Con la pandemia, la cantidad de perros callejeros aumentó y esperan que las castraciones se refuercen
Desde la Protectora de Animales aseguraron que no dan abasto con la demanda y que durante la primera quincena de cuarentena debieron absorber el trabajo de Bromatología. La castración sigue siendo la mejor opción para evitar la reproducción indeseada. Revelaron que en Tandil deberían hacerse más de diez mil intervenciones de este tipo al año.
Desde hace tiempo que se puso el tema de la castración en el tapete, para que cada vez se asuma mayor conciencia con la importancia que tiene la práctica para la ciudad y la sociedad. La principal demanda es que hay mucho perro adulto suelto en la calle, y si bien no ha habido graves accidentes para las personas desde la Protectora de Animales (PAT) aseguraron que los animales sí han sufrido las consecuencias, de hecho allí han recibido a varios con muchos problemas óseos.
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De acuerdo a la información que brindó el presidente de la PAT, Gustavo Desiati, cuando inició la cuarentena obligatoria se suspendieron por 15 días las castraciones, lo cual consideró como un error, y desde la Protectora debieron absorber un costo al respecto, así como “detener un montón de preñeces a tiempo”. Según explicó fueron unas 70 perras que en 60 días hubieran tenido una parición en la calle.
“Quiero que la cosa sea ética”, planteó, lamentando que en lo que va de la pandemia por coronavirus haya aumentado notablemente la cantidad de animales abandonados en la vía pública.
Cabe destacar que en el presupuesto que maneja la entidad, que se sostiene gracias a la cuota de los asociados que vale entre 50 y 100 pesos mensuales, el hecho de hacerse cargo de las situaciones antes mencionadas significó mucho. Si bien aseguró que están “muy bien organizados”, remarcó que les gustaría poder brindar una atención mejor, pero que el presupuesto es muy bajo.
Castración, un servicio público
“Todo lo que refiera a castración es importante”, indicó Desiati, asegurando que es una problemática que debe ponerse en agenda más allá de los Gobiernos de turno y las ideologías políticas.
Ante esto, consideró que hay un mayor compromiso ciudadano, sin embargo una vez que la gente asume llevarlo a la práctica se encuentran con inconvenientes. “El Estado no da el servicio tal como se ha comprometido a hacerlo y eso es un gran déficit”, manifestó, haciendo referencia a que no se cumplen los horarios del quirófano móvil que dispone la Dirección de Bromatología y se asienta en los distintos barrios, ya que si el horario de apertura es a las 9 a veces sucede que no están y la gente se lo ha hecho saber.
“Las personas van tomando conciencia y se va educando, pero si se da un cronograma de castración con un horario que no se respeta no sirve de nada”, lamentó.
En este sentido, buscó reforzar la idea de que estas intervenciones si bien son realizadas por el sistema público no son gratuitas, y la gente debe hacer uso de ello porque lo abonan cumpliendo con el pago de servicios e impuestos. “El Municipio está siendo deficiente con nosotros y tenemos derecho a reclamarlo”, incentivó.
Diez mil cirugías anuales
En mayo del año pasado el referente de la PAT había acercado algunos números a este Diario, que estimaban cuál debería ser la situación ideal para una localidad como Tandil, con unos 150 mil habitantes. “La cuenta es bastante fácil, como se calcula un perro por cada dos habitantes aproximadamente, hay que dividir por dos y multiplicar por el 10 por ciento”, explicó el referente. Así es que una ciudad como esta se tendría que estar haciendo unas 7.500 castraciones anuales, que por mes serían 625 animales operados.
En poco más de un año esa cifra cambió y según reflexionó ya el promedio debería estar por encima de las 10 mil intervenciones.
Con la importancia que el tema le merece, se refirió al proyecto que está desarrollando la concejal del Frente de Todos, Silvia Nosei, y celebró que se esté ocupando de lograr la creación de un Centro de Atención Veterinaria no arancelado.
“La PAT no da abasto, hay muchísima demanda, además existen tratamientos que no se pueden hacer”, indicó. Si bien consideró que el proyecto es “muy ambicioso”, indicó que Nosei tiene un buen criterio y se está informando para poder armar una buena propuesta y desde la institución están colaborando con todos los datos que sean importantes.
En este sentido, es necesario reforzar el concepto de que una perra debe ser operada antes del primer celo que suele darse a los seis meses, aunque también pueden hacerlo luego de ser madre. Por otro lado, los machos también deberían ser castrados al año aproximadamente, ya que esto evitaría que siga sirviendo a las hembras sin ningún tipo de consecuencia en su salud.