El “Tano” Pernía y un sentido recuerdo de Suñé
El tandilense lamentó la muerte de su excompeñero en algunas de las mayores conquistas de Boca en la década del 70
Vicente Pernía fue un pilares de uno de los equipos más exitosos de la historia de Boca, aquel que Juan Carlos Lorenzo llevó a la conquista de la Copa Libertadores y la Intercontinental a fines de la década del 70. Por eso, el programa La Ciudad, de El Eco TV, quiso tener su palabra para recordar la figura de Rubén Suñé, fallecido el jueves, a los 72 años.
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El “Chapa”, como se lo conocía en el mundo del fútbol, fue una gloria de Boca Juniors y autor del mítico gol de la final del Nacional 76 contra River Plate. “Se fue un grande, un amigo, una persona que fue ejemplo en el mundo Boca. Sentí mucho dolor cuando me enteré, se me escaparon unas lágrimas. En ese grupo éramos uno solo, y perderlo al Chapa es muy fuerte”, comenzó diciendo Pernía.
“Cuando llegué a Boca, él estaba en Unión de Santa Fe, y después Juan Carlos Lorenzo lo trajo de nuevo al club y comenzamos una gran carrera juntos. Fue un gran capitán. Un ejemplo desde su actitud para trabajar y para comportarse. Lo vamos a extrañar mucho porque nos veíamos todos los años, nos encontrábamos mucho en la cancha. Eso no va a pasar más y es un dolor muy fuerte”, agregó el “Tano”.
“Hicimos toda la campaña de los torneos locales, la Copa Libertadores y la Intercontinental juntos. Una persona muy simple, muy humana. Tenía mucha personalidad, pero nunca lo escuchabas gritar. Era muy franco, muy limpio. Demostraba como demuestran las grandes personas, siempre dispuesto a ayudar a sus compañeros”.
Pernía recordó también aquel momento que lanzó a Suñé a la inmortalidad en el mundo Boca, cuando definió con el apodado “gol fantasma” la final del Nacional 76 frente a River. “El Chapa jamás había pateado un tiro libre. Habíamos pedido antes del partido que se pudiera patear sin esperar que el árbitro dé la orden, porque Lorenzo se había dado cuenta que River se distraía en los tiros libres, le daba la espalda a la jugada. Fillol estaba en un palo, él lo vio, le pegó y la puso en un ángulo”.