Con excelentes resultados y grandes expectativas, esperan que la Anmat apruebe el uso de ivermectina
El fármaco viene dando claras muestras de su utilidad en el tratamiento de pacientes con coronavirus. Carlos Lanusse informó que esperan una decisión de tipo regulatoria con respecto a la ampliación de la dosis terapéutica que sería necesaria. Diferenció dos protocolos, terapéutico y preventivo. Reafirmó que la ivermectina es segura y que arrojó pocos y menores efectos adversos.
Luego de haber estado trabajando en distintos Hospitales de Buenos Aires y encontrar una dosis adecuada, los resultados del ensayo clínico del uso de Ivermectina aportaron por primera vez al conocimiento mundial un resultado del efecto de este fármaco sobre la disminución de la carga viral del Covid-19.
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“Ha tenido una connotación altísima de vuelo internacional, es un resultado que se estaba esperando y esto ha sido comunicado a través del ministerio de Ciencia y Tecnología, que no solamente ha financiado la investigación, sino que ha facilitado los canales para la difusión de los resultados”, reconoció Carlos Lanussse, director del Centro de Investigación Veterinaria de Tandil (Civetan).
En ese contexto, reveló que hoy están a la espera de una decisión de tipo regulatoria con respecto a la ampliación de la dosis terapéutica que sería necesaria, considerando que está vigente la medida que se permite desde hace más 30 años como antiparasitaria.
“Hace falta una adecuación del nivel de dosificación para llegar a tener efectos sobre el Covid que es lo que hemos demostrado”, afirmó en conversación con el programa “Tandil Despierta” de EcoTV, y recalcó enfáticamente, como en otras oportunidades, que no se puede utilizar la formulación de uso animal en seres humanos.
A la espera de la regulación
Ante esta nueva etapa, explicó entonces que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) es quien deberá otorgar esa aprobación. Consideró que se trata de un organismo regulatorio, independiente y “técnicamente de primerísimo nivel”, que estaría recabando la información para poder tomar una decisión.
El experto aseveró que esto no será sencillo, ya que hay un contraste entre la necesidad imperiosa de tener un tratamiento y las cuestiones técnicas burocráticas que hacen al consentimiento de una dosis superior de un medicamento.
Ante esto aclaró que el Anmat está actuando como corresponde y de acuerdo a su reglamentación, pero a la vez destacó que se está ante una situación de “extrema necesidad de tomar decisiones”.
Si se estuviese en épocas normales, “razonables”, sostuvo que a estos hallazgos científicos habría que aplicarlos en miles de personas para demostrar la total inocuidad, la seguridad y eficiencia del tratamiento. Sin embargo, eso choca con la realidad de la pandemia y la demanda de la gente.
Uso terapéutico y uso preventivo
Según contó el veterinario, el uso, que va tomando escala masiva, empezó en varios países mucho antes de que se supiera realmente el nivel de dosis requerido para tener un efecto. “Si nos restringimos al país, hoy hay varias provincias que tienen protocolos aprobados y también muchos municipios demandando asesoramiento para la implementación de estas normas”, dijo.
En este sentido, diferenció entre dos tipos de protocolo existentes, por un lado el terapéutico y por otro el preventivo.
“Nosotros fuimos pioneros en mostrar por primera vez la correlación de cantidad de ivermectina en la sangre del paciente y la disminución de la carga viral”, explicó sobre el primero, que sirve para curar cuando el individuo ya está en la etapa inicial de la enfermedad con síntomas y el virus en su organismo.
De acuerdo a lo chequeado, eso permitirá que haya menos porcentaje de personas que pasen a etapas graves si se baja la carga viral.
En tanto que la otra alternativa, que es de prevención y se está aplicando en provincias como Salta, Jujuy y Corrientes, aun cuando necesita mayor constatación científica aseguró que es una hipótesis que desde el conocimiento de la farmacología recibe “buen crédito”.
“A lo mejor hay que ajustar los días de tratamiento, pero si funcionara podría funcionar como tratamiento preventivo para el personal de salud, que está en la primera línea de contagio”, indicó.
Para entender, explicó que ese es el esquema que se probó en el Hospital de Ezeiza y de tantos otros lugares, que “aparentemente está dando muy buenos resultados”. Sobre los caminos que se están transitando, aseguró que arrojan “muchas luces de expectativas”.
Las reacciones adversas
“La ivermectina es un fármaco seguro”, garantizó Lanusse y expresó que las pruebas tanto en animales como en humanos lo demuestran. Consiguientemente, precisó que en las dosis que están indicadas para el tratamiento de pacientes con coronavirus, ha habido “muy poquitos efectos adversos menores”.
Señaló que no se puede saber fehacientemente si estos fueron debidos a los principios activos del fármaco o a los componentes de los comprimidos de la formulación.
“No hay riesgos mayores, en las dosis testeadas, siempre y cuando se cumplan los criterios de no usarla en mujeres embarazadas, en niños de menos de 15 kilos o alguien con alguna patología hepática grave”, aclaró, reforzando la importancia de la supervisión médica para el suministro.
Si bien no pudo constatar dónde ni cuántas recetas se han efectuado en el país, sí confirmó que todo el equipo científico que compone ha recibido numerosos pedidos de asesoramiento para la implementación de protocolos a nivel hospitalario o de Sistemas de Salud.
Finalmente destacó la enorme expectativa que hay en el mundo entero sobre el uso de la ivermectina, que va de la mano de la necesidad de un tratamiento del coronavirus mientras llega la vacuna, que fue evidenciada por la inmediata viralización de los estudios y resultados que van dando a conocer.
Aquí reveló sobre una alternativa que están evaluando y es una solución nasofaríngea, que en cerdos ha dado bueno resultados, siendo los más similares a los humanos para extrapolar el modelo, sin embargo todavía debería avanzar en la investigación para obtener una aprobación.