Daniel Romeo, recuerdos de juventud y alegrías
El tandilense Daniel Romeo, uno de los integrantes del equipo de Estudiantes de La Plata que conquistó hace cincuenta años su tercera Copa Libertadores consecutiva, expresó que ese recuerdo lo devuelve a los mejores años de su vida y que representa “un orgullo” ser parte de esa historia del club.
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“Esos recuerdos me devuelven a los mejores años de mi vida, los más lindos, son imborrables. Haber integrado ese plantel es un orgullo que llevo por siempre como haber sido parte de esa historia de Estudiantes”, recordó Romeo en una charla con la agencia Télam.
Estudiantes, que alzó el trofeo por tercer año consecutivo tras dejar en el camino a dos pesados del continente como River en semifinales y Peñarol en la final, atravesaba una etapa de recambio y Romeo era una de sus jóvenes figuras.
“En mi puesto había jugadores muy importantes para ese equipo como Juan Echecopar, de un talento y un despliegue increíble, y estaba el ‘Bocha’ (Eduardo) Flores, que era clave por su juego, por sus goles, y porque era el socio ideal de (Juan) Verón)”, recordó.
“Era el más chico con 18 años, concentraba en esa vieja casona de City Bell y lo disfrutaba con mucha alegría. Estuve en la pensión, hice inferiores y todo eso fue maravilloso, cuando Zubeldía me subió a la Primera recuerdo que todos se comportaron como hermanos más grandes, me llevaron de la mano y me guiaron en la vida”, expresó Romeo, quien llegó al club platense a los 14 años, tras haberse iniciado en Gimnasia de su ciudad.
“Para mí Estudiantes y jugar esas copas fue algo maravilloso, estas fechas me devuelven a aquellos años, el entrar a la cancha, escuchar a la gente y volver a revivir esos momentos me hacen muy feliz. Es un club del que me siento parte y que ha sido clave en mi vida”, finalizó el tandilense.
Daniel Romeo debutó en la primera división de Estudiantes de La Plata en 1969, en un partido frente a Platense, mientras la formación principal estaba jugando la Copa Libertadores. Luego, fue convocado para la delegación que disputó la Copa Intercontinental con Milan de Italia.
Ya en 1970, tuvo su primera intervención en el máximo torneo sudamericano. En pleno progreso, fue gran protagonista en la edición de 1971, de hecho anotó un gol en la final de ida con Nacional de Montevideo, aunque finalmente el título quedó en manos del equipo uruguayo.
En su momento, Romeo develó las simples y efectivas características de aquel Estudiantes: “Conocíamos nuestras limitaciones, y cada uno sabía lo que tenía que hacer dentro de la cancha”.
