22 de abril: por qué se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra
La celebración no solo recuerda la urgencia de adoptar prácticas que respeten los límites naturales del planeta, sino que también impulsa a gobiernos, organizaciones y ciudadanos a involucrarse activamente en la defensa del ambiente.

Cada 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra, una jornada destinada a reflexionar sobre la relación entre los seres humanos y el medio ambiente. Reconocida por la Asamblea General de las Naciones Unidas desde 2009, esta efeméride busca concienciar sobre la necesidad de proteger los ecosistemas, frenar el cambio climático y promover un desarrollo verdaderamente sostenible.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa celebración no solo recuerda la urgencia de adoptar prácticas que respeten los límites naturales del planeta, sino que también impulsa a gobiernos, organizaciones y ciudadanos a involucrarse activamente en la defensa del ambiente. Desde campañas de reforestación hasta talleres educativos, el 22 de abril se convierte en una plataforma global para difundir buenas prácticas y fortalecer la conciencia ecológica.
Un origen con raíces en la movilización ciudadana
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El Día de la Tierra tiene su origen en el movimiento ecologista que emergió en Estados Unidos a fines de los años 60. Ante la creciente degradación ambiental, el senador Gaylord Nelson promovió en 1970 la realización de una jornada de protesta pacífica en defensa del planeta. Más de 20 millones de personas participaron de aquella primera convocatoria, que marcó un hito en la historia del ambientalismo moderno.
El impacto fue inmediato: esa movilización impulsó la creación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) en EE. UU. y la aprobación de leyes fundamentales para la preservación del entorno. Décadas más tarde, la ONU adoptó oficialmente la fecha, reafirmando la importancia de una relación respetuosa y equilibrada entre la humanidad y la naturaleza.
Desafíos urgentes en un planeta en crisis
En un contexto global marcado por la crisis climática, la pérdida acelerada de biodiversidad y la contaminación, el Día Internacional de la Madre Tierra se vuelve más relevante que nunca. Los científicos advierten que la ventana de oportunidad para revertir el daño ambiental se está cerrando rápidamente, y que las decisiones que se tomen hoy determinarán el futuro del planeta.
Este día invita a repensar los modelos de producción y consumo, y a apostar por políticas públicas y acciones individuales que promuevan la sostenibilidad, la justicia ambiental y la equidad intergeneracional. También es una ocasión para celebrar los avances logrados y visibilizar iniciativas exitosas de conservación, restauración de ecosistemas y educación ambiental.
Educación, participación y compromiso
En todo el mundo, la jornada se conmemora con actividades comunitarias, acciones escolares, ferias ecológicas y eventos culturales. Escuelas, universidades, ONGs y gobiernos aprovechan la fecha para impulsar nuevas campañas, presentar políticas ambientales y fomentar el compromiso ciudadano.
A pesar de los logros, los desafíos siguen siendo enormes. El cambio climático, la degradación del suelo, la contaminación de los océanos y la explotación excesiva de los recursos naturales ponen en jaque el equilibrio ecológico y amenazan la calidad de vida de millones de personas.
Por eso, el Día Internacional de la Madre Tierra no es solo una celebración simbólica: es una llamada urgente a la acción colectiva, para construir una sociedad que respete los ritmos de la naturaleza y garantice un futuro habitable para las próximas generaciones.