Bilbao, Loma Negra y la crisis que se hace sentir

Soledad Bilbao, presidenta de Loma Negra, afronta un gran desafío en su segundo año al frente del club de Barker.

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El receso obligado por la pandemia de Covid-19 detuvo todas las actividades y eso se siente de modo especial en la localidad del partido de Benito Juárez, estrechamente vinculada a Tandil.

Este Diario contactó a Bilbao, para conocer la manera en que intentan sobrellevar estos tiempos de inactividad, con las consecuencias que eso conlleva.

-¿En qué momento institucional los tomó esta situación?

-Habíamos arrancado el año con varios proyectos. Entre ellos, hicimos una campaña de socios, con una encuesta para saber las necesidades y preferencias de la gente. Barker tiene 5800 habitantes y el club cuenta con alrededor de 340 socios, una cifra que queríamos elevar acercándonos más a la sociedad. Llegamos a hacerlo dos fines de semana y tuvimos que parar.

-¿Cuáles son las principales dificultades?

-En lo económico, tenemos gastos mensuales que debemos afrontar y nuestra cuota social es muy chica. Las cobraban dos chicas colaboradoras, casa por casa, y desde este aislamiento lo hacemos en el negocio de una de ellas. Tenemos personal, cuyo ingreso para sus hogares es a través del club. Hay que cumplir con ellos, no podemos dejar una familia sin el sueldo.

-¿Cuántos empleados tiene el club?

-Entre profesores y colaboradores, son cerca de veinte. Otros gastos son los de mantenimiento, porque no podemos descuidar las canchas de tenis, hockey, las dos de fútbol, hay que seguir cortando el pasto. La gente del fútbol Senior nos ayudó a hacer el riego de la auxiliar, así que debemos mantenerla para no perder esa obra.

-¿Qué disciplinas se desarrollan en Loma Negra?

-Tenemos fútbol, vóley, básquet, tenis, hockey, circo y gimnasia deportiva y funcional. En vóley se agregó la categoría infantiles y masculino libres, en hockey se hizo lo mismo con infantiles, en básquet incorporamos Sub 13 y Sub 15. Todos proyectos que quedaron en pausa.

-Además, se notará la situación crítica de la economía de la gente.

-Sí, estos meses se está cobrando solamente cuota social. Sabemos que la gente tiene que cuidar la plata de su casa, y a la hora de achicar, el club puede quedar relegado. Eso lo tenemos claro.

-¿Venían de un golpe grande por el problema de la fábrica?

-Sí, el año pasado perdimos socios y profesores que trabajaban en la fábrica y fueron trasladados, además de la parte económica que se vio afectada en general. Por otra parte, gracias a los resultados de fútbol, hubo gente que se acercó bastante al club. Eso fue positivo.

-¿De qué manera intentan seguir en contacto con la comunidad?

-Buscamos la forma de mantener relación con la gente. En las redes sociales, hacemos juegos y entretenimientos con chicos y grandes de distintas disciplinas. Y en gimnasia, por ejemplo, tienen clases virtuales. En Barker tenemos chicos que hacen deporte de 3 de la tarde a 8 de la noche. Ahora está todo parado, hay que buscar la forma de darles actividad hasta que esto se empiece a normalizar.