Cambio Climático
Huella de Carbono, la necesidad de conocer su impacto verdadero más allá de un instrumento de medición
La humanidad ha procurado desde siempre mejorar su alimentación y con ese fin aprendió a sacar provecho de los recursos naturales y los procesos biológicos. En forma casi simultánea abordó el manejo e incluso la modificación del medio, y más cercanamente el mejoramiento de animales, vegetales y microorganismos a través de la biotecnología.
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Esto ha hecho posible alimentar a miles de millones de personas más, pero también ha puesto en jaque el equilibrio natural que garantiza la vida. Ese tema ocupa hoy la agenda de numerosas organizaciones y foros internacionales, y es abordado desde diferentes ángulos.
Los efectos a partir del cambio climático (CC) hacen que sea considerado uno de los principales problemas, sino el más importante este tiempo, pues afecta en igual medida a todas las regiones y países del mundo. No obedece fronteras ni tratados, regímenes políticos ni sistemas económicos; sin embargo, sí obedece a los residuos y consecuencias de todas las acciones y actividades humanas, sin que importe la raza, religión o cultura.
La Huella de Carbono (HC) es una de las principales herramientas en el cálculo y reducción del impacto ambiental producida por el CC, puesto que mide la cantidad total del dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero asociados con un producto, empresa o individuo.
Como dato relevante, la Huella de Carbono promedio de un argentino ronda las siete toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año, si bien es mucho más baja que la de un norteamericano con 20 toneladas de CO2, no deja de ser un índice inquietante necesario de frenar.
El biólogo español Ramón Alfredo Núñez Palacios advirtió sobre la desinformación y desconocimiento de los indicadores que marcan la HC, y además coincidió con la Secretaría de las Naciones Unidas al mencionar que el cambio climático es el mayor desafío que enfrentan los reguladores del medio ambiente porque provoca una crisis progresiva que involucra temas económicos, de salud, de seguridad, de producción de alimentos, entre otros.
Lo urgente de este tiempo
El cambio climático es considerado uno de los principales problemas ambientales de estos tiempos, ya que como se mencionó arriba, afecta a todo el mundo por igual, sin discernir geografía ni especies.
Si bien los gases de efecto invernadero han estado presentes de forma natural y son parte del ciclo del carbono, las actividades humanas han alterado su equilibrio . “Un siglo y medio de industrialización, incluida la deforestación por tala rasa y ciertos métodos agrícolas ha hecho que aumente la cantidad de gases de efecto invernadero que hay en la atmósfera. A medida que crecen las poblaciones y economías y aumentan los niveles de vida, también lo hace el nivel acumulado de emisiones de gases de efecto invernadero”, identificó el experto.
Diversos han sido los estudios y los esfuerzos de organismos internacionales, nacionales y locales, tanto gubernamentales como no gubernamentales para contribuir con investigación y análisis del fenómeno del cambio climático, sus raíces y sus consecuencias.
A pesar de todos estos esfuerzos colaborativos, y los resultados presentados por las diversas instituciones involucradas, aún es necesario un mayor impulso y difusión a la información y conocimientos generados por los grupos de trabajo de investigadores, para convertirlo primero en conocimiento general de los individuos con el propósito de crear un compromiso real mediante su explicación.
Definición y concepto
El término “huella de carbono” fue utilizado mucho antes de que se estableciera una definición única, esto llevó a los investigadores Thomas Wiedmann y JannMinx a hacer un estudio sobre sus usos y consignar que “la Huella de Carbono, es una medida de la cantidad total exclusiva de las emisiones de dióxido de carbono que es directa o indirectamente causados por una actividad o es acumulado a lo largo de las etapas de vida de un producto”.
El Centro para Sistemas Sustentables de la Universidad de Michigan agregó que estas emisiones están relacionadas no sólo a un producto sino también a un evento, organización o individuo, que se calcula sumando las emisiones resultantes de cada etapa de vida de un producto o existencia de un servicio.
En reconocimiento a la gravedad del problema que suscita el cambio climático, se creó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) como el organismo internacional líder para la evaluación del cambio climático. Fue establecido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en 1988 para proveer al mundo una clara visión científica sobre el estado actual de los conocimientos sobre el cambio climático y sus posibles impactos ambientales y socio-económicos.
El IPCC publicó el cuarto informe de evaluación (AR4) después de que sucedieron, en varios años consecutivos, las temperaturas más altas registradas al momento, así como un número inusual de catástrofes relacionadas con el clima. (UNFCC, 2012) y arribó a cuatro conclusiones:
1. El calentamiento del sistema climático es inequívoco.
2. El aumento de los gases de efecto invernadero registra un incremento
significativo desde 1850, que asociado al proceso de industrialización ocasiona un aumento de la temperatura global del planeta y otros impactos climáticos.
3. El calentamiento global significará un aumento en la temperatura del planeta, con mayor probabilidad, de entre 1.1 a 4.5 grados centígrados –con predicciones más pesimistas que llegan a 6 grados-, y un incremento en el nivel del mar de 28 a 43 centímetros para este siglo, esencialmente por el derretimiento de glaciares, además de que existirán cambios importantes en los patrones de precipitación y en los eventos climáticos extremos.
4. El cambio climático está teniendo una influencia discernible sobre muchos de los sistemas físicos y biológicos.
Las mediciones y metodologías
Asimismo, el AR4 proyectó que, sin acciones adicionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la temperatura media del aire en superficie a nivel global aumentará entre 1,8 y 4 grados en este siglo y 6,4 en el peor de los escenarios posibles.
Actualmente sobresalen dos tipos de enfoques metodológicos básicos para el cálculo de la huella de carbono: empresa y producto.
En una empresa, la medición de la Huella de Carbono (MHC), consiste en recopilar los datos referentes a los consumos directos e indirectos de materiales y energía de una organización y traducirlos en emisiones de CO2 equivalentes con el fin de contar con un inventario de emisiones lo más completo posible.
En este caso consideran las emisiones directas, como lo son las de propiedad o controladas por la compañía (fuentes de combustión fijas y equipos móviles de propiedad o controlados por la empresa utilizados en labores de cosecha, combustión y vehículos propios); las indirectas o energía comprada que corresponden al gasto realizado por la empresa para abastecer de energía e insumos directamente para el procesos productivo; y finalmente las emisiones indirectas ocurridas en fuentes que no son de la empresa, pero derivadas de las actividades de la compañía (incluyen distintos tipos de transporte, el de productos, el de residuos y los equipos de faena de contratistas y viajes de negocios terrestres; y comprenden también las emisiones de terceros por actividades de la empresa como los viajes de negocio en avión y las emisiones por uso de productos).