Desde el Colegio de Veterinarios se advirtió sobre la falta de vacunas preventivas de la rabia en humanos
La entidad provincial remitió una carta a la gobernadora para advertir sobre la falta de este tratamiento. El objetivo es presentar la situación, exponer los riesgos y solicitar las medidas necesarias para la prevención de esta zoonosis. La decisión de vacunar es potestad de la medicina humana, pero las evidencias sobre las que se decide son brindadas por los veterinarios.
El Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires envió el pasado lunes una nota a la gobernadora María Eugenia Vidal, ante la preocupación que les genera la falta de vacuna antirrábica de uso humano. La misma fue firmada por el presidente Osvaldo Rinaldi y el secretario Héctor Fernández en representación de los 14 distritos que forman parte de la entidad.
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Asimismo, los veterinarios divulgaron un comunicado a la sociedad en general, instando a extremar recursos y esfuerzos ante la alerta sanitaria rábica, debido a que el sistema de salud carece de vacunas para tratar a personas en riesgo de padecer un accidente potencialmente rábico. “Hoy más que nunca debemos actuar con responsabilidad y extremar recursos y esfuerzos” señalaron desde la agrupación
En conversación con este Diario, Héctor Fernández dijo que la cuestión está latente, no solamente a nivel ciudad, provincia o país, sino que la preocupación estaría dada en todo el mundo.
De acuerdo a lo manifestado, la actual situación epidemiológica, con el aumento de la detección de murciélagos infectados por el virus rábico y siendo ellos los reservorios naturales del mismo, aumenta la alarma sanitaria y expone a la población ante la falta de vacunas.
Cuidado con el perro
Tal como manifestaron desde el Colegio, la rabia es una enfermedad prevenible mediante vacunación que afecta a más de 150 países y territorios. En su gran mayoría, según señala la Organización Mundial de Salud, las muertes por rabia en el ser humano tienen como fuente principal de infección al perro.
En este sentido, enfatizaron que la principal forma de prevenir esta enfermedad es vacunando a los perros y gatos y evitando sus mordeduras. En este punto, los profesionales veterinarios tienen un rol primordial y deben extremar los esfuerzos para que la mayor cantidad de animales sospechosos sean controlados según protocolos. “Lo ideal será el control clínico y en caso de muerte del animal, su diagnóstico post mortem” señalaron los especialistas bonaerenses.
Por otro lado, reclacaron la necesidad de reforzar la vacunación de felinos y caninos, a la vez de exponer en su justa medida el riesgo que pueden padecer las personas. Es así que las autoridades del Colegio de Veterinarios manifestaron que “en las actuales circunstancias de control de la rabia urbana, el mayor peligro está representado por la disminución de la percepción del riesgo por parte de la comunidad, incluidos los médicos veterinarios y las autoridades”, lo que conlleva la disminución de las dos primeras medidas sanitarias.
Aumento de casos
La actual situación epidemiológica que advierte un marcado aumento en la detección de casos de murciélagos infectados por el virus rábico, siendo ellos los reservorios naturales, aumenta esta alarma sanitaria y expone a la población ante la falta de vacunas.
Cabe señalar que, como expusieron, la decisión de vacunar o no a una persona es potestad de la medicina humana, pero las evidencias sobre las que se toma la decisión se las brinda la profesión veterinaria. “Entonces, somos copartícipes en la preservación de la vida de las personas; máxime en las actuales circunstancias” señalaron los profesionales. “La salud humana y la sanidad animal son interdependientes, el Colegio de Veterinarios está comprometido y trabaja por una salud”, concluyeron.
