MARCELO GÓMEZ
“Fue un shock leer las declaraciones de Guillermo”
El formador de Del Potro y Mónaco se refirió a las denuncias de Pérez Roldán hacia su padre Raúl. “Era duro con él, pero nunca vi que le pegara”, contó el “Negro”.
Dándole continuidad a la escuela fundada por Raúl Pérez Roldán en el club Independiente, Marcelo Gómez se erigió en formador de tenistas consagrados como Juan Martín Del Potro, Juan Mónaco y Mariano Zabaleta.
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Gómez, hoy trabajando en el club Uncas, se hizo eco de las declaraciones emitidas días atrás por Guillermo Pérez Roldán, a través de las cuales denunciaba haber sido sometido a maltratos verbales y físicos de su padre Raúl.
A través de un diálogo entablado con Eco TV, Gómez comenzó expresando que: “Yo era alumno de la escuela y empecé a jugar al tenis por Guillermo, era mi ídolo y quería jugar como él. Crecí en la escuela de Raúl, pero no pertenecí a su grupo, entrenaba con otros profesores. A veces, él nos supervisaba, pero no estaba tan cerca nuestro. Pero sí veíamos cómo entrenaba Guillermo y la exigencia que Raúl tenía sobre él, mucho mayor respecto a la que les imprimía a otros alumnos. Cuando las cosas no salían, Raúl se le enojaba y nosotros lo veíamos. Eran otras épocas y el trato con el alumno era distinto al actual, en ese entonces no lo veíamos como algo extraño. Guillermo se hizo un jugador muy famoso, estaba 13 del mundo y seguía yendo al club, yo peloteaba con él. Lo que contó estos días fue algo absolutamente personal, que vivía con su padre en una habitación, nosotros no sabíamos. Sí sabíamos que Raúl era duro en el trato con Guillermo, pero nunca lo vimos pegándole. Sí tratarlo mal verbalmente, pero no más que eso. Entre ellos la relación era tensa, Raúl lo tenía cortito, no le perdonaba nada. Se comentaba algunas cosas (sobre agresiones físicas) cuando Guillermo perdía, pero nosotros no sabíamos a ciencia cierta, es el día de hoy que es algo que no puedo asegurar porque nunca lo vi.”
-¿Qué te produjo leer la acusación de Guillermo?
-Me desperté temprano, me puse a leer los diarios y encontré esa nota. La leí toda y entré en un estado de shock al ver que alguien había sufrido algo como lo que sufrió él. No soy amigo de Guillermo, pero sí tengo trato, de hecho le mandé un mensaje felicitándolo, está bueno sacar estas cosas que uno tiene adentro. Me hubiera gustado saberlo en su momento para acompañarlo, ayudarlo, jugábamos juntos partidos de fútbol, la pasábamos muy bien.
-¿Qué te dijo?
-No me comentó nada sobre el hecho. Sí me dijo que le agradaba que le haya escrito.
-¿Cómo se ha ido transformando la escuela de Independiente?
-Cuando Raúl se fue, ahí comenzó otra etapa en ella, la anterior fue toda suya. Sin ninguna duda, él revolucionó el tenis argentino y te diría que a nivel mundial también, hizo jugar muy bien a los chicos que tuvo y logró cosas muy importantes. Fue un adelantado, después vinimos nosotros y comenzamos a trabajar con otra impronta. Lo que sí, y se lo he dicho a él, yo no coincidía en absolutamente nada de lo que Raúl era desde el punto de vista personal. En lo tenístico, coincido con todo lo que hacía y aprendí muchísimo de él. De hecho, nuestra escuela está fundada sobre bases que él creó. Pero nosotros, preferimos ser buenas personas y no tan buenos profesores antes de que sea al revés.
-Suele no funcionar la relación padre-hijo en el tenis.
-Sí, son muy pocos los casos exitosos. Cada papá es distinto, Guillermo tuvo la mala suerte de que tuvo como entrenador a su padre. Ha habido muchas relaciones enfermizas, con padres golpeando a sus hijas. Hoy, la sociedad evolucionó y ya no se ve tanto. Pero la presión existe, hay papás que les meten mucha a sus hijos y eso no ayuda en nada al desarrollo de los chicos. Después, tenés jugadores como Zabaleta, Del Potro, Mónaco, “Machi” González o Junqueira, cuyos padres no se metieron nunca en la parte técnica y siempre apoyaron, simplemente ayudaron a que sus hijos cumplan sus sueños. Entre el padre y el hijo eligen un entrenador, entonces después tienen que confiar en su trabajo.
La palabra de Raúl
Tras el revuelo causado por las declaraciones de su hijo Guillermo, Raúl Pérez Roldán dialogó brevemente con el diario La Nación, sin ánimos de esclarecer nada al respecto.
Se limitó a decir que “es un tema familiar que resolveré con él. Guillermo está en Chile y no podemos juntarnos por el coronavirus, y obviamente no es un tema para hablar por teléfono. No voy a decir ante la prensa nada en su contra o a mi favor”.