Finalmente, Jaguares recibió el golpe de gracia
El equipo se venía desangrando con la masiva deserción de jugadores, y ahora se confirmó que no tendrá competencia internacional en 2021
Jaguares se quedó sorpresivamente sin actividades para 2021 a partir de la renuncia conocida de las cuatro franquicias sudafricanas a seguir compitiendo en el Súper Rugby para sumarse al Guinness Pro 14 Europa.
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De esta manera los sudafricanos abandonarán el Sanzaar (Hemisferio Sur) y pasarán a competir en la Rainbow Cup, como primera medida para establecer una integración a los equipos británicos de Irlanda, Escocia y Gales, además de Italia.
Las cuatro franquicias más importantes de Sudáfrica, que son Sharks, Stormers, Bulls y Lions, tomarán parte de ese certamen que será “de transición” y se disputará desde marzo próximo. La “verdadera” competencia se iniciará el 17 de abril y finalizará el 19 de junio con la disputa de una final a un solo partido.
De esta manera Los Jaguares se quedaron afuera del calendario internacional del año próximo y el Sanzaar sufrirá importantes pérdidas económicas, ya que la cadena sudafricana de televisión TV SúperSport apuntará al seguimiento de los equipos propios cuando estos jueguen en Europa.
¿De qué manera puede afectar esto a la Argentina? Sencillo: con este panorama los Jaguares (o cualquier franquicia internacional que decida reconstruir la UAR) no encajan en ningún lugar del calendario internacional y ya no tienen alternativa de competencia en 2021.
Esto traerá aparejada también la necesidad de los rugbiers argentinos de buscar posibilidades en el mercado internacional, ante la inexistencia de competencia de Los Jaguares.
Una historia de superación
En total Jaguares jugó 73 partidos con notable paridad ya que ganó 36, perdió 36 y empató uno en los “escritorios”, el mencionado 0-0 con Highlanders.
En 2016 sumó 4 triunfos y 11 reveses, en 2017 culminó con 7-8, en 2019 con 9-8, clasificando para los playoffs por primera vez siendo derrotado por Lions 40-23 en cuartos de final, y en 2019 culminó perdiendo la final 19-3 ante los poderosos Crusaders.
En la temporada 2020 en el momento de la suspensión estaba 3-3 y se le sumó la igualdad ante Highlanders. El máximo goleador de la historia de la franquicia fue Nicolás Sánchez con 391 puntos y el que marco más tries resultó Emiliano Boffelli con 21.
El crecimiento de Jaguares, dirigido dos años por Raúl Pérez, Mario Ledesma y luego por Gonzalo Quesada, fue sostenido y se convirtió en la fuente en donde abrevaron Los Pumas, con jugadores que hoy son figuras en el equipo nacional y en el rugby internacional, de hecho brillaron en el reciente Tres Naciones jugado en Australia.
La pandemia fue letal para los intereses de Jaguares que ya habían dejado de ser el equipo a vencer para las franquicias del hemisferio Sur, cumpliendo una especie de trámite, y que poco a poco ya inquietaban a las potencias en especial a las de Nueva Zelanda y Australia.
De aquella formación que comenzó su participación en 2016 hasta 2020 Jaguares pasó a ser el equipo que se sumaba para aprender a ese que les ganaba a los poderosos, provocando que la simpatía del principio se convirtiera en un llamado de atención y críticas tomando como argumento que los argentinos más que un equipo eran un seleccionado, y eso marcaba diferencias.
La pandemia colaboró con los intereses de los oceánicos y cada país organizo su propio Super Rugby, dejando de lado a los sudafricanos y también a los Jaguares.
Ya no era bien visto por los oceánicos viajar a Argentina para jugar, el traslado era muy largo, demandaba demasiadas horas y un gasto elevado de dinero, por lo tanto la franquicia argentina se quedó sin nada y no ingresó en ningún proyecto, como por ejemplo el Trans-Tasman.
El objetivo de la UAR se cumplió con creces. La Unión implemento un proyecto formativo de Alto Rendimiento (PLADAR) con la intención de sumar jugadores de todo el país, darle un entrenamiento adecuado y una competencia exigente, hacerles un contrato y sumarlos a Los Pumas en el futuro y así fue.
Lo que nadie esperaba es que en apenas cuatro años el proyecto tuviera semejante éxito jugando una final ante los poderosos Crusaders dejando en el camino a franquicias calificadas y alumbrando a una camada de nuevos jugadores que le daban mayor vida al ambicioso plan.
Pero, la pandemia se instaló y eso cambió todo. Ante la imposibilidad de participar en una competencia oficial, la UAR le dio luz verde a los jugadores de Jaguares para poder aceptar ofertas del exterior, siguiente el camino iniciado a principios de año por Ramiro Moyano (Toulon), Pablo Matera (Stade Francais) y Tomás Lavanini (Leicester).
El siguiente en irse fue el entrenador Gonzalo Quesada (Stade Francais) y luego el éxodo fue imparable con las partidas de Jerónimo de la Fuente (Perpignan), Marcos Kremer (Stade Francais), Guido Petti (Bordeaux), Santiago Montagner (Stade Montois), Lucas Paulos (Brive) y Emiliano Boffelli (Racing), Matías Orlando (Newcastle), Matías Alemanno (Gloucester), Agustín Creevy (London Irish), Nahuel Tetaz Chaparro (Bristol), Joaquín Díaz Bonilla y Matías Moroni (Leicester), Tomás Cubelli y Santiago Medrano (Force de Australia), Joaquín Tuculet (Toronto)
Aún restan Jaguares por determinar su futuro, entre ellos el tandilense Rodrigo Bruni, que tiene contrato hasta 2022 con la UAR, pero todavía no definió su futuro. Lo concreto es que el gran proyecto de la UAR se derrumbó como un castillo de naipes, justo en el año en que su buscaba consolidarse definitivamente entre los equipos de elite.