Primera Temporada, capítulo 5
HUERTA DOMICILIARIA: cobertura vegetal, asociaciones benéficas y ecosistema diverso
Todas las semanas, un capítulo más en El Eco de Tandil, en la web y en nuestro canal de podcasts en Spotify.
Llega una nueva entrega de Hábitat y Conciencia para seguir dando forma a este proyecto tan lindo de cultivar alimentos en casa. En esta ocasión vamos a navegar por temas diversos pero interconectados: la protección de la tierra posterior al trasplante, las asociaciones benéficas entre especies y la importancia de la biodiversidad.
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La cobertura del suelo es algo que sucede espontáneamente en la naturaleza. Es cosa de mirar como los mismos árboles o plantas van cubriendo las superficies de hojas en otoño. Esta observación se convirtió en la técnica favorita de algunos horticultores, ya que trae reales beneficios. Eso, que bien podríamos llamar abrigo de la tierra, consiste tapar el alrededor de las plantas con materiales orgánicos, para lo cual previamente deberás liberarlas de yuyos.
Silvina Morteo es huertera y yuyera de alma, conoce de la alquimia de las plantas, recorre las sierras y pastizales hace más de 20 años descubriendo las nativas y nunca termina de aprender ni de sorprenderse por la gran diversidad que se abre al paso. Dentro de todo lo que sabe, nos compartió lo más útil para este quinto episodio de la temporada, donde ya han elegido las variedades a cultivar y es necesario ajustar detalles para llevarlas a tierra haciendo que ese proceso y su continuación sean fructíferos.
“Antes de trasplantar es importante mover la tierra, sin darla vuelta, sacar la gramilla o yuyitos que no se quieran cultivar, también podemos agregar el compost que realizamos en nuestra casa o un abono compuesto como el bocashi, y finalmente cubrir el cantero con pasto seco o paja y dejarlo reposar para que se restablezcan los organismos que allí viven”, recomendó.
Abrigar la tierra
Hablábamos antes de abrigar, cobijar, resguardar la tierra para conservar sus propiedades y así también a las plantas recién puestas, para lo cual hay diferentes recursos a fin de potenciar todo lo que la naturaleza proporciona.
Es válido decir que se pueden usar distintas materias orgánicas como cobertizos; así es el caso de los yuyos, ortigas, helechos cortados y hojas en general que resultan súmamente útiles como acolchados al igual que los productos leñosos.
En este sentido, si escuchan el podcast subido al canal de Spotify de El Eco podrán oir de la propia voz de Silvina sobre los beneficios de la paja y otros. No obstante, se debe tener en cuenta que si bien es un muy buen cobertizo, es importante regarla constantemente para que el viento no la mueva, y para que sus filamentos se vayan uniendo y formando una tela que revista por completo la tierra.
Por su parte, el aserrín, las astillas y las virutas de madera forman otro excelente acolchado. Sin embargo, hay que tener cuidado ya que si se pudren terminarán extrayendo el nitrógeno del suelo, por lo que será necesario complementar con este elemento a las plantas y una buena forma de hacerlo es agregar estiércol de vaca.
Un ecosistema diverso
Por otro lado, dijimos que la biodiversidad es sumamente significativa y acá también entra en juego esa asociación de especies que resultará benéfica para obtener crecimientos sanos.
La asociación de cultivos en el huerto consiste en combinar determinadas especies para potenciarse, cuidarse y acompañar al desarrollo mutuo. Así, lo conveniente es disponer cultivos de crecimiento rápido con otros de crecimiento lento.
Otra opción es intercalar variedades que puedas cosechar rápidamente entre otras que tardan más en “pegar el estirón”, así vas a poder multiplicar el espacio. Un ejemplo práctico de esto es plantar lechugas entre las matas de zapallos, entonces las primeras estarán listas para cosechar antes de que las calabazas ocupen todo el espacio.
Además, podes combinar cultivos de raíces profundas con los de raíz superficial. De esta manera no se competirán por el espacio. Acá, el ejemplo está en rodear los tomates con cebollas o ajos, o tomate, lechuga y zanahoria:
En este sentido Silvina también aconsejó intercalar las plantas de huerta con algunas flores, aromáticas e incluso especies nativas, que permitirán atraer abejas y otros insectos favorables para el medioambiente. “Todo eso fomentará un ecosistema rico y equilibrado”, señaló.
No dejen de pasar por El Eco Podcast en Spotify, donde podrán repasar más de talles de este y cada uno de los episodios publicados. Ahora ya tenés los datos más imprescindibles para ir finalmente con todas las plantas a la tierra y confiar que no faltará mucho para poder empezar a comer de ellas.
En el próximo capítulo seguiremos con más información, porque realmente cada planta tiene su ciclo y hay muchas variables que queremos compartir.
Beneficios de cubrir la tierra
Se pueden aprovechar materiales que resultan económicos y abundantes en la zona como hojas secas, pastos, chalas, restos de fardos y rollos, virutas de madera y corteza de árbol picada. No utilizar hojas de pino, pues generan acidez y afectan la disponibilidad de nutrientes por parte del cultivo
- Protege al suelo del impacto de la gota de lluvia manteniéndolo suelto y poroso.
- Favorece la actividad microbiológica responsable del reciclaje de nutrientes.
- Constituye un refugio para las lombrices.
- Favorece el asiento de insectos benéficos, en especial arañas, las que controlan diversas plagas.
- Evita el crecimiento de malezas entre hileras de los cultivos.
- Alarga el intervalo entre riegos al permanecer el suelo sombreado, evitando la evaporación del agua y conservando mejor la humedad.
- Protege a las siembras de lluvias intensas asegurando la emergencia.
- Permite trasplantar en períodos cálidos pues disminuye la temperatura en el cuello del plantín.
- Disminuye la temperatura de las raíces evitando la muerte de las plantas.
- Impide que el viento sople con fuerza la tierra y que llegue la lluvia o el sol directamente, evitando la erosión.
Momento de utilización
- En otoño-invierno y primavera temprana, a la siembra, se aplica una capa de 1-2 centímetros en la totalidad del cantero, reforzándola luego de la emergencia del cultivo. Al trasplante se distribuye entre hileras, reponiéndose en función del crecimiento del cultivo.
- En la temporada estival puede engrosarse el espesor del acolchado hasta 5-6cm. En esta época es donde más se valora la adopción de esta práctica, especialmente en situación de sequía y altas temperaturas.