El país que vive la pandemia como  si el virus no existiera

Quienes son de Tandil y ya peinan canas seguramente recordarán al Sueco Rudervall.

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Así, simplemente, se conocía a Rodolfo Rudervall, quien durante décadas tuvo su taller de tapicería en la calle San Lorenzo.

Locuaz, culto y de perfil alto para la época, era muy común ver en nuestro diario al sueco, siempre con alguna novedad y siempre también con una sonrisa a flor de piel.

Hasta que un día ya no se vio más en Tandil al “sueco loco”, como él mismo se autodefinía.

La familia se volvió a Suecia. Era el año 1989 y hacia allí emigraron Rodolfo, Elsa y sus cuatro hijos: Roberto, Marcelo, René y Marcos.

Hace menos de un lustro se apagó la vida de Elsa, a los 86 años. Su esposo ya tiene 97 y goza de buena salud.

En este duro y desconcertante momento que le toca vivir al mundo entero logramos contactar a uno de sus hijos, el arquitecto Marcelo Rudervall, de 61 años de edad.

-Suecia es una rara avis en cuanto a su modo de vivir la pandemia. ¿Cómo lo siente?

-Es verdad. Distinto a todo, por lo que sabemos. Acá se eligió un camino diferente, sin prácticamente ningún tipo de confinamiento.

–¿Está de acuerdo con eso?

–Lo cierto es que el gobierno optó por una opción muy fácil, para mí: pasarle responsabilidades a la gente.

–Algo impensado en la Argentina…

-Y… lo que ocurre es que acá en gran medida funciona. El sueco es muy comprometido y respetuoso, tanto en la relación interpersonal como también en lo que respecta a las leyes. Me animaría a decir que es obediente. Tan simple como eso.

–¿Ha funcionado bien esa “libertad con recomendaciones”?

-Diría que funciona en cierta forma, aunque no en todos los casos. Lamentablemente se olvidaron de reforzar los geriátricos. En esos sitios hay mucho personal no preparado para la sanidad y cuando comenzó el contagio fue muy difícil controlarlo.

–Han existido muchos casos y muchos muertos…

-La verdad que sí. Casi 60 mil casos confirmados y más de 5 mil muertos. De acuerdo a lo que han señalado, el promedio de edad de los fallecidos supera largamente los 70 años.

–¿Cómo se ha manejado la economía en Suecia?

-Diría que no se ha debilitado en absoluto ya que la mayor parte del sector productivo ha seguido con plena actividad. Tiendas, restaurantes y gimnasios por ejemplo, nunca se cerraron.

–¿Las clases se dictan normalmente?

-En lo que respecta a pre-escolar y primaria sí. En lo que tiene que ver con la escuela secundaria y la Universidad, nunca se interrumpieron, pero las clases se dictan a través de video conferencias, a distancia.

–¿En qué notaron ustedes que había peligro de contagio?

-Como todo el mundo, sabíamos del peligro al que nos enfrentábamos, y seguimos enfrentándonos. Cada uno trató de cuidarse a su manera. Lo único que sugirió el gobierno fue limitar las aglomeraciones. Nunca, más de 50 personas. Eso sí: teatros y cines han estado cerrados. También se le pidió a la población restringir los viajes internos, entre ciudad y ciudad.

–¿Podían salir a pasear libremente?

-Sí. A pasear por los parques o por la playa, a caminar, a pasear el perro…

–¿Considera acertadas las medidas implementadas en Suecia?

-Honestamente, es muy difícil saber si han sido acertadas o no. Creo que aún es temprano para sacar conclusiones, porque este maldito virus sabemos que es incontrolable.

En un futuro próximo sabremos si fue acertado el hecho de mantenerse unos en confinamiento y otros no.

-En el caso puntual de ustedes como familia, ¿lo llevan bien?

-Hasta ahora por suerte sí.  Nos cuidamos todo lo que podemos y ninguno de la familia ha sido contagiado. En Suecia la vida cambió pero no se detuvo en ningún momento.

 

Argentina:

Población estimada: 45 millones

Casos confirmados: 41.204

Fallecimientos: 1.000

Suecia:

Población estimada: 10,5 millones

Casos confirmados: 56.043

Fallecimientos: 5.053