Tomás Etcheverry se pone a punto en Tandil con objetivos bien claros para 2023

Por Fernando Izquierdo, de esta Redacción

fernandoizquierdo@hotmail.com

En las canchas rápidas de Posta Natural, Tomás Etcheverry lleva adelante parte de su pretemporada, en la búsqueda de establecer los cimientos para afrontar el exigente calendario tenístico.

En el hotel emplazado en La Elena, el platense comparte entrenamientos con el peruano Juan Pablo Varillas, pupilo del tandilense Diego Junqueira, y con el entrerriano Ezequiel Simonit.

Ser el número 79 del ranking mundial ATP le valió a Etcheverry el ingreso directo al cuadro principal del Abierto de Australia, primer gran desafío para 2023.

Antes, será parte del equipo argentino de la United Cup (desde fines de este mes) y competirá en el ATP 250 de Auckland.

En el intervalo entre la sesión de tenis y la de gimnasio, Etcheverry recibió a El Eco de Tandil para referirse a su presente y sus ilusiones para la temporada que se avecina:

“Es espectacular estar en Posta Natural. Tenemos todo a disposición para hacer una gran preparación para el Abierto de Australia. Estoy parando en una cabaña a veinte metros de las canchas, con el gimnasio a mano. Es un privilegio prepararme acá. El 26 me voy para Australia”.

-¿Qué marca la primera parte del calendario para vos?

-Es un tramo muy importante, de entrada está el primer Grand Slam del año. Tenemos grandes expectativas, venimos trabajando para hacer un buen torneo. En el comienzo de 2023 tendré la posibilidad de trepar en el ranking porque este año no sumé demasiado en esa parte. Va a estar lindo.

-¿Qué torneos afrontarás?

-Lo primero es la United Cup, después voy al ATP de Auckland y, luego, el Abierto de Australia, torneo que este año me dejó un muy lindo recuerdo. Pude pasar por primera vez la qualy de un Grand Slam, en primera ronda me tocó Carreño Busta, fue una linda experiencia enfrentar a un rival de tanta jerarquía. Terminé perdiendo, pero pude hacerle un tercer set bastante reñido, que se me terminó escapando. Iré por la revancha.

-¿Cuál ha sido el balance de tu 2022?

-Positivo. Logré el objetivo de meterme entre los cien mejores del ranking mundial, algo con lo que todo tenista sueña. Pude disputar grandes eventos y mantenerme todo el año en ese ambiente, lo que me ha permitido mantener cierto ritmo y mejorar mi juego. Mi próxima meta es meterme en el top 50.

-¿Qué debés pulir para conseguirlo?

-Tengo que ser mucho más agresivo. Y mejorar el saque, a ese nivel no te regalan nada.

-Tu posición en el ranking te deja en una posición expectante de cara a la Copa Davis.

-Sí. El primer compromiso de 2023 es en Finlandia, hay que ver qué equipo decide llevar “Guille” Coria. Si en algún momento del año puedo jugar ese torneo, será un sueño cumplido.

-¿Cuáles son las diferencias más ostensibles entre los torneos Challenger y los de orden ATP?

-Hay un cambio bastante grande en cuanto a la intensidad, los jugadores son mucho más agresivos. El nivel cambia muchísimo y el desafío es acostumbrarse. Al principio, uno intenta meterse en los ATP y rebota, porque ellos (los jugadores de ese rango) te hacen sentir esas diferencias, te proponen una velocidad para la que no estás preparado. Lo mismo te pasa cuando jugás torneos Future y aspirás a meterse en los Challenger.  

-¿Las canchas de Posta Natural son similares a las del Abierto de Australia en cuanto a su superficie?

-La verdad es que sí. También son parecidas a las del US Open. En Argentina no contamos con muchas canchas de estas características, ni siquiera en Buenos Aires. Poder tenerlas en Tandil es fundamental, el complejo y el entorno del hotel también las hace más especiales.

-Te toca compartir preparación con Juan Pablo Varillas y su entrenador tandilense Diego Junqueira.

-Sí, como todos sabemos Tandil es una cuna de grandes tenistas. También “Pico” Mónaco me está facilitando algunas de sus instalaciones. Rodearme de esta gente es súper positivo porque aprendo un montón de cosas. 

-¿Qué otras sensaciones te deja la ciudad?

-Ya había estado, dos o tres años atrás. Estoy recorriendo un poco, quiero ir a las sierras. Estuve en el Dique y pienso ver la final del Mundial allí, con la gente. Es una ciudad que me encanta y quiero venir cada vez que tenga la posibilidad. 

-¿Hay una preparación especial teniendo en cuenta que uno de tus próximos torneos será con partidos al mejor de cinco sets?

-Seguro. No sólo en la parte física, también en lo mental. Hay que concientizarse de que son partidos largos, en los que uno tiene oportunidades de “volver” y no debe “tirar la toalla” rápido. Los partidos son muy largos y hay que estar listo, también desde la hidratación. El juego se vuelve muy intenso y cualquier ventaja que des te puede costar muy caro.

-¿Roland Garros es un objetivo central como para otros argentinos o tenés expectativas similares en torno a otros Grand Slam?

-Es un torneo que me encanta, el polvo de ladrillo es mi superficie favorita y es lógico que los argentinos apuntemos especialmente a ese Grand Slam. Al mismo tiempo, sé que puedo jugar bien en canchas rápidas, el 70% del circuito se disputa en esa superficie y hay que estar preparado.

-¿Qué mirada tenés del circuito mundial en este momento de cierto recambio?

-Está mucho más abierto, dado que los grandes monstruos están más viejos. Es algo que da pena, Juan Martín (Del Potro) es mi ídolo y me cuesta verlo fuera de las canchas. Ahora, está todo más repartido y hay mayores oportunidades para los demás. Los grandes jugadores empiezan a ser más selectivos, a jugar menos, y ahí aparecen chances de que se metan arriba otros tenistas.

-¿Y en Argentina?

-Creo que se viene una linda generación. Obviamente, lo de “La Legión”, será difícil de igualar, eran jugadores “galácticos”. Pero, gracias a “Pulga” De la Peña hay un circuito de Challenger importante en Sudamérica y hoy Argentina cuenta con 18 jugadores en el top 200. Tener cuatro o cinco top ten como en tiempos anteriores es muy difícil, ojalá algún día vuelva a pasar. 

Entrenamiento abierto

Mañana, entre las 10.30 y las 13.30 en Posta Natural, Etcheverry y Varillas sostendrán un entrenamiento abierto al público. La entrada consta de un alimento no perecedero que será donado al Banco de Alimentos.