Cristina Kirchner depositó el sable de San Martín en el Museo Histórico Nacional

Por cadena nacional pero sin discurso, la presidenta Cristina Kirchner encabezó hoy el acto de restitución del sable corvo del General José de San Martín al Museo Histórico Nacional y entregó su custodia al Regimiento de Granaderos.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa mandataria recibió la espada en el Parque Lezama, tras el desfile militar que recorrió más de 11 kilómetros para trasladarla desde el Regimiento de Granaderos a Caballo en el barrio de Palermo hasta San Telmo.
Durante una breve cadena nacional, la jefa de Estado depositó el sable del Libertador y su vaina en la vitrina en la que será expuesto a partir de este domingo en el Museo Histórico Nacional.
Tras cerrar la puerta, Cristina Kirchner entregó la llave a un granadero, que se comprometió con su custodia.
Luego, la Presidenta recorrió la Sala de Sables del Museo, donde también están expuestas las armas pertenecientes a Manuel Belgrano, Juan Manuel de Rosas y Manuel Dorrego, acompañada por la
ministra de Cultura, Teresa Parodi.
Se trató de la actividad oficial central de la jornada, en el marco de las celebraciones que organizó el Gobierno durante la Semana de Mayo, que culminará mañana con un acto en Plaza de Mayo encabezado por la mandataria nacional.
El desfile militar que trasladó el objeto histórico partió pasadas las 11.00 desde el Regimiento de Granaderos a Caballo y recorrió las calles Luis María Campos, Int. Bullrich, Av. Del Libertador, Av. Leandro N. Alem, Rivadavia, Bolívar, Yrigoyen y Paseo Colón, hasta llegar al Parque Lezama.
Durante el trayecto, realizó una parada en la Catedral Metropolitana, donde descansan los restos de San Martín, y allí el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, le dio su bendición.
El sable con el que San Martín peleó en toda la Guerra de la Independencia, había sido legado por su dueño a Juan Manuel de Rosas y tras la muerte de éste, su familia lo donó al Museo Histórico Nacional, en 1897.
Allí se alojó el arma durante casi siete décadas pero, tras dos robos de la Juventud Peronista, el presidente de facto Juan Carlos Onganía recuperó el sable y decidió enviarlo al Regimiento de Granaderos, en 1967.
Ahora, tras un decreto de la Presidenta, el sable fue restituido al Museo, tras 48 años, donde volverá ser exhibido al público. NA
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