POR EL BESO A JENNY HERMOSO
Rubiales será juzgado en febrero
Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, será juzgado en febrero de 2025 por el polémico beso a la futbolista Jenny Hermoso luego de la conquista en el Mundial femenino celebrado en Australia.
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El exdirectivo del fútbol español afronta una posible condena de 2 años y 6 meses de prisión -uno más que los otros acusados-, solicitada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional por el delito de agresión sexual (beso no consentido) y por cometer coacción en concepto de autor.
El juicio se llevará a cabo entre el 3 y el 19 de febrero de 2025.
Además de Rubiales, también serán juzgados por supuestas coacciones a la jugadora y a su entorno luego del beso, Jorge Vilda, exseleccionador femenino, Albert Luque, exdirector deportivo de la selección, y Rubén Rivera, quien se desempeñaba como responsable de marketing.
También figuran como acusadores la propia Hermoso y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que solicitaron las mismas condenas de cárcel que el Ministerio Público.
Asimismo, se pide que a Rubiales se le imponga la prohibición de acercarse a la futbolista a menos de 500 metros o comunicarse con ella durante ocho años y una indemnización de 50.000 euros en concepto de responsabilidad civil, y de otros 50.000 a pagar con el resto de acusados.
Con respecto al polémico beso, en su momento el acusado indicó "el deseo que podía tener en ese beso era el mismo que podía tener dándoselo a una de mis hijas. No hay posición de dominio, la gente lo comprende aunque los medios digan otra cosa".
Hermoso, por su parte, siempre mantuvo la postura de que el beso no fue consensuado: "No tolero que se ponga en duda mi palabra y mucho menos que se inventen palabras que no he dicho".
El hecho se produjo el 20 de agosto de 2023, en el estadio australiano de Sídney, tras la victoria de la selección femenina del Mundial femenino.
En la acusación, el Ministerio Público Fiscal español describió en su escrito una conducta de Rubiales "sorpresiva y sin consentimiento ni aceptación" de Hermoso cuando, durante la entrega de medallas del Mundial, le "sujetó la cabeza" con ambas manos y le "propinó un beso en los labios".
Y lo acusa también de presionar de manera "constante" y reiterada a la futbolista y a su entorno para que "justificara y aprobara" el beso que le dio "contra su voluntad" ante "las consecuencias personales y profesionales" a las que éste podría enfrentarse. (NA)