Aprovechar los últimos tomates de la temporada
Enterate cómo podés aprovechar los frutos maduros que, con la llegada del otoño, tienden a pasarse.
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Llegó el otoño y las plantas de tomates, ya sean peritas, cherrys, redondos, corazón de buey o cualquiera que hayas cultivado durante el verano, comienzan a entregarse. Los frutos ya maduros tienden a pasarse y los que aún están verdes no llegan a madurar.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailComo la planta es muy generosa, probablemente sean varios los tomates que aún estén para consumir, aunque quizás ya no tan frescos. Entonces, si bien hay varias maneras de aprovecharlos, una de las clásicas es proceder a conservarlos a modo de salsa para poder consumir a lo largo del año un producto de calidad, a pesar de estar fuera de su estación.
A través de su canal de YouTube, el grupo del programa Cocineros Argentinos brindó una receta infalible y simple de llevar adelante.
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Salsa de tomates naturales
Con apenas unos tres kilos de tomates de estación (o los que tengas), jugosos y sabrosos, algunos frascos y botellas esterilizados, más algunas hojas de laurel, se pueden aprovechar todos los frutos que ya no se pueden consumir frescos. Incluso, esta preparación se puede freezar.
De acuerdo a los consejos de Cocineros Argentinos, el primer paso es lavar los tomates en abundante agua, luego hervirlos cortados en cuartos en una olla amplia. A continuación, lo ideal es pasarlos por la máquina que separa el jugo del tomate, aunque también se pueden pisar o directamente mixearlos.
Lo siguiente es envasar la salsa en frascos o botellas esterilizados y dejarla enfriar un momento en el recipiente elegido para que no tenga mucho vapor. Ahora sí, taparlo y hervir todo en una olla que cubra por completo, al menos una hora.
Si se prefiere llevar la preparación y conservarla en el freezer, hay que tener en cuenta que el recipiente no será el mismo. Es mejor, por espacio, hacerlo en bolsas de plástico con cierre para congelador. Primero hay que dejar enfriar bien la salsa y luego rellenar el recipiente sobre una bandeja, así queda plano, dejando cierto espacio ya que al solidificarse aumenta volumen. Podés dejarlo en el congelador durante diez meses sin problema. ¡No olvides poner la fecha de caducidad!
Para consumir, solamente tenés que sacar el contenido y colocarlo en una cacerola a fuego lento para que de a poco vaya tomando estado líquido. Ahí llega el momento de que cada uno le de su toque especial, sazonando y agregando los ingredientes preferidos.
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