CORRIÓ DURANTE CUARENTA AÑOS Y VENCIÓ A LEGUISAMO
El fallecimiento de Danilo Vidal, el jockey que hizo historia en Tandil
El miércoles pasado, se produjo el fallecimiento de Danilo Vidal, uno de los jockeys más importantes que proyectó Tandil en toda la historia.
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En realidad, Vidal nació en Napaleofú, donde su familia tenía campo. Rápidamente mostró su habilidad sobre los caballos y empezó a sobresalir en las carreras cuadreras, típicas en el ámbito rural.
Sus triunfos no pasaron desapercibidos en Tandil, donde llegó en 1950, cuando tenía veinticinco años. Desde entonces, descolló en el hipódromo de esta ciudad o en los de La Plata, Azul, Mar del Plata, Palermo y San Isidro, entre otros.
Disciplinado, Vidal siempre mantenía un peso cercano a los cincuenta kilos, ideal para desarrollar su trabajo y obtener el mayor rédito en la monta.
Entre los caballos que mayores satisfacciones le dieron, supo mencionar a “Dragón Verde, Adolfo J, Percance y Mirrón. Esos los cuidaba y los corría yo”, aseguró en su momento.
La trayectoria de Vidal se prolongó entre 1950 y 1989, aunque en 1996 se dio el gusto de volver por una sola carrera. “Quería que me vieran mis nietos, entré tercero”, recordaba.
Si bien compartió época con varios jockeys sobresalientes, su victoria más célebre fue la conseguida en 1957, nada menos que sobre el célebre uruguayo Irineo Leguisamo. “Le gané con bandera verde. Fue en Palermo, yo corría con Largoveo y él con Irrintzari. Leguisamo tenía 54 años, aunque estaba en el apogeo y ganaba seguido. ¿La verdad? Le gané casi de casualidad. Anotaron un caballo de acá, que era de los Santamarina, me dijeron si quería correrlo y acepté. Uno siempre fue igual para correr, haciendo su carrera sin importar quiénes fueran los rivales. Leguisamo vino de atrás, me llegó a pasar cerca del final, pero le terminé ganando por poco”, explicaba, repleto de humildad.
Una vez que dejó de ser jockey, Vidal se dedicó al cuidado de caballos. Siempre, vinculado a la pasión de su vida.