Federación Argentina de la Industria del Pan advirtió que si el gobierno no brinda respuestas en un plazo de 30 días, dejará de pagar impuestos y servicios para mantener los comercios abiertos, o el precio del kilo de pan podría subir a los 100 pesos, en pos de garantizar la cobertura de los gastos y la mantención de las fuentes de trabajo.
En este sentido, las organizaciones agrupadas en la Federación esgrimieron que desde el Ejecutivo provincial y nacional hacen caso omiso a sus pedidos y no hay respuestas claras acerca de cómo generar soluciones integrales para la problemática descripta.
“El pan puede valer 90 pesos pero si no hay consumo estás en la misma situación y los gastos los tenés igual”, argumentó, y refirió que la próxima semana se desarrollará una reunión de la entidad con los presidentes de toda la Provincia y saldrá un dictamen que orientará el plan de acción a seguir. Además, analizarán un incremento del precio del pan que podría acercarse a los 90 o 100 pesos para volver sustentable el negocio si no media una respuesta por parte de las autoridades competentes.
Otro de los problemas que también tiene su correlato en el ámbito local es la proliferación de venta de pan sin las habilitaciones correspondientes. Frente a esto, Barsola exhibió que “algunos venden un pan barato pero son clandestinos, perdemos mucho en Tandil, hay unos cuantos que no pagan nada y son los que les quitan los clientes a los pobres laburantes que se les complica para pagar”.
En el día de hoy, el representante del gremio panadero se reunirá con integrantes de la Dirección de Bromatología municipal para tratar el tema de quienes, según dijo, no cumplen con ninguna condición en perjuicio de los que sí lo hacen.