El nombre de Hugo Quintas tiene un lugar preponderante en la historia del fútbol de Independiente, al haber sido el arquero del ciclo que incluyó varios campeonatos y el ascenso al Argentino B en 2009.Nació en La Plata, en 1976, aunque sus primeros recuerdos son en Tandil, donde su familia se radicó poco después. Surgido en Deportivo San José a comienzos de los ’90, desarrolló una trayectoria sobresaliente, que recorre en la memoria.-¿Cuál fue tu primer club?-Fui un día a Independiente, porque me llevaron Claudio Danderfer y Darío Tellechea, que era arquero de la ’72. No me gustó y no volví. Al poco tiempo, me invitaron a probarme en San José por intermedio de Hernán Pereyra y ahí hice toda la etapa formativa.-¿Dónde entrenaban en ese momento?-En la Quinta San Gabriel, y yo vivía en Villa Aguirre, en Vigil e Independencia. Me iba caminando hasta Dinamarca y la Ruta, donde tenía la parada el colectivo amarillo. No había rotonda, no había nada. San José me ayudó con todo, ropa, dinero, atención médica, me hicieron un carnet para que viajara gratis. Y siendo más grande me prepararon una bicicleta, así que salía de la escuela y me iba a entrenar pedaleando.-¿Tenían buen nivel?-Nuestra clase sí, muy buena categoría. Teníamos algunos refuerzos ’77, como Alejandro Arbert, Mariano Irurzun y Raimundo Harguindeguy. Y de mi edad estaban Hugo Biondi, Sebastián Pavón, Franco Lamberto, entre otros. Peleábamos arriba, hasta que nos encontrábamos con Independiente, que tenía a Juan Cruz Real, Paulo Guzmán, “Cacheta” Roldán, el “Flaco” Lappano en el arco… Era el rival a vencer. Otros equipos fuertes eran Gimnasia y Newbery, que tenía a Mauro Camoranesi.-¿Te tocó integrar la selección juvenil?-Sí, con Horacio Rodríguez y el “Gallego” Menchón, y varios de esos compañeros. Era equipo de clase ’75 y Mariano Pernía daba dos años de ventaja. Yo llegué como cuarto arquero, atrás de Pablo Paternoster, Claudio Andraca y el “Mancha” Adaro, que son todos ’75. Por diferentes casos terminé atajando yo, quedamos afuera contra Mar del Plata por penales, en el viejo estadio San Martín. Pasa que Mauro Camoranesi, el “Bochi” Abad y “Caio” Doyle no jugaron las instancias finales, porque estaban en el Regional con Gimnasia.-¿Vos ya habías debutado en Primera?-Sí, me puso Rubén Vitullo en el ‘93, jugué el sábado en Cuarta y el domingo en Primera, contra Independiente en el estadio San Martín. Los arqueros eran Javier Huarte y Guillermo Belsito, no me acuerdo por qué faltaron esa vez. Yo trabajaba en el mercado de la familia Danderfer y Claudio me hizo un gol de tiro libre. Los otros dos los hizo el “Chino” Cisilino, perdimos 3 a 1.-¿Cómo sentiste que te fue?-Bien, nunca fui de ponerme nervioso. Al otro año, me dio la titularidad “Tito” Ferrari. Jugábamos de locales en cancha de Independiente, con un equipo de muchos chicos. Nos costaba sumar puntos.-¿Te llegaban mucho en todos los partidos?-Muchísimo. Y lo disfrutaba, porque me servía para tener participación. Un partido con Grupo perdimos 5 a 2, le atajé dos penales a Borja. Me peloteaban y la pasaba bien, era parte de mi aprendizaje. En el ’95 atajé poco porque había agarrado laburo en una pizzería, mediodía y noche. Volví al año siguiente, hasta mitad del ’99, que San José dejó de jugar.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/09/hugo_quintas_1.jpg" alt="Hugo Quintas"><figcaption>Quintas, en sus comienzos, en San José.</figcaption></figure>-¿Ahí como quedó tu situación?-El “Gringo” Cavagna me dijo que me quería Independiente y le respondí que ahí no iba. Me fue a buscar “Tato” Medina para Gimnasia y Rubén Arbeo para la UOM, que se estaba armando. El “Gringo” me insistió con que lo mejor era Independiente. Una vez que entré al club, no me quise ir más.-¿Qué era lo que no te gustaba de Independiente?-Es que yo nunca había estado en un club, San José era otra cosa. Quieras o no, entrar a Independiente no es fácil. Y el arquero era Luis Pérez Pinto, una institución dentro del club. Justo él se iba a Loma Negra y era mi oportunidad.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/09/hugo_quintas_3.jpg" alt="Hugo Quintas"><figcaption>Quintas, en el arco de San José, atajándole un penal al inolvidable Gustavo “Cachito” Bruni, que jugaba en Independiente.</figcaption></figure>-¿Cómo te fue en los primeros tiempos?-Me llevó Roberto Calles, que no me llegó a dirigir. En la primera fecha yo no estaba habilitado y perdimos 7 a 2 con Loma Negra. Roberto renunció y agarraron Duilio Botella y el “Negro” Cantero, que después quedó solo en la dirección técnica. El equipo fue mejorando y en la última fecha le ganamos 1 a 0 a Ferro, le atajé un penal al “Amarillo” López. Ellos le ganaron la final a Loma y me llamó el “Pato” Gárate para ir al Regional. Estuve de tercer arquero detrás del “Mono” Ijurco y el olavarriense Néstor Ramírez, fui un par de partidos al banco.-¿Tenías que volver a Independiente?-Mi pase era de San José y Jorge Solimanto quería aprovechar para vender. Ferro me ofreció seguir para el torneo local, pero Independiente estuvo más decidido y me compró, en parte por la insistencia del “Negro” Conti.-¿El objetivo era ser campeón en Tandil?-El objetivo era dar el salto. Fuimos a un partido desempate con Grupo para ir al Argentino, le ganamos los dos partidos. Ahí se sumaron el “Chopi” Izquierdo, “Nacho” Álvarez Castillo, ya estaba “Cato” Cortadi, Marcelo Kabalín, el “Amarillo” López, más los chicos del club, era un plantel hermoso.-¿Fue cuando tuvieron doble competencia?-Claro, ganamos el torneo local después de once años y en el Regional quedamos afuera con Sporting en Punta Alta, con dos goles sobre el final. Si empatábamos nos clasificábamos, pero no salíamos vivos. Era un ambiente que no conocíamos. Nos volvimos con los vidrios rotos, al túnel de chapa lo habían dejado aplastado.-¿Álvarez Castillo fue el mejor jugador con el que compartiste equipo?-Puede ser, hacía cosas increíbles. En 2001 ganamos dieciséis partidos seguidos, hizo goles de todos lados y se terminó yendo a Italia. El “Negro” Conti se enojaba porque ya ni festejábamos. En ese Regional también teníamos buen equipo y perdimos un partido increíble con Sarmiento de Ayacucho en el estadio, 5 a 0. Erramos mucho y ellos la metían cada vez que llegaban. Por suerte, después vinieron varios títulos locales más.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/09/hugo_quintas_4.jpg" alt="Hugo Quintas"><figcaption>Hugo Quintas, con su hija Lucía.</figcaption></figure>-¿El equipo del ascenso en 2009 es comparable a esos anteriores?-Ese equipo se fue gestando durante años, bajo la base del compañerismo y la amistad. Los días de entrenamiento queríamos llegar lo antes posible para compartir el mate en el vestuario. También tuvimos la guía del cuerpo técnico encabezado por el “Colo” Nosei, que marcaba esas pautas.-¿Ya habían estado cerca de ascender el año anterior?-Sí, un equipazo y terminamos afuera con Huracán de Comodoro Rivadavia. Perdimos de locales 4 a 1, esas tardes en las que no te sale una. Y allá lo peloteamos, llegamos a ponernos 2 a 0. Cuando salimos al segundo tiempo, la cara del árbitro era otra. Le habían pegado una apretada hermosa, porque veían que se les complicaba. Nos empezó a cobrar todas en contra, así y todo tuvimos una de Matías Parolari que se la desvió el viento cuando iba adentro. Y nos hicieron el gol después de que la pelota se había ido afuera.-¿Fue el arbitraje más adverso que tuviste?-No, peor fue el de la final del 2009 en Río Gallegos, contra Boca. No les habían hecho goles de local en toda la campaña, pero después nos dimos cuenta el motivo, los árbitros te cortaban todos los ataques. Matías Petersen se metió entre el lateral y el central, se le colgaron, la alcanzó a puntear y era gol. El línea llamó y todos reclamamos porque pensamos que cortaba la jugada y cobraba penal. Marcó falta de “Mati”, ahí nos dimos cuenta dónde estábamos jugando. Perdimos 2 a 0, el segundo gol estaba tres metros adelantado. Y les dejó seguir otra jugada más adelantado todavía, que la erraron. Cuando fuimos a protestarle al línea, la Policía nos daba con los escudos en el pecho. “Crespito” Larrocea siempre se acuerda.-¿Creían que lo podían remontar en Tandil?-Sí, porque éramos más equipo y jugamos con el pasto alto, cuando ellos estaban acostumbrados al sintético. Estábamos con la sangre en el ojo, del año anterior y del partido de ida. Hubo un gol clave de “Ema” Morondo sobre el cierre del primer tiempo, el 2 a 1. Y en el segundo lo superamos claramente, terminamos 4 a 1 con un golazo de tiro libre de “Manu” Aguirre cerca del final.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/09/independiente_2009.jpg" alt="Independiente 2009"><figcaption>Independiente, la tarde del ascenso en 2009. Arriba: Gerardo Villar, Turri, Manuel Aguirre, Morondo, Agustín Aguirre, Quintas y Alejo Solimanto. Abajo: Argüeso, Arteagaveytía, Petersen y Lecuona. Entre los alcanzapelotas, varios que tuvieron continuidad como futbolistas, como el caso de Juan Pablo Mazza (debajo de Argüeso).</figcaption></figure>-¿Cómo sentías a Independiente en el Argentino B, esas dos temporadas posteriores al ascenso?-Bien, pero en general nos cruzábamos con clubes que tenían otro respaldo o mayores pretensiones. Para nosotros era todo nuevo.-¿Cuál fue tu siguiente salida del club?-Después del segundo Argentino B, a Velense, en 2011, con el “Chupi” Marchioni de técnico. Hicimos una linda campaña, le cortamos un invicto importante a Ferro. Le ganamos en cuartos a Independiente, 1 a 0; y perdimos la semi con Ferro, que después fue campeón. Éramos varios de Independiente o que ya habíamos sido compañeros, como “Pitu” Pereyra, el “Uru” Trasante, “Peto” Venanzi y “Dugo” Zabaleta.-¿Cómo se dio tu llegada a Atlético Ayacucho?-Me habían buscado antes, pero ya le había dado la palabra a Velense. Volvieron al año siguiente y entraban al Torneo del Interior. La condición que les puse es que fuera “Pitu” Pereyra. Como ellos buscaban un “2”, fuimos para allá. Pasamos rondas y quedamos afuera con Rivadavia de Necochea, por penales en Ayacucho. Fueron cuatro años en Atlético, más allá de que volví a Independiente en el Argentino del 2013. Y me tocó ganarle la final al rojo en el 2014.-¿Después volviste a Independiente?-Estaba fichado en el club y “Gera” Villar me pidió que le diera una mano. Justo “Gonza” Casas se fue a Ferro de Dolores y fui titular. Empezamos a ganar y quedamos con ventaja para el play off. Volvió “Gonza” y terminamos siendo campeones, ganándole 6 a 1 a Unicen. Yo estaba trabajando en la selección juvenil, con Izquierdo y Álvarez Castillo, más dedicado a eso y poco entrenado.-Sin embargo, no dejaste de jugar.-Porque vino “Cacheta” Roldán y me propuso ir a Villa Aguirre, en 2017. Un grupo hermoso, pero no se nos dio clasificar a play off. Al otro año agarraron “Bochi” Abad y “Cache” en Velense y me llevaron, estuve seis meses y dejé.-En esos seis meses, hiciste dos goles de tiro libre en un partido…-Increíble, contra Juarense en cancha de ellos. El primero un golazo, con rosca. El segundo de casualidad, de atrás de mitad de cancha, se pasó de largo el arquero. No sabía cómo festejar, hice el “avioncito” y de la tribuna me gritaban “gordo, vas a tener que carretear hasta Córdoba”. No me olvido más.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/09/hugo_quintas_2.jpg" alt="Hugo Quintas"><figcaption>El festejo de Quintas, la tarde en que anotó dos goles de tiro libre.</figcaption></figure>-Encima el arquero rival era el “Araña” González, muy reconocido.-Claro, Juarense tiene la bandera con él, su hermano Germán y “Luchi” Silva. Cada vez que lo veo a “Luchi” le digo: “ese arco es mío”. Lo cargo porque nunca me hizo un gol, solamente uno en definición por penales.-¿Al revés, hubo goleadores que te convertían siempre?-Julio Acosta, el “9” de Liniers de Bahía Blanca. En Tandil no hubo uno en especial, me hicieron varios obviamente, pero ninguno que fuera de todos los partidos. Fabio Argüeso me hizo unos cuantos y siempre nos cargábamos, había asado en juego.-Alguno le habrás ganado.-Uno estando él en San José y yo en Velense, jugué desgarrado. Agarró una con tres dedos en la medialuna, al ángulo. Si era cualquier otro rival, yo no me tiraba. Pero por ser él, volé y se la saqué. Al año siguiente, yo en Atlético, venía en todas las pelotas paradas me decía que me iba a hacer el gol. En el último córner, la pifiaron dos compañeros míos, le quedó a Fabio y me dijo “te la canté, Gordo”, antes de mandarla adentro. Nos acordamos y nos reímos.-¿Con él tenías una conexión especial como compañeros?-Sí, con Fabio y con Diego Lecuona compartimos mucho. Lo mismo con “Pitu” Pereyra, varios años con ellos de compañeros te permiten conocerte mucho.-¿Cerraste tu carrera en San José?-Estuve el año pasado en la B, otra vez con “Chupi”. Me insistió Manuel Aguirre para ir, la pasé bien pero me di cuenta de que me costaba demasiado.-¿Cuál fue tu mayor virtud como arquero?-Creo que la tranquilidad, siempre intenté transmitir eso.-Además, te destacabas por tu juego con los pies.-Siempre me interesó pegarle de diferentes maneras a la pelota, era un convencido de que tenía que saber resolver con los pies. Y aprendí a jugar con “Gera” Villar de técnico, gracias a sus trabajos y movimientos.-¿En penales, a favor y en contra, cómo te iba?-Hubo de todo. Convertí varios y también erré muchos. Jugando para Atlético Ayacucho contra Defensores del Cerro, en Figueroa, creo que todavía están buscando la pelota. Atajé varios también, sobre todo de más joven.-¿Tuviste posibilidades de atajar en algún equipo de AFA?-Cuando estaba en el juvenil, me probé en Gimnasia. Me fue bien, pero cuando llegué a la pensión me marcaron que estaba muy pesado. Ni fui a hablar con el técnico, no era mi prioridad quedarme allá. Estaba cómodo en Tandil.-¿Qué técnico valorás como el mejor que tuviste?-Con el “Colo” Nosei aprendí mucho, sobre todo en el manejo de grupo. Tenía pautas de trabajo que me marcaron y fueron aprendizaje. Además, vivimos cosas y logros muy importantes para el club.&nbsp;Siempre rojinegro y un Mazza con proyección-¿Seguís en Independiente, ya desde otros lugares?-Estoy con Martín Delgado, con las categorías de Novena a Pre Undécima; y entrenando arqueros y arqueras del club. Ese trabajo lo empecé en 2006 y después, con Juan Constantin de técnico, fui ayudante de campo de la Sub 15 campeona que fue a jugar el Nacional en Río Cuarto. Era la clase ’98, con cuatro refuerzos ’97, que eran “Picho” González Metilli, “Juampi” Mazza, “Macuca” Bargas y Braian Montero. Ahí Juan me ofreció trabajar con Martín y me encantó, además de que me permite aprender día a día con un tipazo como él.-¿Cómo era aquel Mazza de sus comienzos?-Un fenómeno. Era un enano y me decía “pateame que no me podés hacer un gol, ‘Gordito’. Y la verdad, no se lo podía hacer”.