Ariel Garcé, la experiencia de participar en un Mundial y la historia inédita con Gianinna Maradona
El exfutbolista tandilense Ariel Garcé, hoy enfocado en el mundo del motociclismo, relató en una entrevista las experiencias del Mundial de Sudáfrica 2010 y reveló una historia que nunca antes había contado: Gianinna Maradona, hija de Diego Armando, era fanática de él y usaba sus camisetas para dormir.
El exfutbolista tandilense Ariel Garcé contó en una entrevista que brindó al programa Carburando, que se emite por TyC Sports, cómo fue la experiencia de formar parte de la delegación argentina que participó del Mundial del 2010 y reveló una historia inédita con Gianinna Maradona, hija de Diego Armando.
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El “Chino” sorprendió a propios y extraños cuando fue citado por el “10” para disputar la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010. Pese a las constantes críticas y cargadas que recibió tanto del público como de los periodistas, él se focalizó en disfrutar y en aprovechar el momento con el que todo futbolista sueña.
El gran temor y la gran preocupación de Garcé era saber si estaba a la altura de las circunstancias. En el 2010, jugaba en Colón de Santa Fe y, lógicamente, los entrenamientos no eran iguales que los de Europa, y eso lo mantenía intranquilo: “Mi duda era si estaba a la altura. Venía entrenando en Colón, el técnico era el ‘Turco’ Mohamed, un genio, y yo entrenaba como podía… Mis formas de entrenar no fueron muy intensas. Llegué ahí, con todos pibes europeos… Yo a Europa no fui ni de vacaciones y ni sabés cómo entrenan. Esa era mi duda, si estaba a la altura”.
Sin embargo, una vez en el predio de la Selección en Ezeiza, la cuestión fue distinta: “En el momento que estuve con ellos, fueron mis mejores 50 días. Muchos no me conocían y los sorprendí desde ese lugar, decían: ‘Ah, pero no es tan bol… este que con rastas, pelito largo y se hacía el canchero’. Por eso digo, eso también fue algo bueno para mí”.
“Después estamos todos en la misma. Messi es un crack, pero seguramente tiene los mismos rollos y los mismos miedos antes de entrar que vos y que yo. Capaz que no de si va a jugar bien, porque ya sabe que lo va a hacer, pero también tiene otras responsabilidades y los miedos le entran por otro lado”, señaló el tandilense y agregó: “Me vine súper contento de que ocupé un lugar ahí. No es que fui y cebé mates con alfajores como se dijo. Yo estaba viviendo mi momento”.
Un Mundial que compartió con sus allegados
Lejos de incomodarse o enojarse con las críticas que recibió por parte de los espectadores y de la prensa en general, que remarcaba que no estaría a la altura y que viajaría para “traer alfajores”, el “Chino” se hizo fuerte y disfrutó su oportunidad.
“No había nada que opacara el momento que estaba viviendo. Treinta años, un Mundial, llevar a 19 amigos que no habían salido ni a Mar del Plata, llevar a mi vieja que después se fue, llevar a mis tíos… Me salió carísimo el Mundial porque me llevé a todos y hoy digo ‘qué bueno que vivimos todo eso’”.
En cuanto a la sorpresiva citación, relató que “la semana anterior ya me habían incluido en la lista de 30 y fue una revolución. La prensa estaba muy ensañada, me criticaba y decía que no estaba a la altura. Yo me lo tomé muy bien, todo era muy bienvenido. Me llama a mi casa una mujer, me pasa y escucho ‘Hola chino, soy Diego”. Yo empecé a temblar porque nunca había hablado. Empecé a transpirar y pensaba no me va a llamar para decirme no vas a estar. Me dice: ‘Vos sos unos de mis 23 gladiadores’. Estaba muy emocionado y le decía ‘gracias Diego, muchas gracias. No te voy a fallar como tipo, como jugador no sé’. No sabía qué decir y empecé a sacar la de barrio”.
El ídolo de Gianinna
El “Chino” reveló una particular historia, que nunca antes había contado, con la hija de quien fue, para muchos, es el mejor jugador de todos los tiempos: Gianinna Maradona era fanática de él y lo tenía como referente futbolístico.
“Hay una historia que no la conté nunca, espero no tenga tanta repercusión. Cuando Gianinna era más chica le gustaba mi forma de jugar y yo era su imagen de referente de jugador de fútbol“, comenzó relatando.
Contó que solía mandarle camisetas de River a través de Claudia y que ella las utilizaba para dormir. “Diego sabía eso. Y claro, para el padre de Boca que la hija duerma con la camiseta de River era fuerte“, expuso. Incluso, reveló que para un cumpleaños de Gianinna se presentó de sorpresa en su casa y cuando ella lo vio, empezó a llorar.