El Indio Solari hizo vibrar a una multitud con un histórico show en el Hipódromo
Una vez más, a poco más de cuatro años de su última presentación en la ciudad, Carlos Indio Solari y los Fundamentalistas del Aire Acondicionado pisaron tierra tandilense para brindar un recital masivo, que superó las expectativas de convocatoria de los organizadores e incluyó numerosos temas de su período solista y otros clásicos de Patricio Rey y los Redonditos de Ricota.
El show, quizás el “más grande” como lo definieron desde la producción en la previa, hizo vibrar a miles de personas y a toda la ciudad. El enorme escenario, sostenido por dos pantallas gigantes a los laterales, a las que se sumaron seis más para quienes estaban lejos, la técnica, el espectacular juego de luces y el imponente sistema de audio distribuido en todo el predio colmaron las expectativas.
Además de los aspectos técnicos, la convocatoria superó ampliamente a las anteriores presentaciones del Indio en Tandil y según las estimaciones extraoficiales, la cifra se ubicaba cerca de las 200 mil personas.
Habilitados los ingresos, desde las 17, la legión comenzó a llenar el verde césped cercado por la pista de carreras, emplazado en pleno barrio de Villa Aguirre para ocupar los primeros lugares.
Hacia atrás, en medio de las diez columnas de audio que ocuparon el predio, los fanáticos se ubicaron en grupos y, presos de la ansiedad por el inicio del show, improvisaron charlas e intercambiaron experiencias para amenizar la espera.
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El show
A las 21.12 el mítico cantante irrumpió en el escenario. De camisa a cuadros, una gorra y sus tradicionales gafas redondas, el Indio transmitió un mensaje a la multitud que aguardaba ansiosa el comienzo del recital.
“Quisiera decirles algo que necesito decir. Está circulando una versión por internet que dice que estoy enfermo y es verdad. Mister Parkinson me viene pisando los talones”, lanzó y agregó: “Pero bueno, aquí estoy”. Así, y tras anunciar algunos cambios en la banda, se retiró del escenario.
El espectáculo comenzó puntual, a las 21.30, con “Nuestro amo juega al esclavo”, y la multitud estalló con los acordes del tema perteneciente a “Bang! Bang!, estás liquidado”.
Continuó con una seguidilla de temas de su carrera solista como “Siempre pedía temas en la radio”, “Porco Rex”, “Tatuaje” y “Charro chino”, que dieron paso a uno de los Redondos, “Esto es to-to-todo amigos” del “Ultimo bondi a Finisterre”.
De los Redondos
El recital, que incluyó 27 temas, continuó con “Gran lady”, “Salando las heridas” y “Cruz diablo”, canciones que fueron muy celebradas por el público.
La extensa lista continuó con “Ramas desnudas”, “Ella baila con todos” y “Todos a los botes”, en otra muestra de su etapa solista.
Promediando el show, el Indio hizo una pausa para dirigirse al público: “No tengo más que agradecer esta locura”, y pidió a sus seguidores que “cuiden este lugar, que ha sido tan cordial con nosotros”.
Enseguida comenzó a sonar “Todos a los botes”, que dio paso a “El arte del buen comer”, un clásico que hizo mover a las masas.
En el siguiente tramo del recital, superados algunos ajustes técnicos, se escuchó “Torito es muerto”, de “El perfume de la tempestad”, “Ceremonia en la tormenta” y “A la luz de la luna”, de “Pajaritos, bravos muchachitos”.
Junto a los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, y con algunas quejas sobre los objetos (zapatillas) que desde la masa humana arrojaban al escenario, interpretó “Las increíbles andanzas del capitán Buscapina”, “Es hora de levantarse querido” y “Luzbelito”, que acompañó con su típica danza sobre las tablas. Y con “La parabellum del buen psicópata” cerró otra tanda de temas de los Redondos y recibió la ovación del público.
“Había una vez”, “Vino Mariani” de “El perfume de la tempestad”, “Adieu! Bye Bye! Aufwiedersehen!”, de “El tesoro de los inocentes”, y “¿Por qué será que Dios no me quiere?”, siguieron en la lista.
El cierre
Pasadas las 23, “Rock para los dientes” y “Flight 956” fueron los dos últimos temas que dieron pie al cierre. A las 23.40, los primeros acordes de “Ji ji ji” sacudieron a la multitud, que cumplió nuevamente con el pogo “más grande del universo”.
Tras un show de fuegos artificiales que iluminó el cielo de Villa Aguirre, el Indio se despidió de sus fieles seguidores y dio por culminada la misa, hasta que otra peregrinación la convoque nuevamente.
Así, minutos antes de la medianoche, y con la exaltación a flor de piel por la experiencia vivida, la multitud emprendió la lenta procesión hacia la salida y la despedida puso fin a un nuevo capítulo del rocanrol del país.
Actividad y últimas
presentaciones
Durante el año pasado, la actividad central de Solari fue el lanzamiento de su película en distintas ciudades, entre ellas Nueva York. En Buenos Aires, el film fue exhibido en el estadio Luna Park y una versión especial en DVD de la película, que reúne escenas de un concierto en La Plata del 2008, salió a la venta hace algunos meses.
Solari, de 66 años, había dejado abierta una incógnita sobre su futuro cuando anunció que padecía un problema de salud -que no especificó- y sugirió que podía retirarse definitivamente de los escenarios.
Todas las actuaciones anteriores del Indio en Tandil fueron en las instalaciones del Hipódromo, la primera de ellas el 5 de julio del 2008, la siguiente el 13 de noviembre de 2010, cuando batió un record de público al reunir a más de cien mil espectadores, cifra que luego superó con shows en Mendoza y Gualeguaychú.
La última vez que el ex líder de los Redondos estuvo en Tandil fue el 3 de diciembre de 2011, también en el circo de carreras ubicado en el barrio Villa Aguirre.
Su última presentación en vivo fue el 13 de diciembre del 2014, cuando tocó por segunda vez en poco más de un año en Mendoza.
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