Carlos Zulberti y una pequeña revancha
Por Fernando Izquierdo, de esta Redacción
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El primer día de octubre, en 1995, al seleccionado tandilense de básquetbol le tocó digerir un trago bien amargo. Asimilar un golpe de ésos que no se olvidan, por el hecho de haber quedado en las puertas de la gloria.
En el polideportivo Duggan Martignoni, Bahía Blanca lo derrotaba ajustadamente en la final del Provincial de ese año, privándolo de una conquista que aún hoy es inédita en su historia.
Casi un lustro más tarde, aunque en otro contexto, con algunos protagonistas distintos y en una instancia menos relevante, llegó el desquite.
Los tandilenses consiguieron en Mar del Plata una de las victorias más resonantes de su historia con el 98-90 sobre los del sur provincial.
Aquel equipo vencedor contaba con la conducción técnica de Carlos Zulberti, quien a dos décadas del juego, le transmitió sus recuerdos a El Eco de Tandil:
“Me acuerdo de ese partido como si fuera hoy. Fue increíble. Nos habíamos quedado ‘con la sangre en el ojo’ cuando nos ganaron la final del Provincial en Tandil, en 1995. Obviamente, una victoria ante Bahía Blanca es una cosa histórica para Tandil. Se habían logrado pocas victorias, recuerdo algunas en mini y pre infantiles, con jugadores como Julián Jarque, Dardo Zumpano y Javier Vacarezza y Ángel Morinigo, pero nunca en mayores”.
“Bahía tenía un equipazo, nosotros éramos un equipo respetable. Recuerdo que ‘Pepe’ Romero, en ese momento presidente de la Asociación de Tandil, nos preguntó si queríamos jugar porque Mar del Plata iba como organizador, y Tres Arroyos, Necochea y Olavarría no querían presentarse. Yo consideré que sí, que podíamos dar pelea. Hablé con los jugadores, ellos asumieron el compromiso y se pusieron a disposición de la Asociación”.
Sobre el nivel del torneo, Zulberti recuerda que “había mucho nivel, además de Bahía, estaba Mar del Plata, que era local y tenía la base de Atlético, que venía de ascender con nosotros a la Liga C, llegando a la final del Provincial. A esa selección la dirigía el ‘Negro’ Romano y tenía a Gustavo Fortete, era un equipazo. Zárate, lo mismo, tenía muchos jugadores de Náutico, que nos había enfrentado (a Independiente) en el Provincial de Clubes, y se reforzó con otros de Independiente de esa ciudad, como ‘Pipo’ Portinaro, y con Germán Género, que venía de jugar Liga A o TNA. También La Plata estaba muy fuerte, con Santiago García y su hermano”.
El repaso lleva al entrenador de aquel equipo a reflejar una situación puntual del juego ante Bahía Blanca: “Noel Leguizamón me expulsó cuando faltaban quince segundos para que termine el primer suplementario. El ‘Flaco’ Literas tocó la pelota después de que nos conviertan, impidiendo que saquemos rápido. Debía cobrarle un técnico y no lo hizo. El segundo suplementario lo vi desde afuera, por eso ganamos, ja. Me quedan recuerdos hermosos. Ese equipo marcó una época en Tandil, con jugadores y dirigentes, son momentos imborrables”.
“Más allá de esa victoria ante Bahía, destaco el triunfo ante Zárate, porque jugamos como nunca, ellos venían arrasando. Por cómo se venía desarrollando el torneo, ese triunfo terminó siendo más rutilante que el conseguido en el debut”.