El capitán Scola, con el corazón en el básquetbol
Por Eduardo Aldasoro
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“Mi compromiso con la selección y el básquetbol está hasta el último partido del Mundial”, manifestó Luis Scola antes de jugar el Tres Nacionales que se adjudicó Argentina ante Puerto Rico y Uruguay.
La selección ya compite en los Juegos Panamericanos de Lima.
La pasión de Scola por la selección lo ha llevado a integrar una selección renovada. con jugadores jóvenes que cuentan con cierta experiencia por jugar, en su mayoría, en equipos de Europa.
El capitán de la selección manifestó que irá al Mundial sin equipo y que, si no se clasifica a los Juegos Olímpicos no tendrá intenciones de jugar en otro club.
“Después, pueden cambiar las cosas, puedo cambiar de opinión, podemos clasificar y puedo llegar a hablarlo, pero hoy estoy comprometido para el básquetbol hasta el Mundial. Cuando termine, veremos cuál es la situación y en qué me involucra a mí, y tomaré la decisión que haya que tomar”, declaró el interno.
Se lo vio en excelentes condiciones, tanto técnicas como físicas, ante Puerto Rico. “Lo que pase en China me hará decidir lo próximo”. Hay quienes manifiestan que en el futuro se pueda convertir en dirigente con lugar en la Confederación, sería el broche de oro para un deportiva que luce la celeste y blanca como pocos y le entregó al básquetbol su enorme pasión.
El año pasado, el capitán dijo que había que pensar en un quinto puesto en el Mundial y, a partir de ello, ver hasta dónde se podía llegar.
“Para ganar una medalla tenés que vencer, al menos, a un rival de primera línea, como Lituania, Francia o Serbia; uno contra un equipo de mediana línea, como Brasil o Nigeria; un cruce ante Estados Unidos, España o Canadá. Y después, otro más, ya sea en la final o por el tercer puesto. Esos equipos tienen entre cinco y ocho jugadores de NBA, desde jugadores de rol a titulares, e incluso MVP. El resto de sus integrantes son de primera línea de Euroliga. Nosotros, no tenemos nada de eso. La diferencia entre la NBA y la Euroliga es brutal, está más grande que nunca. Hasta que no nos equiparemos con los mejores del mundo, será muy difícil volver a una medalla. ¿Cuántas veces podemos ganar teniendo un talento menor? Una vez, dos. Por eso, celebro tanto que hayamos puesto tres o cuatro jugadores de primer nivel de la Euroliga. Ahora, tenemos que dar el segundo paso: que esos jugadores sean los mejores de Europa, y que luego lleguen a la NBA. Cuando hayamos logrado eso, podremos competir”, continuó Scola.
“La CABB necesita crear ese talento, desarrollarlo, explotarlo, es un trabajo de hormiga y a largo plazo. Hay dos lugares a los que debemos prestarles atención, uno es Canadá, con 35 millones de habitantes: y el otro Australia, que anda por ahí. Canadá tiene algo diferencial: muchos jugadores de color, que ya sabemos que son mucho mejores que los blancos, y una cercanía con Estados Unidos que les eleva el nivel en todos los sentidos. Y Scola no ve en factores económicos un impedimento para llevar adelante un nivel de reclutamiento como el de Australia. Para él, todo pasa por cómo se hace el trabajo.
“Durante un largo tiempo, no se hizo mucho al respecto. Éste, para mí, es el próximo objetivo: ver cómo podemos tener ese destino y llevarlo para adelante a los empujones. Hasta ahora, era tener una organización seria y transparente. Ahora, hay que saltar al paso 2. Un análisis que va mucho más allá del resultado en China”. Es el pensamiento del gran capitán Luis Scola.