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"Yo soy la Messi del boxeo, pero no me reconocen porque soy mujer"
La multicampeona del mundo estuvo en Tandil y expuso las diferencias entre el boxeo masculino y femenino.
Convocada por Javier Quiña, Alejandra “Locomotora” Oliveras pasó por Tandil para brindar una charla motivacional y una clase de gimnasia en el Salón AOMA, ubicado en la esquina de Juan B. Justo y Chaco.
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En la previa del evento, estuvo en El Eco Multimedios y brindó una entrevista en la cual repasó parte de su trayectoria y habló de la realidad del boxeo femenino, que lamentablemente dista mucho del masculino.
Ganadora de seis títulos mundiales en diferentes categorías y organismos, “Locomotora” incluso se comparó con Lionel Messi, quien ostenta seis balones de oro, pero sostuvo que no tiene el reconocimiento de los medios por ser mujer.
“El boxeo no es solamente cag* a piñas; es disciplina, esfuerzo, dar un peso, lágrimas de sangre y decir ‘peleo por mi país’. El deportes es educación y ayuda a sacar a los chicos de la calle”, comenzó relatando la exboxeadora.
En ese sentido, resaltó que todos los pugilistas arrancan desde abajo y que lo que los motiva no es el dinero sino el hambre.
“Una boxeadora pelea porque nació para eso. Porque es un deporte totalmente diferente a todos: se juega al fútbol, al básquet, al tenis… Pero no se juega al boxeo. Porque podés morirte en un nocaut; te podés morir en cada round. Hay que respetar y valorar eso. Somos atletas que nacimos para dar pelea, pero no peleamos por nosotros, peleamos por una bandera, por salir adelante, por el hambre que sufrimos de chicos”, sostuvo y agregó: “Todos los boxeadores venimos de abajo. Todos. Es un deporte social, como el fútbol. Para jugar al tenis o al rugby tenés que tener plata, pero para boxear tenés que tener hambre”.
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-Como herramienta social, necesita el apoyo del Estado…
-Si el Estado no apoya al deporte, no vamos a llegar muy lejos. Y hay muchos talentos desperdiciados. El Estado tiene la obligación de apoyar al deporte porque es una herramienta social muy importante: saca a los chicos de la droga porque el que entrena no se droga, no fuma, no chupa, no es delincuente; sueña con ser ganador y vivir del deporte, porque es un trabajo también.
-¿Recibiste el reconocimiento que merecías?
-A mí nunca me recibió un presidente para felicitarme y decirme “sos la número uno del mundo. Cómo no te voy a felicitar. Sos un ejemplo para los chicos, para las mujeres, para el deporte”.
Messi ganó seis balones de oro, yo gané seis títulos mundiales. Yo soy Messi en el boxeo, pero como soy mujer no me reconocen ni los medios ni la Federación Argentina de Boxeo, que es la mafia que nos chorea, que nos roba. Porque cuando tenés un contrato, la FAB se pone de acuerdo con los promotores y ellos se roban la plata y a vos te dan dos pesos
Entonces cómo me van a felicitar si yo digo la verdad.
-¿Hay muchas discriminación en el boxeo femenino?
-Este cinturón del Consejo Mundial de Boxeo lo ganaron Muhammad Ali, Carlos Monzón, Mike Tyson, Ray Leonard, Floyd Mayweather. Cinco tiene Mayweather, el mejor del mundo libra por libra. Y es este mismo cinturón. Pero la mujer no gana ni el uno por ciento de lo que gana el hombre. La mucama de Mayweather gana más que yo.
Hay mucha discriminación. Es muy machista el boxeo.
-¿Ya no tenemos el mismo nivel de boxeadoras que antes?
-Cuando me inicié, hubo como 13 campeonas mundiales en la Argentina. Hoy no sé si habrá alguna. Porque no te pagan nada. La boxeadora, si no gana y esta cag* de hambre, deja el boxeo. Y yo creo que es lo que quieren, que dejemos de boxear.
-De tus combates ¿cuál es el que más recordás?
-La que más tengo en el corazón es esta que gane el cinturón. Fue en México y gane por nocaut. Tres veces la senté a la mexicana Jackie Nava… Ninguna argentina ni argentino fue a México y le ganó a un local. Yo le gané la mejor del mundo, porque estaba junto a Laila Ali en el salón de la fama, era las dos mejores del mundo. Y yo la noqueé en su casa, en Tijuana. Y encima me quebré la mano, sufrí tres fracturas, tuve que noquearla con la izquierda. Le puse huevo y corazón.