Planificación del 2025: reflexiones y proyecciones

Por: Enriqueta Bottini

A medida que nos adentramos en el 2025, hemos llegado a un momento crucial para la planificación y el establecimiento de objetivos. Mirar hacia atrás, reflexionar sobre el 2024 y reconocer los hitos que nos han llevado hasta aquí es esencial para trazar un camino claro hacia el futuro. Este proceso no solo nos permite aprender de nuestras experiencias, sino que también nos abre puertas a nuevas oportunidades.

El año pasado fue un período de aprendizajes significativos, donde cada evento, tanto positivo como negativo, ha sido una lección valiosa. Es importante detenerse y “parar la pelota” para analizar lo sucedido. ¿Qué logramos? ¿Cuáles fueron nuestros mayores desafíos? Reflexionar sobre estos aspectos no solo es esencial para reconocer nuestros logros, sino también para identificar áreas de mejora.

A medida que planificamos, es fundamental definir claramente nuestros roles. Esto nos permitirá establecer objetivos específicos y alcanzables que estén alineados con nuestras responsabilidades individuales y colectivas. La creación de objetivos medibles facilitará el monitoreo del progreso a lo largo del año, permitiéndonos hacer ajustes según sea necesario. Proponemos revisar estos objetivos cada trimestre, asegurando que nos mantengamos en el camino y alineados a nuestras metas.

El inicio del año es un momento ideal para refrescar nuestro propósito y misión. Recordar por qué hacemos lo que hacemos nos ayudará a permanecer enfocados y motivados. Un propósito claro, alineado con nuestros objetivos, nos permitirá enfrentar los retos con gratitud y determinación. 

Arrancar el año fiel a nuestra esencia, con un enfoque renovado y un propósito claro, es la clave para un 2025 expansivo. Este es el momento de definir hacia dónde queremos ir y cómo planeamos llegar allí. Un enfoque centrado no solo nos permitirá crecer individualmente, sino también como equipo, creando sinergias y fomentando un ambiente armónico y colaborativo.

Te proponemos agarrar un lápiz y papel y bajar todo lo que te fue ocurriendo durante el 2024 que consideres importante, reflexioná sobre ellos, qué aprendiste y qué podés mejorar. Con base en eso, pensá en un 2025 lleno de oportunidades, tenés una hoja en blanco esperando ser llenada con cosas positivas que te lleven a un estado de plenitud completo. De eso se trata el Wellness, llegar  a tu mejor versión y estar en armonía. Hacer este ejercicio te va a ayudar a ello.

La planificación para el 2025 no es solo una tarea, es un proceso de reflexión y alineación. A medida que nos comprometemos a aprender del pasado y mirar hacia el futuro con claridad, estamos en el camino correcto para lograr un año lleno de oportunidades y éxitos. Aprovechemos este momento para establecer bases sólidas que nos guíen hacia un crecimiento sustentable y significativo. 

Entonces ¿cuál es tu próximo paso?

Por El Eco de Tandil