Por Fernando Izquierdo, de esta Redacción

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Tras veinticuatro años prácticamente ininterrumpidos de experiencia en el básquetbol italiano, Mario Ghersetti “pegó la vuelta” y regresó a su país. Como parte del plantel de Central Entrerriano de Gualeguaychú, es parte de un proyecto ambicioso que busca posicionar nuevamente al club mesopotámico en las altas esferas del plano nacional.

El ala pivote nacido en Comodoro Rivadavia y formado en Unión y Progreso mantuvo un diálogo con Último Bondi (Tandil FM y Eco TV), a través del cual reflejó sus primeras sensaciones tras el reencuentro con el club por el que había pasado siendo juvenil.

“Todavía estoy acostumbrándome a los horarios, al entrenamiento, a la modalidad en sí. Todo espectacular, estoy feliz de estar en el país”, comenzó expresando Ghersetti.

-¿Cómo transcurre lo deportivo?

-Bien, en esta región el Prefederal se puso en marcha antes, llevamos cuatro partidos. Arreglé por este torneo y, en caso de clasificar, voy a estar también en la Liga Federal. Ésos son los términos de mi contrato. El equipo ganó los cuatro partidos, yo no jugué todos. El viernes vamos a jugar contra BH, que también está invicto, ganó sus tres juegos. Estoy muy cómodo en el grupo, es muy lindo, y estoy conforme con el nivel del equipo. Hay un chico de Olavarría, Mauricio Pane. Y un exIndependiente, como Ariel Hillebrand.

-¿La idea es afincarte definitivamente en el país?

-Sí. Aunque no puedo considerar que vaya a estar radicado absolutamente, ni acá ni en Italia, porque tengo muchísimos amigos y seres queridos en ambos países. Allá tengo mi casa y un montón de cosas, estuve nada menos que veinticuatro años, tengo una vida hecha allá. Pero sí voy a estar muchísimo más tiempo en Argentina.

-Central Entrerriano ha tenido dilatada presencia en las principales categorías nacionales y seguramente tenga la premisa de regresar.

-Sí, el objetivo es ascender. Es un club que estuvo muchos años en TNA y Liga Nacional. Gualeguaychú es una ciudad que respira básquet, en el Prefederal tiene cinco o seis equipos, siendo una ciudad chica. Es muy lindo vivir esto junto a mis “queridos”, mi mujer es de Gualeguaychú, con lo cual tengo parte de mi familia acá.

-¿Cómo fue tu paso anterior por el club?

-Vine a jugar el TNA siendo juvenil, vendido por Unión de Mar del Plata. Después de dos temporadas, Central Entrerriano me vendió a Italia. Pasé dos años muy lindos en Gualeguaychú.

-¿Cómo te sentiste en el juego en este regreso al país?

-El básquet argentino ha cambiado, está muy físico. También el juego es muy técnico, con lo cual no es tan fácil como uno piensa. Es lindo saber que el nivel en Argentina se mantiene, sobre todo en estas categorías. Hace años que los clubes de Prefederal o Liga Federal apuestan con buenos planteles. Es algo que me enorgullece, veo que se entrena con mucha pasión. Creo que, en Argentina, con mucho menos hacemos mucho más que en Italia. Me pone bien ver eso.

-¿Encontraste arbitrajes más permisivos a la hora de la fricción respecto a Italia?

-Absolutamente. Allá prevalece mucho la parte técnica, sobre todo en la B1. En la A1 y A2, permiten cierto juego físico, pero hay jugadores que demuestran que no sólo sirven para ir al choque. Del 1 al 5 son súper rápidos, todos tiran desde afuera. En el Prefederal prevalece lo físico, pero al mismo tiempo hay muy buenos jugadores en cuanto a talento.

-¿Qué rol tenés en el equipo?

-Juego como pivote y soy el capitán. Voy a ser titular en cuanto me ponga en forma. Juego como “5” porque el equipo no tenía a nadie en esa posición, no contaba con alguien que juegue de espaldas.

-¿Sos la primera opción ofensiva del equipo?

-No. Es un equipo con muchísimo gol. En el último partido faltamos con Ariel Hillebrand y otros jugadores, como Mauricio Pane, Pividori, Quarroz, hicieron un partidazo. Son compañeros que anotan mucho, ganamos por uno.

-¿Quién es el entrenador y qué te pide?

-Martín Pascal, un chico de Gualeguaychú. El año pasado hizo una muy buena campaña en la Liga Federal, quedando eliminado por River. A mí me pide juego interno, soy más “4” que “5” pero no tengo problemas en cubrir este rol. Hay muchos tiradores de tres puntos en el equipo. Seguramente, tendré que tirar menos respecto a lo que estoy acostumbrado. Tengo que llevar gente hacia adentro para que nuestros tiradores tengan más espacios, casi todo el equipo tiene una gran mano.

-Quizá, encontraste como “novedoso” el mayor roce físico y tener que jugar de espaldas al canasto.

-Sí. A mí el roce me gusta. Acá voy a tener que jugar mucho más interno, generalmente lo hago abierto, como si fuera un alero. Pero también me gusta moverme en el poste bajo y ahora voy a hacer solamente eso.

-¿Podés marcar una temporada como la mejor de tu carrera en Italia?

-Sí, mi mejor momento fue cuando estuve en Brescia. El año en el que ganamos nuestro cuarto campeonato, en la A2, la segunda categoría nacional. Salí mejor jugador italiano del campeonato. Ese año fue increíble, pero gracias a Dios tuve la oportunidad de estar en muy buenos equipos. Gané cinco campeonatos, no me puedo quejar. Tuve muchos años lindos pero creo que ése es el año que remarca mi carrera.

-Estuviste cerca de competir para Italia en un Mundial senior.

-Sí, finalmente no se dio porque tuve compromisos con mi club de ese momento. Fue un Mundial que se jugó en Argentina. Yo jugaba en Rieti y llegamos a la final, lo que me impidió hacer ese viaje.

-¿Qué te dejó aquel regreso fugaz de hace una década al país jugando la Liga Nacional para Quilmes de Mar del Plata?

-Fue un año lindo. Me fue bien personalmente y también al equipo, algo que era importante. En esa época recibí otras llamadas, Gonzalo García me quiso para Gimnasia de Comodoro, Julio Lamas para Obras, pero me sentía un extranjero por estar tan acostumbrado a jugar en Italia. Cuando desde allá me llamó un entrenador que me había dirigido tres años, no lo dudé y me volví. Me había sentido muy a gusto con él y, cuando me pidió que vaya, ni lo pensé.

-¿Cómo encontraste al básquet argentino en sus distintos estamentos?

-Creo que, si bien se podría mejorar, el nivel de la Liga Nacional es bastante bueno. Pero la organización está muy atrasada. Por ejemplo, no se puede jugar un partido a las 10 de la noche, o un miércoles a las 9. Hay demasiados equipos, está todo como amontonado. Con un poquito más de organización se podrían hacer mejor las cosas. Es cuestión de tener un poco más de tiempo y paciencia.

-¿Venís siguiendo la actualidad de Independiente y Unión y Progreso?

-Siempre. Tengo un gran amigo que me actualiza sobre todo: Sergio Lucas. Tengo muchos amigos en Tandil así que estoy siempre muy pendiente.

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