“Es una catástrofe”, definió
Desde Valencia, un tandilense relató el desastre que causó la DANA
Franco Poblete hace dos años vive en Paiporta, una de las zonas más afectadas por el fenómeno climático.
A una semana días de la mayor catástrofe climática que sufrió España, las tareas de ayuda continúan y los equipos de emergencias mantienen la búsqueda de desaparecidos. Se trata de DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), el fenómeno climático que causó terribles inundaciones en la Comunitat Valenciana, donde fueron confirmadas más de 200 víctimas fatales.
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Franco Poblete nació en Tandil. Es chef y fotógrafo y hace dos años que reside en Paiporta, uno de los pueblos más afectados por el desastre que azotó a esa provincia del país europeo. “Estamos bien, vamos a salir adelante”, expresó con optimismo ante El Eco Multimedios para transmitir tranquilidad luego de haber experimentado el paso de un fenómeno que dejó un “desastre completo” y jornadas extenuantes entre las tareas que se extienden en el territorio. “Una cosa es verlo en imágenes y otra estar en el lugar”, graficó.
En diálogo con el ciclo radial La Mañana (104.1 Tandil FM, EcoTV y El Eco Streaming) el tandilense radicado en la ciudad de la provincia de Valencia dijo que el restaurante en el que trabajaba “quedó bajo el agua”, por lo que perdió el empleo al igual que miles de personas.
Asimismo, y en función de la reacción de los habitantes de la zona donde más estragos causó la DANA, hizo alusión a las alertas tardías difundidas por el gobierno y que esta situación “se podría haber previsto”.
“La primera alarma la recibimos a las 20 cuando nosotros ya estábamos bajo el agua. Esa fue la primera señal presidencial”, cuestionó.
La pesadilla
Al poner en palabras la experiencia, relató que esta “pesadilla”, tal como la definió, comenzó aproximadamente a las 17.30 y se extendió durante toda la noche. “Cuando los levantamos a las 6 ya había bajado el agua. Duró 12 horas por lo menos”, estimó.
A más detalles, expuso que el martes por la tarde, alrededor de las 18, con su pareja Daiana Seguel, también de Tandil, escucharon gritos provenientes de la calle mientras se encontraba en su departamento, ubicado en el cuarto piso del edificio. “Bajamos a ver qué pasaba. Hicimos dos cuadras y teníamos el agua muy cerca. Empezamos a filmar y dijimos que nos teníamos que ir porque el agua nos pasaba los pies y corríamos peligro”, recordó.
Entonces, observó que, “cuando empecé con el primer video, los cestos de basura ya eran arrastrados por el agua. Por lo que vimos después del material captado, todo empezó a las 18.07 en Paiporta y a las 18.14 ya estábamos bajo el agua”.
En ese lugar, todo sucedió en momentos en que “caía muy poca agua”. Sin embargo, en un pueblo cercano a la ciudad de Valencia “fue muchísimo más y ahí fue cuando se desbordó todo”.
“Es una catástrofe”
Mientras se mantienen las tareas de rescate y de desagote de los garajes y estacionamientos que quedaron cubiertos de agua y barro, Poblete calificó la situación como una “catástrofe”, donde hay “muchos fallecidos y miles de desaparecidos”, en cifras que “superan ampliamente lo que dicen los medios”.
Con el correr de los días, la población de Paiporta sumó indignación y expresó su enojo contra las autoridades que acudieron al lugar el domingo para observar el estado de situación y monitorear el operativo de ayuda y rescate. La reacción fue ante la demora en la llegada de ayuda y las responsabilidades políticas.
“Estuvimos 48 horas o más sin apoyo”, expresó el tandilense que está instalado en esa ciudad desde 2022, que remarcó que “toda la solidaridad es gracias a la gente que provino de todos lados para ayudar al prójimo y así es como estamos saliendo adelante”.
En esa línea, sostuvo que el reclamo apunta a que “las muertes y las desapariciones podrían haberse evitado. Si bien la catástrofe iba a pasar y la destrucción económica hubiese sido de la misma magnitud, lo otro podría haberse evitado”.
“Salimos a la calle y hay gente gritando que busca a sus familiares y amigos. Cuando empezamos a ayudar los gritos eran desconsolados. Nosotros ayudamos a una chica que la estaba arrastrando la corriente con otros vecinos”, graficó.
A más datos, señaló que la los militares y bomberos llegaron a partir del cuarto o quinto día, “pero la asistencia la necesitamos desde el primer día porque la gente que quedó atrapada podría haberse salvado, al menos muchos de ellos”, e insistió con la contribución de personas e instituciones de la sociedad civil.