Infracción al estacionar sobre línea amarilla

Las normas de tránsito son siempre materia de discusión y análisis ya que, en su mayoría, no todos los vecinos conocen los reglamentos al pie de la letra. Las interpretaciones de cada particular sobre lo que es la normativa genera códigos que no son los correctos y que, incluso, suelen pasarse de generación en generación. Ante esta problemática, es necesario puntualizar sobre algunos aspectos que pueden considerarse menores, pero que no lo son. Por ejemplo, ¿se puede estacionar sobre la línea amarilla?, ¿cuándo es correcto hacerlo?, ¿pueden infraccionar a un automovilista?
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa respuesta la brindó a El Eco de Tandil el responsable de la Dirección de Control Urbano Vehicular, Walter Villarruel. “Solamente pueden infraccionar a un automovilista si estaciona en un lugar que tiene señalización horizontal y vertical”, aseguró.
Al referirse a señalización horizontal es al color amarillo sobre los cordones de las veredas. En el radio céntrico, sobre todo, son muchos los lugares que tienen ese tipo de demarcación. Bancos, instituciones públicas, establecimiento escolares, por citar algunos.
Solamente es aplicable una multa cuando dicha señalización está acompañada de una de forma vertical. En otras palabras, un cartel indicativo que haga referencia explícita de porqué no se puede estacionar. En determinados casos puede ser de prohibición total (cartel que diga “Prohibido estacionar”) y en otros parcial. Por ejemplo, en algunos bancos, se determina un horario para los camiones de caudales. Fuera de ese horario, es libre.
Según explicó Villarruel, “nosotros solamente podemos infraccionar si están ambas señaléticas, sino no” y además, agregó que “una de las características propias de Tandil es que los cordones son de granito y eso hace que la pintura amarilla dure determinado tiempo y después sea borrosa, por eso hay que estar repintando en algunos lugares a través del Área de Señalización”.
También, vale la aclaración, se han generado muchos cambios en los últimos años relacionados con paradas de transportes e instituciones y por eso también quedan líneas pintadas en amarillo de lugares que ahora están habilitados.
Hay variados ejemplos en la zona céntrica que generan dudas si no se conocen bien las normas. La calle Pinto, entre Rodríguez y Alem, así lo demuestra. Por caso, el Correo Argentino, el Banco Columbia, el Banco Patagonia, el Banco Provincia, la parada de los colectivos, el Banco ICBC y el Banco Francés son todos los que tienen cartel y pintura amarilla. El estacionamiento en esas dos cuadras puede resultar un trastorno, pero también, son muchos los vecinos que infringen la ley aún viendo los carteles pertinentes de prohibido estacionar o detenerse.
Otro lugar en donde también suele generarse una situación similar es en Rodríguez y Sarmiento, donde se ubica el Banco Galicia, pero además hay una parada de colectivo. En este caso, la línea advierte, pero también los carteles pertinentes.
Solicitar zona especial
Los vecinos e instituciones que deseen solicitar que determinado espacio tenga señaléticas horizontales y verticales lo deben hacer a través del Honorable Concejo Deliberante.
Para ello deberán acercarse hasta el órgano legislativo de la ciudad y solicitar, a través de Mesa de Entradas, que se inicie un expediente por el cual se pide el espacio.
Una vez iniciado el expediente será el propio Concejo Deliberante el que deberá tratar el pedido en una sesión ordinaria y aceptar a través del voto de sus miembros. Luego de que se acepte el mismo, se deberá dar traslado al Área de Señalización que será la encargada de proceder según corresponda.
Esto es importante, destacó el funcionario municipal, ya que sucede a veces que son los mismos vecinos, sin ningún tipo de autorización correspondiente, los que pintan los cordones amarillos o reservan lugares de formas no tradicionales -con conos o tachos- . Esto no es lo correcto y en caso de ser advertido, podría recibir una multa.
El ejemplo porteño
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en diciembre pasado, se votó en la Legislatura un cambio al Código de Tránsito vigente que habilitó a los vecinos a pintar el cordón de su garaje. Antes, esa acción, era penada.
“Con el fin de colaborar con la solución de estas situaciones -dice la ley- es menester la demarcación de cajones en la calzada”. Según la modificación, las demarcación las debe hacer el frentista, a su costo, y con las siguientes características: “Serán dos líneas de un metro y medio de largo perpendiculares al cordón, ubicadas medio metro de cada lado del ancho de la entrada. Las líneas deberán ser de trazo continuo, amarillas y de 0,10 metros de ancho, estando prohibido el estacionamiento entre ellas”.
Según explicaban los legisladores antes de votar, el dilema que se plantea a partir de esta ley es, justamente, si con este cambio no se abre el riesgo de caer en el extremo contrario: que la gente pinte los cordones exageradamente, o donde no corresponda, para guardarse el lugar para su propio auto o bien para que no le estacionen frente a su casa. En la nueva normativa se plantea que los frentistas deberán presentar una nota ante el Gobierno porteño para que los autorice a pintar el cordón, pero la duda sobre posibles excesos, y por lo tanto más problemas para estacionar, sigue estando.