La tandilense Mariana Flores contó cómo vive la pandemia en Suiza junto su familia
Mariana Flores nació en Tandil hace 44 años y desde el 2019 se encuentra junto a su esposo, Daniel, y sus hijos, Emma y Mateo, en Kehrsatz, un pueblo que queda a cinco kilómetros de Berna, la capital de Suiza. Desde allí dialogó con este medio y contó cómo se vive el tema del coronavirus en aquel país.
Son muchos los tandilenses que se encuentran viviendo en el extranjero y la situación de cada uno de ellos es muy dispar. Algunos se encuentran varados en Europa, mientras que otros, por ejemplo, disfrutan sus días en un pueblo de 250 personas en Australia.
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En esta oportunidad, desde El Eco de Tandil dialogamos con Mariana Flores, una serrana de 44 años que desde hace ya casi un año se mudó junto a su familia a Kehrsatz, un pueblo que se encuentra a cinco kilómetros de Berna, la capital de Suiza.
El 2 de mayo de 2019, junto a Daniel, su esposo, y sus hijos Emma, de 13 años, y Mateo, próximo a cumplir 9, Mariana viajó al montañoso país de Europa Central, donde se encuentra realizando un curso intensivo de alemán, que le demanda dos horas diarias cuatro veces a la semana, mientras que sus hijos van a la escuela y su marido trabaja como personal temporario, ya que no tiene empleo fijo.
En comunicación con este medio contó cómo es la vida allá en el marco del coronavirus y trazó algunas similitudes y diferencia con las medidas preventivas que adoptó cada gobierno.
Los motivos por la que emigraron al viejo continente son varios: “Mi suegro está enfermo de Alzheimer y vive en un hogar de ancianos aquí. Además mi cuñada con su hija también residían desde hace bastante acá y eran ellas quienes se hacían cargo de él. Mi suegra era suiza y ellos vinieron acá en 1989, cuando fue la hiperinflación de Alfonsín. Ella falleció en el 2007 de cáncer y fue mi cuñada quien en aquella oportunidad también se hizo cargo de todo. Mi mamá falleció en 2017 y prácticamente me quedé sin familia en Tandil. En 2018 vinimos de visita y, después de despedirnos de mi suegro, entendimos que era muy probable que la próxima vez que lo viéramos él ya no nos reconocería. Creímos que además de acercar a la familia también le podíamos ofrecer un futuro diferente a nuestros hijos, ya que los dos éramos empleados y corríamos todos los días con los horarios y la economía”.
En su mente sigue estando la idea de retornar a la Argentina pero no para vivir, sino para visitar a todos los afectos que dejaron atrás. Mientras tanto, disfrutan de sus días en Europa.
Coronavirus en Suiza
La situación en Suiza, según contó Flores, es muy diferente a la que se vive en nuestro país. Si bien se tomaron allá algunas medidas, ninguna fue tan tajante como la adoptada por el presidente Alberto Fernández el pasado 20 de marzo, cuando decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
“La situación acá es bastante preocupante pero a la vez es muy relajada también, debido a que el aislamiento no es obligatorio pero las clases, por ejemplo, están suspendidas desde el 16 de marzo. Además, desde el 20 cerraron todos los comercios no esenciales, de modo que solo funcionan supermercados, farmacias, transporte público, correo, bancos y obras de construcción. El aislamiento es una sugerencia del Estado, pero aún así prohibieron las reuniones de más de cinco personas. Mantenemos la distancia social pese a que en nuestro caso no se nota tanto la diferencia, ya que no estamos integrados todavía”, comentó la tandilense.
Agregó que de hecho, a diferencia de lo que ocurre en el territorio argentino, ellos pueden salir a realizar actividad pública ya que está determinado como parte de la salud mental y física.
En el caso de las medidas adoptadas en la Argentina, son muchos los que están a favor ya que aluden que se preserva la salud, pero son también otros tantos los que señalan que se está desprotegiendo la economía y que eso acarreará un serio inconveniente. Siguiendo esa dicotomía entre salud y economía, evaluó Flores que en Suiza no se han realizado muchas acciones porque no quieren para el circuito productivo.
“Al principio de la pandemia me pareció que el Gobierno no tomaba medidas de protección. Si observas, cerraron las escuelas igual que en Argentina. De todas maneras, nosotros a mi suegro no pudimos ir a verlo desde fines de Febrero. Tengo la sensación que no toman medidas más estrictas porque no quieren parar la economía. Y por otro lado creo que hasta cierto punto es inevitable que todos nos contagiemos. Lo importante es cuidar a las personas de riesgo, pero tal vez apunten a una inmunización masiva”, reconoció.
Finalmente contó que allá están en vacaciones de primavera y que los chicos, por ahora, no tienen tareas, pero que antes de las vacaciones les mandaban por mail las tareas para hacer, mientras que ella continuó con sus clases de manera virtual.