Comenzar con el fin en mente
Es el segundo hábito de la gente efectiva, de acuerdo a lo escrito por Stephen Covey.
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Por Enriqueta Bottini
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn nuestra serie de artículos sobre los hábitos para alcanzar nuestra mejor versión, hemos explorado el primer hábito: la proactividad. Hoy nos enfocaremos en el segundo hábito de Stephen Covey: "Comenzar con el fin en mente". Este concepto nos invita a reflexionar sobre nuestro propósito y nuestros objetivos en la vida, y a tener claro que cada acción que emprendemos debe alinearse con nuestra razón de ser.
La idea de tener un Ikigai, una razón de ser, es fundamental en esta etapa. Al definir nuestras metas y aspiraciones, establecemos una dirección clara. Cuando estamos conscientes de adónde queremos ir, nuestras decisiones diarias se convierten en pasos que contribuyen a ese objetivo mayor. Esto implica un proceso de creación que se da en dos fases: primero, en la mente; y luego, en la acción.
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Desarrollar la autoconciencia y la capacidad de visualizarnos en nuestro futuro ideal es esencial. La imaginación y la conciencia moral nos permiten tomar responsabilidad sobre nuestras vidas y reescribir nuestro guion. En este sentido, es importante recordar que "administrar es hacer las cosas bien, pero liderar es hacer las cosas correctas". Este liderazgo personal es clave para alcanzar la independencia y gestionar la victoria privada, esa victoria interna que todos debemos conquistar.
Al centrar nuestra atención en el círculo de influencia, que incluye nuestros principios y creencias más fundamentales, comenzamos a construir una base sólida. En esta línea, enfocarnos en los cuatro factores sustentadores de la vida (sabiduría, seguridad, guía y poder) es un paso crucial para desarrollarnos de manera integral.
Como personas proactivas, debemos detenernos para reflexionar sobre nuestras prioridades. Tomar ese tiempo nos permite alinear nuestras acciones con nuestras creencias y valores personales. Covey nos anima a utilizar la totalidad de nuestro cerebro: el hemisferio derecho para la creatividad y la visualización, y el izquierdo para el pensamiento lógico y estructurado.
En resumen, el hábito de "Comenzar con el fin en mente" no solo nos ayuda a establecer una visión clara de nuestro futuro, sino que también nos guía en la toma de decisiones diarias. Reflexionemos sobre esto: ¿Cuál es tu próximo paso hacia la mejor versión de ti mismo?
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