Barros Schelotto ya no dirige a Boca
Pese a los trascendidos, no se le ofreció la renovación. Igualmente, el platense no tenía intenciones de continuar.
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El entrenador Guillermo Barros Schelotto dejó ayer su cargo en Boca Juniors luego de una comunicación mantenida con la dirigencia.
Si bien en primera instancia había trascendido que el presidente Daniel Angelici tenía intenciones de que siguiera un año más, fuentes del club confirmaron a NA que la Comisión Directiva decidió no ofrecerle la renovación de contrato, aunque el mellizo tampoco contaba con intenciones de continuar en el cargo.
Barros Schelotto asumió en marzo de 2016, cuando reemplazó a Rodolfo Arruabarrena, y consiguió dos torneos a nivel local, en la temporada 2016/2017 y 2017/2018.
En su ciclo, dirigió 117 partidos, de los cuales ganó 63, empató 31 y perdió 23, con una efectividad del 63 por ciento.
La intención de la dirigencia de Boca, antes de elegir a su sucesor, es concretar la llegada de un manager para jerarquizar la gestión en el aspecto deportivo.
En ese sentido, el apuntado es Nicolás Burdisso, con quien ya hubo contactos, aunque el exdefensor de la institución todavía no tiene en claro si quiere ese cargo o comenzar su carrera como entrenador.
Más allá de lo numérico, que es irreprochable para el ciclo de Guillermo, su cuenta pendiente fue la obtención de la Copa Libertadores, que perdió en semifinales de 2016 frente a Independiente del Valle de Ecuador, y en 2018 ante River.
Justamente las derrotas con su clásico rival, incluyendo la final de la Supercopa Argentina disputada en marzo en Mendoza, y la falta de una identidad futbolística que asomara en los choques decisivos, dejaron al mellizo con esa sensación de que a pesar de haber obtenido dos campeonatos locales, siempre le faltó un plus a su ciclo.
En primera instancia, trascendió que Antonio Mohamed, Martín Palermo y Gabriel Heinze eran nombres que seducían a algunos directivos, aunque de esa lista hay que tachar al actual entrenador de Vélez, que seguirá en ese club.
Con un Angelici un poco más debilitado en su último año de mandato, el elegido deberá tener consenso de sus pares de comisión directiva y, en caso de concretar la llegada de un manager, su opinión será muy escuchada. (NA).