Estela de Carlotto con El Eco de Tandil: "Milei tiene que ir a la cárcel"

Por José Di Bártolo

“Diálogos”, ciclo de entrevistas de El Eco de Tandil. Encuentro, debate e intercambio de ideas. Hoy: Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo

Parece mentira que a pesar de los avances en materia de derechos humanos, todavía hoy, en el día a día, se busca revalorizar la búsqueda de memoria, verdad y justicia…

Sí, para algunos se está desvalorizando y para nosotros está cada vez más fuerte, más consistente, porque ahora la Comisión Directiva está compuesta por nietos encontrados que ya tienen 45 años o más, y que están buscando a sus hermanos. Ellos dicen así, porque así lo sienten y ´abuelitas´ quedamos solamente dos: la vicepresidenta y yo. Ella está enfermita en este momento y yo que voy a cumplir 94 años en un rato. O sea que estamos para seguir ayudando. Tenemos ganas de seguir, para seguir buscando porque faltan muchos todavía. Hemos encontrado 137, pero faltan muchísimos

La escuché en el último tiempo hablar mucho de que este gobierno nacional fomenta el odio a través de su discurso y pensaba si también lo hacía a través de sus acciones, como las visitas a los represores o la posible reapertura de causas judiciales. ¿Cómo es tu mirada sobre el tema?

Estamos pasando un momento muy penoso y muy grave en nuestra Argentina con este gobierno. Lo voy a decir claramente, es un gobierno que descree del pueblo y que nos está llevando a la miseria. Están dejando en la calle a miles de personas sin empleos, niños que no comen en un país donde uno tira una semilla y crece solita. Tengo tristeza porque hay como una especie de aceptación de algunas personas de que ´bueno ya va a pasar´. No, el hambre no pasa, el niño se muere sin comer, los viejitos también lo están pasando. Lo que está pasando cada vez que hay una manifestación es criminal, entonces este hombre creo que tendría que ir a la cárcel, porque se lo merece, porque lo que está haciendo está abusando de un poder que no tiene , porque él nos tiene tiene que representar a nosotros, no nosotros ser esclavos de él. Nadie quiere una circunstancia de odio, rencor o violencia y menos muerte, pero sí que sepa que así no es la historia. Esta es una historia no queremos los argentinos. 

Sé que la lucha para ustedes no terminará hasta que no encuentre al último nieto. A pesar de ello, cuando los más jóvenes abrazan la causa de Abuela, ¿les genera alguna especie de victoria simbólica?

Por supuesto. Por decirte, el último de los casos, un hermano que era parte de la Comisión, un nieto, pero que no estuvo desaparecido, él estaba por estar buscando a su hermano y lo encontramos. Y ahora él con su hermano a todos lados. La felicidad de que recuperó su origen y su historia y y las ganas que tiene de seguir buscando a los que faltan. Los propios chicos están queriendo encontrar como ellos lo llaman a sus hermanos.

Sin dudas tiempos más oscuros pasó el país. Por lo que en algún momento, esta situación con relación a los derechos humanos y la concepción de Estado cambiará. ¿Cuál crees que es el legado que dejan las Abuelas a la sociedad? 

El legado que deja Abuelas es el Nunca Más. Lo que pasamos nosotros y muchos países de latinoamérica y del mundo, porque al viajar por el mundo nosotros hemos encontrado muchísima gente en países países pobres que tenían también la misma búsqueda, que esto no vuelva a pasar, que no se repita jamás la historia de dictaduras, usurpamiento de la libertad de los habitantes del país y que seamos felices. Nosotros venimos al mundo para ser buenos, felices, entendernos, no en el odio, el rencor, la revancha, la venganza y el interés desaforado que tiene este gobierno acá y que han tenido las dictaduras en todo Latinoamérica. Ojalá nuestro nuestro ejemplo, que es un ejemplo natural de amor, sea este el último que tengamos que hacer por el Nunca Más. 

Acá en Tandil se están haciendo los Juicios por La Huerta y es también la búsqueda por la memoria y la justicia

Claro que sí. Hay muchas cosas que hay que corregir. En un país -insisto- donde hay tanta riqueza, no puede ser que la gente viva entre cuatro paredes de madera o con agua en el piso, todo eso es inhumano y hay gente que tiene una riqueza infinita y no la da, no la presta, no la ofrece. Todos somos de carne y hueso , todos nacemos y morimos, todos necesitamos comer, sonreír y ser felices. A ese punto ojalá algún día en este mundo se llegue.

¿Cómo ha sido su entrega a lo largo de los años en la búsqueda de la causa?

Mucha gente hay que ha hecho muchas cosas y no solamente yo. Ahora porque he quedado y estoy y sigo. Pero hubo gente que murió de dolor, hubo gente que dejó de hacerlo porque no tuvo fuerza. Siempre digo a la gente que ha sufrido pérdidas de que no lloren cuando piden, lloren en casa, cuando piden griten y exijan al que está gobernando a que les responda lo que ustedes quieren: dónde están sus familiares.