Sarampión en Argentina: vuelven los casos y la vacunación se refuerza en el AMBA
Luego de haber sido erradicado en el país en 2000 gracias a una exitosa campaña de vacunación, el sarampión ha resurgido con 14 casos confirmados, lo que ha generado una creciente preocupación en el ámbito sanitario.
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El sarampión, una enfermedad viral extremadamente contagiosa, ha vuelto a poner en jaque a Argentina, tras un brote registrado desde finales de enero en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano. Luego de haber sido erradicado en el país en 2000 gracias a una exitosa campaña de vacunación, el sarampión ha resurgido con 14 casos confirmados, lo que ha generado una creciente preocupación en el ámbito sanitario.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email¿Por qué el sarampión es tan peligroso?
El sarampión es conocido por su alta tasa de contagio: puede infectar hasta al 90% de las personas no inmunizadas que entren en contacto con un paciente infectado. A pesar de que muchos lo asocian con fiebre y erupciones leves, el sarampión puede traer complicaciones graves, sobre todo en niños menores de cinco años, adultos no vacunados y personas con sistemas inmunitarios debilitados.
Las autoridades sanitarias no solo han identificado los casos en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y el Conurbano, sino que también han informado que ya se ha confirmado la transmisión comunitaria del virus en esas áreas. Este diagnóstico obliga a tomar medidas urgentes para evitar la propagación.
Medidas preventivas ante el brote
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Como respuesta al brote, el Ministerio de Salud ha decidido reforzar la vacunación en las zonas afectadas. En particular, se ha optado por aplicar dosis adicionales de la vacuna doble viral a niños de entre 6 y 11 meses y de 13 meses a 4 años. Además, las personas que hayan tenido contacto cercano con casos sospechosos de sarampión deberán acreditar la aplicación de las dos dosis de la vacuna triple viral. En caso contrario, se les exigirá que reciban la vacuna.
Andrea Uboldi, médica infectóloga y epidemióloga, explicó a Infobae que estas medidas buscan proteger a los niños lo antes posible, dado que son los más vulnerables al virus. “El sarampión es una enfermedad que avanza rápidamente, por lo que no podemos esperar más para actuar”, indicó Uboldi, quien destacó también la importancia de la vacunación en adultos que no hayan recibido las dosis correspondientes.
El impacto en la población adulta
El sarampión afecta principalmente a personas no inmunizadas, lo que ha puesto en foco a la población adulta. Si bien quienes nacieron antes de 1965 se consideran inmunes debido a la exposición previa al virus, aquellos nacidos después de esa fecha deben asegurarse de haber recibido al menos dos dosis de la vacuna. En caso de duda sobre el estado de vacunación, las autoridades recomiendan que se apliquen una dosis extra de forma preventiva.
El contagio de sarampión en adultos puede ser igual de grave que en niños pequeños, ya que las complicaciones pueden incluir neumonía, encefalitis y hasta la muerte, en casos extremos. Por eso, el gobierno ha reforzado la campaña de vacunación no solo para niños, sino también para adultos que puedan estar en riesgo.
Cómo se transmite el sarampión
El virus del sarampión se propaga rápidamente a través de gotas respiratorias que se liberan al toser o estornudar. Además, el virus puede sobrevivir en superficies contaminadas, lo que significa que el contacto con objetos o superficies tocadas por personas infectadas puede también ser una vía de transmisión. Este alto nivel de contagio hace que las medidas preventivas sean aún más necesarias en el contexto del brote actual.
Síntomas y diagnóstico
Los síntomas del sarampión suelen aparecer entre 7 y 14 días después del contacto con el virus. Comienzan con fiebre alta, tos, secreción nasal y ojos rojos, seguidos de un sarpullido que se inicia en la cabeza y se extiende por el cuerpo. Las manchas blancas en el interior de las mejillas, conocidas como manchas de Koplik, son características de la enfermedad.
Dado que los síntomas iniciales pueden confundirse con los de otras enfermedades respiratorias, el diagnóstico de sarampión debe ser confirmado mediante pruebas de laboratorio, como la serología o la PCR, indicó Teresa Strella, médica epidemióloga y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología.
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