La degradación ambiental avanza a pasos agigantados, no es novedad. Aquí no hay lugar para la cultura del descarte, no se puede tirar y volver a comprar un medioambiente nuevo. Es por eso que reparar la ecología se ha convertido en una disciplina clave para recuperar ecosistemas dañados.&nbsp;Uno de los principales referentes en este campo es el ecólogo estadounidense James Aronson, cuya labor ha marcado un antes y un después en la manera de entender y abordar la restauración de los paisajes degradados. Con un enfoque que integra ciencia, sociedad y compromiso ambiental, el catedrático ha dedicado su carrera a promover la regeneración de ecosistemas funcionales y resilientes.Con este afán, el experto en biogeografía visitó Tandil y compartió una charla abierta en la Biblioteca Central del Campus, donde fue presentado como el “padre de la restauración ecológica”. Es importante mencionar, que el catedrático es docente de la Maestría en Una Salud, de la facultad de Ciencias Veterinarias de la Unicen.&nbsp;<blockquote>“Nuestra mirada sobre la restauración ecológica incluye a los ecosistemas, pero también el abordaje de problemáticas sociales y de la salud. Aquí convergen las cosmovisiones de las comunidades indígenas: mirarnos como parte de la Naturaleza”, explica en cada ocasión su concepto, pensando a la “restauración holística” como “parte de la ecología de la restauración”.</blockquote><section class="noteSuggested" data-id="133644,132915,132589" data-title="Puede interesarte"></section><h3 style="text-align:justify;">Dos caminos para la recuperación ambiental&nbsp;</h3>James Aronson nació en Estados Unidos y se formó como biólogo y ecólogo, especializándose en restauración ecológica y biogeografía. Su interés por los ecosistemas degradados lo llevó a trabajar en diversas partes del mundo, incluyendo el Mediterráneo, América Latina y África. Actualmente, es investigador en el Centro de Ecología Funcional y Evolutiva (CEFE) en Francia y ha colaborado con instituciones como el Missouri Botanical Garden.A lo largo de su trayectoria, Aronson ha sido un ferviente defensor de la restauración ecológica como una disciplina que no solo busca recuperar ecosistemas en términos de biodiversidad, sino también en cuanto a su funcionalidad y capacidad para proveer servicios ecosistémicos clave, como la regulación del clima, la captación de agua y la protección del suelo.Uno de los aportes fundamentales de Aronson es la distinción entre restauración y rehabilitación ecológica. Según su perspectiva, la restauración busca devolver un ecosistema a su estado original antes de su degradación, mientras que la rehabilitación no intenta replicar exactamente el ecosistema perdido, sino recuperar su funcionalidad con nuevas especies o estructuras ecológicas adaptadas a las condiciones actuales.Este enfoque es particularmente relevante en un contexto de cambio climático, donde muchas veces no es viable restaurar un ecosistema a su estado pasado debido a nuevas condiciones ambientales. En este sentido, el ecólogo promueve y propone estrategias que refuercen la capacidad de adaptación y resiliencia de los ecosistemas en lugar de simplemente replicar su composición histórica.<h3 style="text-align:justify;">Un esfuerzo social</h3>Uno de los pilares del trabajo de Aronson es la importancia de integrar a las comunidades en los procesos de restauración. Para él, la restauración ecológica no es solo una cuestión técnica o científica, sino también social y económica.&nbsp;En muchas ocasiones, los ecosistemas degradados afectan directamente a las poblaciones locales, ya sea por la pérdida de fuentes de agua, la erosión del suelo o la reducción de recursos naturales clave.Por ello, sus proyectos suelen incluir la colaboración con actores locales, combinando conocimientos científicos con saberes tradicionales. Esta integración no solo mejora la efectividad de los proyectos de restauración, sino que también fortalece el vínculo entre las personas y su entorno, fomentando un modelo de conservación más sostenible.Vale pensar, entonces, que en un contexto donde los desafíos ambientales son cada vez más urgentes, en esta reparación de la naturaleza como una herramienta esencial para enfrentar la crisis ecológica global. Cabe destacar que el trabajo de Aronson ha influido en políticas de conservación, en la creación de redes internacionales de restauración y en la formación de nuevas generaciones de ecólogos comprometidos con la recuperación de los ecosistemas.Gracias al enfoque integral que propone al combinar ciencia, participación social y estrategias adaptativas, la percepción es que Aronson está dejando un legado inspirador de iniciativas en todo el mundo. Su visión demuestra que restaurar la naturaleza no es solo una posibilidad, sino una necesidad urgente para garantizar un planeta saludable y habitable para las futuras generaciones.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/02/james_aronson_3.jpeg" alt="james aronson"></figure><h3 style="text-align:justify;">Sabiduría ancestral y ciencia moderna</h3>Esta teoría, es evidente que no puede concebirse como un proceso exclusivamente biológico, sino que es una iniciativa profundamente arraigada en la participación y el bienestar de las comunidades locales. Por ende, el biólogo plantea que para que los proyectos de restauración sean exitosos y sostenibles en el tiempo, es esencial integrar a las personas desde el inicio, permitiéndoles ser parte de la planificación, implementación y monitoreo de los ecosistemas recuperados.&nbsp;Esta visión promueve la co-gestión, donde científicos, gobiernos y habitantes locales trabajan juntos en la toma de decisiones, asegurando que las necesidades económicas, sociales y culturales sean respetadas. Un claro ejemplo de esta estrategia se dio en el delta del río Ródano, en Francia, donde agricultores y pescadores participaron activamente en la restauración de humedales, garantizando que su modo de vida fuera tenido en cuenta.El respeto por el conocimiento tradicional e indígena es otro pilar fundamental en este enfoque, porque las comunidades han desarrollado, a lo largo de generaciones, estrategias de manejo sostenible de los ecosistemas, y su integración en la restauración permite combinar la sabiduría ancestral con la ciencia moderna. Así lo demuestran experiencias en Sudamérica, donde técnicas agroforestales indígenas han sido rescatadas y aplicadas para mejorar la biodiversidad y la fertilidad del suelo.Además, la restauración ecológica puede ser una fuente de oportunidades económicas para las comunidades, generando empleos verdes y fomentando el desarrollo local. A través de la contratación de pobladores para actividades como la reforestación y el monitoreo ecológico, o el impulso del ecoturismo y la producción sostenible de recursos como la miel o las plantas medicinales, se logra que los beneficios de la restauración sean tangibles y duraderos. En Madagascar, por ejemplo, la capacitación de comunidades locales ha permitido restaurar bosques degradados mientras se desarrollan actividades productivas sostenibles.Para garantizar la continuidad de estos proyectos, Aronson resalta la importancia de la educación ambiental y la sensibilización. Programas escolares, talleres comunitarios y capacitación en técnicas de restauración aseguran que las nuevas generaciones se involucren y comprendan la importancia de conservar los ecosistemas restaurados.Por último, el monitoreo comunitario y la ciencia ciudadana juegan un papel clave en la sostenibilidad de estos proyectos. Así, capacitar a los habitantes locales en la observación y el registro de cambios en el ecosistema les permite asumir un rol activo en la protección del entorno restaurado.<h3 style="text-align:justify;">Restauración pasiva versus activa</h3>Son cada vez más los expertos que han ido adhiriéndose a las propuestas de este impulsor, por lo que proporcionalmente se fue ampliando el equipo de trabajo y, en conjunto, desarrollaron principios fundamentales para guiar los proyectos de restauración.&nbsp;Para esto, en primer lugar, distinguieron las bases de una restauración pasiva y de otra activa. En el caso de la primera, postularon la eliminación de las causas de degradación para permitir que el ecosistema se recupere naturalmente. A modo de ejemplo, esto sería prohibir la tala en un bosque para que la vegetación vuelva a crecer por sí sola. Mientras, en el segundo, se trata de la implementación de acciones directas como reforestación, restauración de suelos o reintroducción de especies.Específicamente, las propuestas se basan en plantación de especies nativas para recuperar la cobertura vegetal y mejorar el suelo; uso de técnicas como bioingeniería, siembra de leguminosas o enmiendas orgánicas para mejorar la fertilidad; y el control de especies invasoras a través de la expulsión de variedades exóticas que compiten con las nativas y afectan la biodiversidad.Por otro lado, también apuntan a la recuperación de cuerpos de agua, como la restauración de humedales, ríos y lagos mediante la reintroducción de vegetación ribereña y la mejora de la calidad del agua. Así también, trabajan en la promoción de programas de cría en cautiverio y liberación en la naturaleza para recuperar especies en peligro de extinción.<h3 style="text-align:justify;">Casos emblemáticos en el mundo</h3>A lo largo de su carrera, James Aronson ha participado en diversos proyectos de restauración ecológica en diferentes regiones del mundo. Entre los casos más representativos se encuentran:<ul><li style="text-align:justify;">Restauración del bosque atlántico en Brasil: Aronson y equipo han trabajado en proyectos para recuperar fragmentos de este ecosistema, que ha sido severamente afectado por la deforestación y la expansión agrícola. A través de la reintroducción de especies nativas y la participación de comunidades locales, se han logrado avances significativos en la regeneración de la biodiversidad. Allí, además, se han creado corredores biológicos para conectar fragmentos de bosque y permitir el movimiento de especies.</li><li style="text-align:justify;">Recuperación de ecosistemas áridos en el Mediterráneo: en esta región, donde la desertificación y la sobreexplotación del suelo son grandes problemas, han impulsado estrategias de restauración basadas en la regeneración natural asistida y el manejo sostenible de recursos.&nbsp;</li><li style="text-align:justify;">Restauración de la Camarga, Francia:&nbsp;este es un proyecto enfocado en recuperar humedales en el delta del Ródano, en el cual se han restaurado procesos hidrológicos y se ha trabajado con agricultores para implementar prácticas sostenibles.</li><li style="text-align:justify;">Iniciativas en África y Medio Oriente: ha colaborado en proyectos de reposición en regiones como Senegal y Jordania, donde la combinación de conocimientos científicos y tradicionales ha permitido mejorar la productividad del suelo y recuperar servicios ecosistémicos esenciales para la subsistencia de las poblaciones locales. Es destacable el trabajo en la rehabilitación de Tierras Mineras en Sudáfrica, para lo que han utilizado técnicas de fitoremediación para recuperar suelos contaminados y se han plantado especies resistentes que ayudan a fijar nitrógeno y estabilizar el suelo.</li></ul><h3 style="text-align:justify;">¿Restauración o rehabilitación?</h3><ul><li style="text-align:justify;">Restauración ecológica: de acuerdo a la Sociedad para la Restauración Ecológica (SER) se trata del proceso de asistir la recuperación de un ecosistema que ha sido degradado, dañado o destruido. Su objetivo final es devolver el ecosistema a su estado original o a un estado lo más cercano posible en términos de estructura, función y biodiversidad.</li><li style="text-align:justify;">Rehabilitación ecológica: la rehabilitación ecológica, en cambio, no busca la recuperación total del ecosistema original, sino mejorar su funcionalidad y capacidad de proveer servicios ecosistémicos. Es una estrategia utilizada cuando la restauración total no es posible debido a cambios irreversibles en el ambiente (por ejemplo, urbanización, minería a gran escala o cambios climáticos extremos).</li><li style="text-align:justify;">Ejemplo de restauración: reforestación con especies nativas para recuperar un bosque deforestado y restablecer sus funciones ecológicas.</li><li style="text-align:justify;">Ejemplo de rehabilitación: restaurar suelos degradados en una mina abandonada para permitir el crecimiento de vegetación, sin necesariamente recuperar la biodiversidad original.</li></ul>

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La rehabilitación ecológica según James Aronson: “Mirarnos como parte de la naturaleza”

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