Coronavirus
Una tandilense que vive en Sídney contó las medidas que adoptó el gobierno australiano
La tandilense Sofía Araujo se encuentra viviendo desde hace ya varios meses en Sídney, Australia. Comenzó su viaje en noviembre del año pasado y al poco tiempo su rutina se vio afectada por el avance del coronavirus a nivel mundial. En diálogo con este medio contó las medidas que adoptó el gobierno australiano para amecetar la curva de contagios y cómo se diferencian con las que se tomaron en nuestro país.
El creciente número de contagios de coronavirus a lo largo del mundo ha obligado a las diferentes naciones a tomar medidas sanitarias para intentar poner un freno y amecetar la curva. La gran mayoría de los países optaron por cerrar sus fronteras y aplicar una cuarentena obligatoria, mientras que otros apenas sugirieron a los ciudadanos que se quedaran en sus casas.
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Uno de los lugares en el que se llevaron a cabo medidas menos drásticas fue Australia, destino al que muchos argentinos -entre ellos varios nacidos en Tandil- deciden elegir para emprender un viaje cargado de emociones y experiencia.
Desde Sídney, la capital del país oceánico, la tandilense Sofía Araujo brindó una entrevista por videollamada, a través de la plataforma Zoom, con el programa Tandil Despierta, que se emite por Eco TV y Tandil Fm 104.1.
Sofía comenzó su viaje en noviembre del 2019. El mismo día que aplicó para la visa australiana se subió al avión y partió rumbo a Europa. Recorrió durante algunos días Atenas, en Grecia, y luego continuó su camino hacia Bali, una isla de Indonesia conocida por sus frondosas montañas volcánicas.
Luego de visitar las paradisíacas playas del sudeste asiático le informaron que su visa para Australia había sido aprobada. “Fui una afortunada, me tardó solo 11 días y por lo general demora un mes o incluso más”.
Con la visa ya en su mano emigró a Sídney, donde conoció a un numeroso grupo de argentinos que se encontraban en la misma situación que ella y con quienes aún hoy mantiene contacto.
Su situación se complejizó en los últimos días, cuando por el Covid-19 decidieron cerrar algunos comercios y cancelar ciertos servicios. Araujo trabajaba como camarera y bartender, pero al estar imposibilitados a operar los pubs, cafés y bares, le suspendieron el contrato hasta tanto reanuden la actividad.
“Estoy un poco complicada, estuve un mes viviendo con una pareja de amigos; fueron 33 días sin trabajo. Es uno de los grandes problemas de los visa holders -portadores de visa-“, señaló la tandilense.
El principal inconveniente que afrontan los extranjeros allí es que no consiguen empleo ya que se prioriza a los ciudadanos locales. De hecho, cuando se cerraron las fronteras el gobierno decidió otorgar un pago por Internet cada quince días para ayudar a paliar la situación, pero únicamente podían acceder a él los australianos. “Fue bastante difícil mantenerse, estamos viviendo de ahorros. Porque encima Sídney es una ciudad muy cara”, clamó Sofía.
Afortunadamente, luego de buscar por diferentes rubros, logró conseguir un nuevo trabajo en un hostel: “Ahora empezaron a reactivar, pero la verdad es que nos turismo que empezar a mover en círculos en los que no teníamos experiencia. Yo ahora voy a ver si puedo recuperar un poco de todos los ahorros que gasté”, manifestó.
Una cuarentena libre
Contó la tandilense que, a diferencia de lo que ocurre en la Argentina, allí no se implementó una cuarentena y que “se vivió muy libre”. De hecho, refirió que esta semana comenzaron a salir nuevamente a las calles ya que arrancaron las clases.
“Lo que había acá es un autoaislamiento, se le pidió a todos los ciudadanos que permanecieran en sus casas todo el tiempo posible. Que todos aquellos que pudieran hacer trabajo desde su hogar, lo hicieran. Cerraron muchos locales pero hubo una gran cantidad de rubros que siguieron funcionando. Y la gente tenía permiso para seguir saliendo a la calle”, contó.
Agregó que también podían seguir saliendo a hacer ejercicio y que solo se habían cerrado unas playas, medida que duró apenas dos semanas. “Ahora volvieron a abrir entonces van todos a hacer surf”, señaló.
Si bien las medidas fueron menos rigurosas, ya que solo solicitaron que se respeten las distancias sociales y que se queden en sus viviendas, lo cierto es que la situación está “bastante controlada”.
Tampoco establecieron el uso obligatorio de tapabocas, aunque algunas personas lo usan por prevención. “Así que la verdad es que fue bastante tranquilo. No lo vivimos como en el resto del mundo”, agregó.
Respecto a las cifras mencionó que hay alrededor de 6.700 contagiados, de los cuales un importante número -cerca de 5.800- ya están recuperados: “Está muy controlado. Hicieron una inversión muy grande en la prevención y tomaron medidas a tiempo”, concluyó la tandilense.