El tandilense Agustín Merello contó cómo vive la cuarentena en Madrd
El tandilense Agustín Merello está varado junto a su novia, Manuela Saravia, en Madrid, España, desde hace ya más de un mes. En diálogo con este medio contó las diferentes situaciones por las que atravesaron y los innumerables intentos que hicieron por regresar al país.
Mientras la cuarentena obligatoria en la Argentina se flexibiliza de manera paulatina a medida que pasan los días y nos adentramos en nuevas fases del decreto de aislamiento social, preventivo y obligatorio, varios argentinos aún permanecen varados en naciones extranjeras.
Recibí las noticias en tu email
Si bien ya el canciller Felipe Solá anunció días atrás, luego de mantener una reunión con autoridades de los ministerios de Transporte, Interior, Salud, Defensa y Seguridad, el cronograma de vuelos para repatriar a más de tres mil ciudadanos nacionales, lo cierto es que aún son una importante cantidad los que permanecen en otros países.
Tal es el caso del joven tandilense Agustín Merello, de 24 años, quien se encuentra junto a su novia, Manuela Saravia, en Madrid, España, debido a que les cancelaron el vuelo de regreso y no pudieron conseguir nuevos pasajes.
“Estamos acá en Madrid, por suerte muy bien, pero esperando impacientes, queriendo volver a casa”, comenzó relatando Merello en una comunicación que mantuvo mediante videollamada, a través de la aplicación Zoom, con el programa Tandil Despierta, que se emite por Eco TV y Tandil Fm 104.1.
Tras un descargo que efectuó a través de sus redes sociales, en el que explicó la situación por la que atraviesan, el tandilense brindó algunos detalles de su viaje a este medio: “Nosotros estábamos viajando desde hace un año más o menos. Vinimos con una visa de vacaciones y empleo a Francia. Trabajamos allá, después en España y más tarde volvimos a Francia”.
Cuando se desató la crisis por el coronavirus, Agustín y Manuela se hallaban en Los Alpes y tenían un pasaje de vuelta a la Argentina para el 22 de marzo. El retorno sería desde Italia, pero al ser uno de los primeros países europeos en registrar gran cantidad de casos de Covid-19, les cancelaron el vuelo.
“Lo primero que hicimos fue dejar el trabajo que teníamos y nos marchamos a París para tratar de volver, pero lamentablemente no pudimos. Entonces nos fuimos a Madrid y aquí quedamos. Estamos hace un mes”, narró Saravia y agregó que eligieron la capital española porque conocen allí a una familia: “Por suerte tenemos conocidos, amigos y familia acá, porque si no, un mes en un lugar donde no tenés ingresos y la vida es cara, es muy complicado. Y lamentablemente hay mucha gente en esa situación”.
El mensaje en las redes
Para dar a conocer la situación por la que atraviesan, Agustín compartió una nota que redactó a través de su perfil de Instagram, la cual su novia se encargó de replicar.
“Soy Agustín Merello, tengo 24 años y me encuentro con mi pareja hace 28 días en cuarentena en Madrid. Afortunadamente un matrimonio amigo de la familia nos ha recibido y nos encontramos en perfecto estado de salud y sin ninguna necesidad urgente. Sin embargo, nos consta que muchos argentinos no corren la misma suerte que nosotros. Únicamente en Madrid hay miles de compatriotas varados, cada uno con una situación particular, pero a todos nos une el deseo de volver al país.
Considero que en las últimas semanas la Argentina ha tomado medidas drásticas y necesarias para garantizar la vida y la salud de muchos ciudadanos. Sin embargo pregunto: ¿Quién protege a la población de riesgo que se encuentra a 14mil kilómetros de su país y no cuenta con la posibilidad de ser atendido en un centro de salud extranjero colapsado? ¿Quién acompaña y garantiza la salud del que no cuenta con un techo para dormir? ¿Quién proporciona los medios para el que se ha gastado todo lo que tenía en la compra de dos, tres o cuatro pasajes ante la desesperación por volver? ¿Cómo se explica que los vuelos de repatriación se vuelvan un negocio y sean más caros que los corrientes? ¿Cómo se entiende que aviones españoles vuelen a la Argentina vacíos, ¡sí, vacíos!, ya que el país no cuenta con la capacidad física para recibir a sus habitantes? ¿Cómo se espera que los argentinos varados en todo el mundo tengan paciencia, cuando se los ha abandonado en patria extranjera?
Esta crisis es global. Hoy no se debe poner el foco en las causas, en el porqué, en las miles de teorías conspirativas que surgen inevitablemente. Hoy el centro se encuentra en madurar como sociedad, en unirse, en ser empático con el de al lado, en preguntarnos hasta qué punto nuestra vida común es sostenible, justa, con sentido…
No pretendo tirar mierda, no es el momento de destruir sino de construir. Describo una de las miles de situaciones de personas que esta crisis afecta directamente. Trato de transmitir lo que se siente el estar lejos, la decepción de sentirse abandonado, la impotencia de no poder hacer mucho al respecto, la tristeza de estar encerrado en un hogar que no es tuyo, en un país al que no le perteneces.
Aplaudo a la mayoría de las medidas de un gobierno que priorizó la vida. Creo que ya sería hora de que esa sea siempre la base de cualquier decisión política y no algo coyuntural.
Agradezco eternamente a la solidaridad de un país y de tanta gente que en una situación crítica ha sacado lo mejor de sí. La hospitalidad, la amabilidad, la alegría de nuestros anfitriones y de los españoles nos abraza cada día.
Pero por favor, nos han abandonado fuera del país, estamos solos. Hay gente que realmente lo necesita, que está en riesgo, que no tiene a nadie, que no le queda nada. No nos olviden.
También somos argentinos.
Solo queremos quedarnos en casa, en la nuestra”.
Un viaje lleno de vaivenes
Contó Agustín que dejaron de trabajar el 15 de marzo y se dirigieron a la capital francesa porque era donde se encontraba el aeropuerto más cercano. Sabían que mucha gente se estaba dirigiendo a las terminales y les adelantaban los vuelos. Sin embargo, cuando arribaron a París se encontraron con una ciudad desolada, con los locales cerrados y con un alto grado de incertidumbre entre los pobladores.
Lograron comprar un pasaje hasta Madrid ya que pensaron que si los vuelos de repatriación partían desde España, lo mejor era que estuvieran allá. “Ése fue el último vuelo que tuvimos. Llegamos y al día siguiente cerraron todas las fronteras”, contó con desolación.
Al arribar a la principal localidad española se enteraron que esa misma noche partía un último avión con destino a la Argentina. Intentaron tramitarlo pero lamentablemente les contestaron que no podían hacerlo porque su vuelo había pedido un bono para devolverles el monto gastado, lo que significa que estaba cancelado. “Entonces ese mismo día salió el último vuelo a nuestro país con cien asientos vacíos”, relató el tandilense y completó: “Y ahí empezó esta historia de vuelos que iban vacíos a la Argentina a traer españoles, a repatriarlos; nunca fue ningún argentino en ellos”.
Recién el fin de semana anterior, luego de reiterados reclamos de las personas varadas en el viejo continente, dos aviones que tenían estipulado despegar sin pasajeros para repatriar españoles se completó con ciudadanos argentinos y paraguayos.
“Desde la embajada hacen lo posible”
Ante la desesperación de las personas por volver al país, la embajada argentina en Madrid se encuentra colapsada pero aun así trata de dar respuesta a todos los ciudadanos, a diferencia de lo que ocurre con las aerolíneas.
“Desde la embajada están haciendo todo lo posible pese a que está como colapsada. En comparación con las aerolíneas, ha sido muy buena la atención. La aerolínea nunca nos atendió. Desde hace dos meses los estamos llamando, más o menos, y nunca nos atendió”, clamó con indignación Merello.
Refirió que en la embajada hacen un trabajo rotativo y que eso facilita la atención, ya que tienen una base de datos y, aunque cambie la persona que atiende, “siempre están al tanto de tu situación”.
En tanto, la comunicación con la aerolínea prácticamente fue nula durante un mes y recién días atrás les contestaron que están trabajando de manera mancomunada con la Cancillería.
“Se vive con miedo”
España ha sido uno de los países más afectados por el coronavirus, con más de 217 mil casos confirmados y una alarmante cifra de fallecidos que supera los 25 mil.
Los elevados números hacen que la población, según refirió el tandilense, se sienta con “miedo”: “En España se vive realmente como una tragedia, y sobre todo en Madrid. Son muchas las personas que fallecieron. Es muy triste, acá la familia que nos hospeda tiene amigos que están infectados o que se les ha muerto algún allegado. Está mucho más cerca el virus; en la Argentina, quieras o no, por suerte se han hecho muchas cosas bien. Nos ha sorprendido gratamente cómo se ha trabajado, pero por supuesto que queda muchísimo por hacer”.
Sus rutinas se han modificado y su principal temor pasa por el hecho de que sus seguros médicos no los cubren durante la pandemia, “entonces si nos pasa algo no nos van a poder atender”. Por tal razón, desinfectan continuamente su hogar y a los artículos que compran, como así también a quienes salen a hacer algún mandado.
“Se vive con incertidumbre, son muchos sentimientos encontrados. Pero tenemos la esperanza de que se va a poder solucionar pronto”, evaluó con optimismo Merello.
Ningún vuelo de repatriación los trajo de vuelta
Días atrás la Cancillería argentina dio a conocer el cronograma de vuelos programados para repatriar a los ciudadanos que se encuentran varados en el exterior por las medidas de prevención adoptadas ante el avance del coronavirus.
Los operativos permitirían que 3.104 argentinos regresaran al país en un total de 16 vuelos, de los cuales dos eran desde Madrid: uno el domingo 26 de abril (retornó con 180 pasajeros) y otro el lunes 27 (volvió con 243 personas).
Lamentablemente, no lograron conseguir pasaje para ninguno de esos como así tampoco para el de este domingo que regresará con 243 pasajeros desde Barcelona. Deberán aguardar, entonces, a que se anuncien nuevos cronogramas de vuelos.