Eco Salud
Movilidad y flexibilidad, dos capacidades físicas que previenen lesiones
Trabajan el rango articular que tiene cada articulación. La importancia de las pausas activas para aliviar lo postural. Cada vez más chicos presentan cuadros de reducción en la movilidad articular.
La movilidad y flexibilidad son capacidades físicas que se entrenan y no son sólo lo que se empieza a hacer antes de iniciar un ejercicio determinado, sino que deben tratarse como una capacidad aparte.
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La movilidad es cuánto rango articular tiene una articulación determinada, explicó Camila Gaitán Ivanissevich, kinesióloga. Según explicó, si en el caso de querer levantar los hombros si la articulación no tiene ese rango de movilidad óptimo, “cuando lo quiero hacer lo va a hacer porque se lo estoy pidiendo, pero a medida que pasa el tiempo empiezan los dolores, como el conocido manguito rotador”.
En diálogo con Eco Salud de El Eco Multimedios, la kinesióloga indicó que “uno puede hacer ejercicios para trabajar muchas articulaciones al mismo tiempo, una manera más global. O ejercicios exclusivos para cada articulación”.
“Hay ejercicios de movilidad de cadera, tobillo o pie, entre otros. En el caso de los pies, si no se ejercitan pueden aparecer las fascitis plantar o juanetes, y se pueden prevenir con la movilidad y eso lleva a que tenga mejor fuerza y lo prevenimos”, resaltó.
Los músculos y la movilidad
Gaitán Ivanissevich explicó que los músculos pueden hacer la fuerza de diferentes maneras y más óptimas. “Si una articulación no tiene buena movilidad, el músculo cuando quiere hacer la fuerza, cuando quiere traccionar, tiene que hacer mayor esfuerzo porque no hay un movimiento óseo que lo está acompañando”.
Y agregó que “llegan muchas personas con dolor o lesionadas y se puede prevenir, por eso la movilidad y la flexibilidad son claves. Ahora me está pasando, particularmente, que cada vez más chiquitos vienen con menos movilidad, por ejemplo, de columna. A veces uno cree que la flexibilidad es una habilidad de los nenes, pero con los hábitos que tenemos en la modernidad, se empiezan a ver adolescentes que tienen problemas que antes aparecían en personas de más edad”, destacó.
Mala postura o tiempo en la misma postura
La kinesióloga explicó que el impacto en las articulaciones no se da tanto por la mala postura en sí, “sino el tiempo que pasan en una misma postura, porque eso te lleva después a lo que es la rigidez o la falta de movilidad”.
“A veces me dicen: ´a mí me duele el cuello porque trabajo sentado en una mala postura´, a lo que les explico que el problema es cuánto tiempo pasa en esa mala postura".
Y en este punto resalta la importancia de las denominadas pausas activas. “En algunos casos es difícil dependiendo de los trabajos, pero ya con que cambie de posición cada 60 o 90 minutos, le está dando un estímulo de movilidad a una articulación que estuvo cuatro horas en la misma posición. Y no lleva mucho tiempo, está bueno que la gente sepa que para trabajar la movilidad no se necesitan rutinas sumamente extensas”.
Las rutinas de movilidad “si lo haces tres a cinco veces por semana, mejor, pero con dos o tres veces de 20 minutos, ya cambia muchísimo la salud en nuestras articulaciones y la capacidad de ser fuertes y estables también”, indicó.
Cómo se mide la movilidad
La profesional explicó que lo que se busca es poder llevar a la articulación cada vez a rangos más amplios. “Por eso siempre uno trata de ver qué capacidad tiene esa articulación para no hacer un ejercicio que después provoque dolor”.
“Es importante primero evaluar cómo está la persona respecto a la movilidad para luego empezar a trabajar en rangos chicos. A medida que vas agregando tiempo de entrenamiento, vas sumando más rangos y aumentándolos, empezás a trabajar la fuerza en esos rangos que ganaste”, describió.
Para medir la movilidad, “uno de los ejercicios fáciles de hacer es ponerse en cuclillas y que los talones sigan tocando el suelo. Entonces, ahí evalúas la movilidad de tobillos, cadera y columna. Y también la movilidad como se relaciona con los dolores. El más común que trabajo mucho es la lumbalgia, el dolor de cintura, que puede ser por falta de movilidad de cadera”, indicó Gaitán Ivanissevich.
La profesional resaltó que a las personas que se acercan les explica que “que haya un dolor no quiere decir que el problema esté en el lugar del dolor, sino que ese es el síntoma. Por eso, en la evaluación vemos por qué apareció, por ejemplo, en el hombro. Y a veces no está solamente en el hombro sino también en la movilidad más alejada”.
La edad no es un limitante
Muchas veces la creencia de que ciertas actividades están relacionadas con la edad hace que se pierdan posibilidades concretas de mejoramiento en la calidad de vida.
“No hay edad para arrancar, cuanto antes mejor, pero no hay edad. Pensar que se gana en calidad de vida, agilidad y comodidad”, resaltó la kinesióloga, al tiempo que indicó que “la capacidad de movimiento y del músculo de hacer fuerza se fue perdiendo, si nosotros trabajamos los rangos óptimos y vamos aumentando los rangos, hacemos fuerza, mantenemos también la estabilidad y trabajamos el equilibrio, es menos probable que te caigas. Obvio que cuanto más envejecemos, el sistema vestibular va perdiendo capacidades, pero nosotros podemos lograr mejorarlo”.
La profesional indicó que ocuparse “es una forma de ir haciendo tildes en el trabajo de factores de riesgo. Uno siempre dice que la posibilidad de lesión existe, pero vamos a trabajar todos los factores para que ese porcentaje de riesgo baje. Siempre se puede prevenir. No esperemos a que nos duela, y si nos duele acudamos enseguida”, concluyó.
A Camila Gaitán Ivanissevich la pueden encontrar en Instagram como cgi_kinesiologia o en el 2915249845