La tandilense Rochi Cuenca confesó que no se sintió cómoda en el ciclo con Pico Mónaco y el Pollo Álvarez

“No tuve las mejores experiencias y por eso decidí hacerme a un lado. No me sentí cómoda. A veces, cuando uno arranca en el medio está bueno tener compañeros que te banquen, ayuden y te den una mano. No funcionó el vínculo. Quizás lo que la producción se imaginaba conmigo no sucedió y después no sabían cómo adaptarme”, expresó Rosario Cuenca en referencia al programa “Por una moneda”, donde compartió pantalla con el también tandilense Pico Mónaco y con el Pollo Álvarez.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDos años después de haberse lanzado al ruedo como conductora de televisión, Rochi Cuenca habló de sus inicios en el programa de radio “El show del espectáculo” y disparó contra sus excompañeros del ciclo que salía por El Trece.
Entrevistada por Ulises Jaitt, la tandilense dijo que no se había sentido “incluida en el formato”, ya que había firmado contrato para ser conductora y el protagonismo terminó recayendo en Álvarez y Mónaco, de más trayectoria en medios.
“Fue algo que sobrepasó a la producción porque se imaginaron que yo iba a estar adentro de algo que no terminó siendo y yo me quedé sin lugar. Yo cómo compañera ayudaría”, dijo y luego señaló que “me hubiera gustado que empaticen. Era el primer programa fuerte de ellos como dupla en el canal de aire, había presión, todos estaban mirando cuando la pifiaban”.
La modelo confió que los conductores estaban más preocupados por “encontrarle la vuelta al programa” que por incluirla a ella. “Sentir que te hacen el vacío es feo para cualquier ser humano”, reflexionó Cuenca e indicó que sus excompañeros jamás le escribieron para saber por qué había abandonado el ciclo. “Tampoco tenían por qué”, aclaró.
Analizó que “tres personas conduciendo era mucho” y admitió que quizás ella “no estuvo a la altura”. Sin embargo, reconoció que le hubiera gustado que le den otra oportunidad.
“Con el paso de los programas, en las rutinas yo hacía menos cosas e invitaban a chicas de afuera o del ambiente a jugar. Yo les decía: ‘Dame ese lugar, teneme fe, por algo me contrataste’. Cada vez tenía menos lugar y en el último programa lo único que hice fue sostener un micrófono. Eso fue un montón”, expresó.
En cuanto a si sintió un destrato, dijo que “es muy fuerte esa palabra. No sé si fue intencional o con mala voluntad. Sí me hubiera gustado recibir un mensajito después, o encontrarle la vuelta, o un ‘Che, pará, Ro, no tomés la decisión’. No es que me fui de un día para otro; lo hablé una, dos, tres y no va”, apuntó y manifestó que “yo no estaba incluida en las reuniones de producción”, sintetizó.