Intoxicaciones por monóxido de carbono
El monóxido de carbono es un gas tóxico sin color ni olor y no es irritante, por lo que puede pasar inadvertido y poner en riesgo la vida. La intoxicación por monóxido de carbono produce numerosas muertes evitables cada año. Se calcula que son alrededor de 200 en todo el país por éstas causas.
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El frío y las bajas temperaturas propias de la época que se empiezan a registrar en Tandil y la zona hacen reforzar las recomendaciones y precauciones al manipular aparatos que pueden desprender monóxido de carbono. En la ciudad, en los últimos años, se han registrado casos de deceso por esta causa y varios por intoxicación.
Básicamente se produce por la combustión incompleta de leña, gas, kerosene, alcohol, nafta y gasoil.
¿Qué se puede hacer para evitar la intoxicación?
Estas intoxicaciones, que pueden causar la muerte, son absolutamente prevenibles. Algunos puntos a tener en cuenta:
- Las instalaciones de artefactos a gas deben ser realizadas siempre por un gasista matriculado.
- Los artefactos a gas deben ser controlados cada año al inicio de la época invernal.
- Prestar atención a que la llama sea siempre azul. Si es naranja o roja, el artefacto funciona mal y libera monóxido de carbono.
- Dejar siempre una ventana un poco abierta cuando un artefacto a gas está funcionando, porque necesitan siempre algo de ventilación.
- No usar hornallas o el horno para calefaccionar el ambiente.
- No dormir con braseros ni con otros artefactos a carbón encendidos.
- Prohibido instalar calefones a gas en el baño.
¿Qué hacer ante la sospecha de intoxicación?
- Abrir las puertas y ventanas para ventilar el ambiente
- Retirar a la persona del ambiente contaminado
- Concurrir al centro sanitario más cercano o llamar a la ambulancia
¿Cuáles son los síntomas?
- Náuseas y vómitos
- Embotamiento
- Mareos
- Fatiga
- Pero rápidamente el cuadro se hace más grave
- Dolor de pecho
- Confusión
- Enlentecimiento de la palabra
- Convulsiones
- Coma y muerte
¿Quiénes pueden intoxicarse más gravemente?
Los niños, los ancianos y los enfermos del corazón o de las vías respiratorias son lo que pueden intoxicarse más gravemente.
¿Es posible confundir el cuadro con alguna otra condición?
Sí, la intoxicación con monóxido de carbono se puede confundir con otras situaciones como:
- Intoxicación alimentaria
- Gripe
- Infarto
- Epilepsia
- Migraña
- Síncope
- Muerte súbita en los bebés
¿Cómo es el proceso de intoxicación?
El monóxido de carbono se inhala, llega a los pulmones y de allí pasa a la sangre, reemplazando al oxígeno que se encuentra en los glóbulos rojos. Éstos son los encargados de llevar el oxígeno a los distintos órganos. Por esta razón el oxígeno no les llega y los órganos sufren.
¿Cómo es el tratamiento?
El tratamiento va a depender de los síntomas del paciente, los cuales van a indicar si la intoxicación fue grave o leve. Es necesario prestar mayor atención en los pacientes muy jóvenes o en los muy ancianos.
Si la persona sufre cefalea o síntomas menores, se coloca oxígeno en una alta dosis, mediante una máscara nasal con reservorio, y se deja que el paciente se vaya recuperando solo. En estos casos no se necesitan mucho más exámenes complementarios y rápidamente se otorga el alta.
En casos en donde el paciente se encuentre más comprometido, por ejemplo si estuvo en un incendio, hay que realizarle más estudios, como electrocardiograma o análisis de sangre. A través de estos se busca detectar posibles complicaciones, como un infarto, un edema de pulmón, o insuficiencia renal.
En cuanto al tratamiento en sí, primero se intenta darle oxígeno en altas dosis a través de una máscara. Si no mejora, o si la intoxicación fue muy severa, se lo deriva a cámaras de oxigeno hiperbárico, en donde la presión administrada es más fuerte.
La elección del método a utilizar en cada caso estará a cargo del profesional médico, de acuerdo con las características de cada paciente.
¿Qué es la intoxicación crónica?
Es la que se da habitualmente entre los trabajadores que están expuestos durante mucho tiempo a emanaciones fuertes de monóxido de carbono, como por ejemplo aquellos que trabajan en una cochera.
Estos pacientes tienen síntomas de tipo neurológico en forma más atenuada, como cefalea recurrente. También suelen presentar somnolencia y dificultad para pensar.
Es por ello que en los ámbitos donde puede haber exceso de emanaciones de monóxido de carbono, se debe controlar periódicamente el aire, para cuidar al trabajador.