A 30 años de la partida de Duggan Martignoni
Por Eduardo Aldasoro
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailHan transcurrido treinta años desde su partida y, precisamente, se cumplieron el Día de la Madre, como un homenaje a su tesonero esfuerzo, por su dinámica, su perfil polémico, audaz, desafiante. De cara al riesgo, ambicioso, realista, encarador.
Así era Duggan Martignoni, el dirigente apasionado que sacó a su querido club Independiente del ostracismo en 1971, y permaneció 17 años hasta entregarle la posta al “Vasco” Gómez. Por eso, Duggan fue lo que fue: un hombre de coraje, fundamentalmente. Porque desafió a los tiempos, aunque para las instituciones no hubo épocas fáciles, fue una cuestión de valentía.
Era de ponerse no sólo el overol sino también la coraza porque quien se acomoda a los pasos de la modernidad o salta por encima de ellos está expuesto a los más duros ataques. En primera instancia, cuando para conseguir un préstamo bancario no tuvo pereza para que sus compañeros de Comisión Directiva prestaran dinero para la obtención del crédito. Posteriormente, intervino en la compra de campos que luego se vendían y, de esa manera, logró sanear a su querido club.
En un país y, sobre todo, en una ciudad que no hace del riesgo un culto, que se apega a las tradiciones y que considera todo salto no un avance sino arrojarse al vacío, desligarse de estas posturas y lanzarse con emprendimientos que trastocan pasados y presentes pensando en el futuro es estar proclive a vivir situaciones incómodas. Duggan las vivió y las sorteó. Cuando sus compañeros y los socios advirtieron que él hablaba más a través de sus obras que por los giros dialécticos, alcanzaron a ver la dimensión de un dirigente que hoy, habiendo pasado el club su centenario, es recordado con inmenso cariño.
Duggan era demasiado inquieto como para estar cómodamente sentado. Vivió de pie y se fue de pie. Hoy, a 30 años de su ida, el club Independiente lo recuerda a través de sus obras. una de las calles de la ciudad, en el Barrio Jardín, lleva su nombre. También el polideportivo del club Independiente, construido bajo su gestión. Es la imagen merecida para un dirigente que lo dio todo. Descansá en paz.