El Estado reconoció el rol de los trabajadores de UTEP, presentó un registro y les otorgó “personería social”
Con esta formalidad la Unión de Trabajadores de la Economía Popular dio su primer paso hacia la sindicalización. El Ministerio de Trabajo, además, creó el Registro de Asociaciones de Trabajadores de la Economía Popular y de Subsistencia Básica. En Tandil hay miles de trabajadores informales registrados y calificaron a la decisión como “revolucionaria”.
El Gobierno nacional puso en marcha el Registro de Asociaciones de Trabajadores de la Economía Popular y de Subsistencia Básica (Ratepsb), que funcionará bajo la órbita del Ministerio de Trabajo y permitirá a las personas que se desempeñan en ese ámbito ejercer su representación colectiva. Consiguientemente, le otorgó a la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) la “personería social”.
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La firma de la resolución que crea el registro, que tendrá a su cargo la inscripción y contralor de las entidades que quieran constituirse, estuvo encabezada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, y el secretario general de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), Esteban Castro. Del acto participó también el tandilense Gildo Onorato, dirigente de la UTEP y presidente de la Federación de Cooperativas de Trabajo Evita.
El reconocimiento con la personería “social” es un primer paso hacia la formalización jurídica como sindicato, que considerando que abarca a más a de dos millones de trabajadores en todo el territorio argentino, podría convertirse en la organización gremial más importante del país.
“Esto para nosotros es una alegría y es la llave a la institucionalización definitiva de los trabajadores de la economía popular”, exclamó el referente de la UTEP Tandil, Walter Martín.
Reveló que de aquí se abre el camino hacia un desafío muy grande, que consideró por demás interesante en el trabajo que conllevará, y tiene que ver con la creación de un estatuto y cuestiones organizativas internas a definir.
Un acto transformador
Tal como reflexionó Martín, hace diez años era impensado que, por ejemplo, una persona que se dedicara a la venta de torta fritas hechas en su casa sea reconocida como trabajadora, pueda tener un gremio y algunos derechos, con muchos otros “por conquistar”.
El camino fue escalonado en esta década, sin pausa, donde el paso inicial fue que cada trabajador pueda reconocerse a sí mismo como tal. “Eso fue todo un esfuerzo”, dijo, ya que cuando se habla de trabajo todos lo asocian solamente con el formal, con un horario y un salario mensual fijo.
Luego vino la parte organizativa, de empezar a unirse y todavía está ese desafío de juntarlos a todos, pero ahora tienen un reconocimiento del Estado que les resulta significativo y a partir del cual podrán reunirse y empezar a poner las condiciones.
“Para mí es el acto, en el mundo del trabajo, más importante, revolucionario y transformador, por lo menos desde la vuelta de la democracia”, aseveró, advirtiendo que se está hablando de un gremio con un potencial “tremendo”.
De hecho, en la ocasión Cafiero habló de “un día histórico” y resaltó el rol de la economía popular, que está creciendo y “dando respuestas donde el mercado no las ha dado”.
Cabe destacar que en la UTEP están contenidos trabajadores de distinta naturaleza, enrolados en más de 200 actividades divididas en ramas y subramas de la economía popular que incluyen, por ejemplo, a cartoneros, horticultores, feriantes, textiles y vendedores ambulantes.
Vale decir que en el país hay más de dos millones, mientras que en Tandil si bien el año pasado se identificaron a través del Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (Renatep) miles de ellos, fue previo a la pandemia y no se contemplaron los beneficiarios del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), ni el aumentó de dicho universo que generó el coronavirus, por lo que se podría estimar que el número a la fecha sería mucho más amplio, pero no se precisó.
Seguir conquistando derechos
Por su parte, el dirigente Gildo Onorato, también compartió su reflexión con El Eco de Tandil luego de haber participado del acto en el Ministerio de Trabajo. “Todos somos trabajadores y trabajadoras, y los que estamos en el marco de la economía popular tenemos que tener los mismos derechos. Vamos a hacer el mayor esfuerzo porque esta forma de sindicalización nos permite que todas las ramas de la economía popular tengan sus derechos”, afirmó.
El registro posibilitará la constitución de asociaciones entre trabajadores que ejerzan su labor en la Economía Popular y Subsistencia Básica, entendidos como aquellos que se desempeñen de manera individual o colectiva, ya sean autónomos, prestadores de tareas eventuales, ocasionales o changas, vendedores ambulantes, ocupantes de puestos callejeros, personas dedicadas a la recuperación de residuos o a trabajos de cuidado en espacios comunitarios, venta en pequeñas ferias, agricultura familiar, venta de artesanías, cuidado de automóviles, lustrado de zapatos, cooperativas de trabajo y pequeños emprendimientos promovidos por programas sociales, entre otros.
Celebró que hoy el Gobierno los llame a discutir la economía popular y que les pueda dar la representación gremial, además de permitirles ser parte del Consejo Económico y Social.
“Este es otro mojón en la historia de lucha del movimiento obrero”, identificó, recordando que pasaron “momentos muy difíciles” y vivieron situaciones “gravísimas”. Sin embargo, también destacó que siempre hubo momentos de felicidad que los sacaron adelante, como este reciente. “Este es una gran conquista del movimiento popular y vamos por la unidad de la clase trabajadora”, enfatizó.
Por otro lado, en conversación con el ciclo radial “Cosas que Pasan” que se emite por Tandil FM (104.1) buscó diferenciar conceptos entre “empleo y trabajo”, que advirtió ya no son sinónimos, porque hay empleados por un lado y trabajadores por el otro, que motorizan por sí mismos la economía. “Esto va a permitir pensar instancias de representación que fortalezcan la planificación productiva de baja escala, pero con una enorme incidencia en la comunidad de base para mover la economía, e integrar a ese casi 35 por ciento de la población que está al margen de toda regulación y que necesita derechos”, sostuvo.