Alejandra Díaz, una tandilense con alma aventurera que conoció el amor en India
La tandilense Alejandra Díaz, de 40 años, partió rumbo a India en 2019. Tras recorrer buena parte del país, conoció a Srijan Yadav, con quien se puso en pareja hace pocos meses y, tras pasar toda la cuarentena juntos, decidieron casarse. En diálogo con este medio, reveló detalles de su boda y contó cómo está la situación sanitaria allá.
La pandemia por el coronavirus ha causado severos e irremediables daños a lo largo del mundo, pero también ha dejado una enseñanza para algunos y ha sido una marca de fuego para otros que debieron pasar, tal vez, más de 100 días encerrados sin posibilidad de moverse.
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En el marco de esta medida de confinamiento que diferentes gobiernos decidieron adoptar, las relaciones afectivas fueron quizá uno de los puntos más críticos: hubo parejas que supieron sortear los inconvenientes y roces propios de transitar todos los días juntos, pero hubo también otras que no lograron superar el aislamiento y terminaron separándose.
No obstante, en esta oportunidad no se trata de una historia de amor destruida por el Covid-19 sino de una que este virus supo reforzar y afianzar.
La tandilense Alejandra Díaz, quien se recibió de veterinaria y luego trabajó en investigación y docencia en la Unicen por una década, se encuentra viajando por la India desde hace ya más de un año y está próxima a casarse con Srijan Yadav, a quien conoció en el país asiático.
En diálogo con El Eco de Tandil, Alejandra contó cómo, cuándo y por qué decidió comenzar con su aventura y también brindó detalles de su boda y de la situación sanitaria en India.
El viaje
-¿Cuándo comenzaste a viajar?
-En 2018 estuve en Melbourne, Australia, trabajando seis meses en un proyecto de postdoctorado de investigación. Y la particularidad que tiene esa ciudad es que hay gente de todo el mundo, lo que menos encontrás son australianos. Ahí conocí mucha gente, y tuve muy buena relación con indios. No creí que eso fuera casualidad, entonces dije ‘tengo que venir a la India’. Y así, en 2019 renuncié a los cargos que tenía y me vine con la idea de viajar por acá.
-¿Por dónde estuviste?
-En 2018, cuando estaba en Australia, viajé a Camboya y Malasia. Después volví a la Argentina y cuando me vine a India, estuve en España, Portugal, Marruecos y Sri Lanka.
Y acá también recorrí muchos lugares: estuve por el sur, en el estado de Kerala, y en el norte en Himachal Pradesh, Spiti Valley, Kashmir, Calcuta, Agra, Rayastán, Benarés y Mumbai. India te absorbe porque es enorme y viajo de una forma particular, no hago tours rápidos. Me tomo mi tiempo, me gusta quedarme en los lugares y demás. También fui un día a Nepal, que me quedé más de lo que me permitía la visa porque conté mal los días, entonces por este inconveniente sólo pude ir un día para hacer la salida de rigor, ya que mi visa es por cinco años pero cada 90 días tengo que salir. No importa por cuánto tiempo ni a dónde.
-¿Con quién viajás?
-Me vine sola y viajo sola. Pero este es un país muy particular y la gente es muy distinta. Ellos tienen como un dicho que es que los extranjeros se consideran dioses, entonces nos tratan como tales y nos hacen sentir muy bienvenidos en todos los lugares. De hecho en algunos casos recorrí con amigos y amigas indias, pero tiempos cortos. El resto lo hice sola.
-¿Y estás trabajando en algo relacionado con tu profesión?
-No, al momento de que renuncié a los cargos en Tandil, me dediqué a viajar. Dejé mi auto particular trabajando con un chofer como remis, o sea que de ahí tengo un pequeño ingreso. Y después hice algunos voluntariados, que vos vas a ciertos lugares y a cambio de alguna labor te dan alojamiento y a veces comida. Esa es una manera de abaratar costos y poder recorrer. Por ejemplo, estuve ayudando en una escuela y en un hostel en la montaña.
-¿Cómo hiciste con el idioma?
-Acá la gente que tiene una mediana educación habla muy bien inglés porque fueron colonia inglesa. Pero las clases bajas no, sólo hablan hindi. Estuve tratando de aprenderlo pero no pude, es muy difícil. Así que me manejo con el inglés, que al estar viajando lo vas perfeccionando.
-¿Cómo fue adaptarse a una cultura tan diferente?
-A mí me encanta y amo India y por eso me quedé, pero es particular. Son 140 millones de personas, hay mucha suciedad, mucha pobreza. Así como te digo que son de darte la bienvenida, también son muy invasivos. Cuando llegás, lo amás o lo odiás, no podés permanecer neutro, no te da lo mismo. Te gusta o no, es imposible estar al medio.
Pero si uno supera esa barrera, porque es un país de contraste, muy diferente a todo, te gusta y te hacen sentir muy bien y se hace más fácil la adaptación.
Coronavirus
-¿Cómo están allá en lo que respecta al Covid-19?
-Ahora estamos medio al horno, superamos los 500 mil infectados y hay más de 15 mil muertos. Yo al principio sacaba la cuenta de la cantidad de infectados sobre el número de habitantes y no es tan alta. Si bien la cifra suena elevada, no es tan grande. Lógicamente igual es mucho, porque encima la curva sigue creciendo y nunca llega a la cima. Por lo tanto la situación continúa complicada.
-¿El sistema de salud funciona bien?
-El sistema de salud no está colapsado, aunque no sé bien cómo funciona. Pero en Maharastra, donde está Mumbai, sí hay una saturación, y de hecho en trenes y espacios públicos se han montado salas de emergencia. Pero es todo muy variable de acuerdo al estado en el que estés. No se puede hablar de un colapso, pero en algunos lugares sí están sobrepasados de casos que atender.
-¿Están en cuarentena?
-Oficialmente estamos en la fase cinco del lockdown (cuarentena), que es como en la Argentina, donde se relajan algunas cuestiones y estaríamos cerca de volver a la vida normal. Pero se supone que uno entra en esta etapa cuando está todo medianamente controlado y los casos ya empiezan a bajar. La cuestión es que acá eso no está pasando.
Entonces lo que se hace es que, si bien hay una comunicación oficial del primer ministro, cada estado es libre de poder legislar y hacer lo que le parece de acuerdo a la situación interna. Por lo tanto, algunos lugares volvieron a la fase uno del aislamiento.
-Y donde te encontrás vos, ¿cómo está la situación?
-Yo estoy en Gurgaon, en el estado de Haryana. Acá últimamente hubo un aumento en la cantidad de casos que nadie esperaba y se canceló la apertura de hoteles y shoppings, que decían que los iban a habilitar.
-¿Cómo ves las condiciones en Tandil y en la Argentina estando a la distancia?
-Creo que Tandil hoy es un lujo desde el punto de vista epidemiológico, porque fueron sólo cuatro casos, o sea que no habría presencia del virus en la comunidad, lo cual es súper importante. Y en capital la historia es completamente distinta. Creo que en las grandes ciudades ha pasado en todo el mundo, el tema es otro allí. Es más difícil de manejar, hay más hacinamiento.
Pero lo que veo es que en la Argentina se está manejando muy bien, es muy difícil hacerlo. Porque nadie tiene una receta de qué cosas hacer para que todo salga de manera correcta. Si bien hay ciertas pautas, como salir con tapabocas, desinfectarse y demás, es muy complicado manejar esta pandemia.
Lo que sí, después de que todo esto pase va a haber que remarla mucho desde el punto de vista económico porque se vienen épocas muy difíciles. Y acá pasa lo mismo, es igual pero multiplicado por cien, porque hay mucha gente que vive al día y de un momento al otro se quedó sin su fuente de ingreso.
Casamiento
-¿Cuándo te casás?
-Me caso el mes que viene, el 15 de julio.
-¿Con quién?
-Se llama Srijan Yadav, es un indio que conocí acá en un viaje, en Kodaikanal, en la parte sur del país. Yo después me mantuve viajando, yendo y viniendo un tiempo, porque él tiene una vida fija, no como yo itinerante, y antes de que comience la cuarentena me vine para Gurgaon, donde vive Srijan.
-¿Cuándo comenzó la cuarentena?
-La cuarentena comenzó el 22 de marzo. Yo para principios de ese mes viajaba por el sur de India y en un momento empezaron a pasar algunas cosas que me hicieron sentir que se venía algo importante. Por ejemplo, más controles en los hoteles, la gente ya te miraba raro. De hecho, en el último hostel que estuve, para poder alojar a una chica de Francia la llevaron al hospital.
-¿Y cuándo tomaste la decisión de ir a Gurgaon?
-El 12 de marzo me tomé un avión directo y me vine para acá. Así que desde esa fecha estoy en lo de mi novio.
-¿Pasaron toda la cuarentena juntos?
-Sí, fue toda una experiencia, porque tampoco hacía tanto que nos conocíamos. Y pasamos de que yo viajaba por todos lados a tener que estar 24 horas al día, todos los días, juntos. Fue un desafío. Pero estuvo todo bien y de ahí nació la decisión de casarnos.
-¿Cómo van a hacer con el tema de la boda? ¿Se permiten las reuniones?
-A diferencia de lo que ocurre allá, acá están permitidas las reuniones hasta 50 personas. Igual, la idea nuestra es, como el 15 de julio es la parte legal, lo que equivale al registro civil, hacer algo muy pequeño con la gente que está alrededor, porque tampoco se permiten los viajes. Y después, cuando todo se normalice, si se normaliza algún día, hacer algo más al estilo indio, más grande, con más fiesta. Pero los planes están sujetos con pinzas porque es como que nadie sabe bien qué es lo que va a pasar.
-¿Y luego vendrían a celebrarlo a la Argentina?
-Sí, tenemos pensado viajar juntos y con algún familiar, si es que se puede, para hacer algo allá también. Porque tengo a mi hermana, mi hermano y mi papá, además de muchos familiares por parte de mi familia paterna y una gran cantidad de amigos y amigas.