Hábito #4: Pensar en Ganar/Ganar
Por Enriqueta Bottini
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailHoy seguimos avanzando en nuestro viaje hacia la mejor versión de nosotros mismos con el Hábito #4 de Stephen Covey: "Pensar en Ganar/Ganar". Este concepto es clave para mejorar nuestras interacciones y relaciones, así que vamos a desmenuzarlo un poco.
Covey nos presenta diferentes formas de relacionarnos con los demás: Ganar/Ganar, Ganar/Perder, Perder/Perder, Perder/Ganar, y, por supuesto, Ganar/Ganar o No Hay Trato. Y, ¿qué significa esto en la práctica? Pensar en Ganar/Ganar implica buscar soluciones en las que ambas partes salgan beneficiadas. Esta mentalidad de abundancia cambia la forma en que vemos el mundo y nuestras conexiones.
La mayoría de nosotros, en algún momento, hemos caído en el juego del "Ganar/Perder", donde uno se siente superior, pero a la larga, ninguno de los dos se siente pleno. En cambio, al adoptar un enfoque Ganar/Ganar, promovemos relaciones auténticas y sostenibles. En este espacio, la comunicación se transforma, se profundizan los vínculos y se genera un ambiente de confianza y respeto mutuo.
Tener un paradigma de abundancia significa creer que hay suficiente para todos: suficiente amor, oportunidades y éxito. Esta visión nos impulsa a ser más positivos y agradecidos, lo que enriquece nuestras relaciones y nos lleva a un estado de felicidad plena. Cuando interactuamos con los demás desde una postura de ganar para todos, nos alineamos con lo que realmente importa: el bienestar colectivo.
Además, cultivando relaciones auténticas, nos aseguramos de que los vínculos que formamos sean genuinos y duraderos. No se trata solo de ganar el momento, sino de construir una red de apoyo y colaboración que nos acompañe en el camino hacia nuestros sueños.
Así que te invito a reflexionar: ¿Cómo podés aplicar el pensamiento Ganar/Ganar en tu vida diaria? ¿Cómo podes ayudar a otros y, al mismo tiempo, beneficiarte a vos mismo? Este enfoque no solo mejora nuestra calidad de vida, sino que también nos acerca a la plenitud y la felicidad.
Recorda, al final del día, las conexiones que formamos son lo que realmente nos nutre. ¡Así que vamos por más relaciones enriquecedoras, auténticas y, sobre todo, Ganar/Ganar! ¡A seguir evolucionando juntos!
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