Sin actividades presenciales, la Unicen fortalece la estrategia virtual en tiempos de pandemia
El rector Roberto Tassara prorrogó la suspensión de actividades que el Consejo Superior había resuelto en marzo. Además de promover el dictado de clases virtuales para continuar con la formación académica, la casa de estudios busca reforzar el contacto con los alumnos, atender las contingencias sociales y garantizar el acceso a la tecnología de toda la comunidad educativa.
En el marco de la pandemia y el aislamiento obligatorio, la Universidad Nacional del Centro determinó que continuará con todas sus actividades presenciales en suspenso hasta el 27 de abril inclusive. Esta determinación fue previa al anuncio presidencial de este viernes, que extendió la cuarentena por dos semanas más.
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La medida adoptada por el rector Roberto Tassara extiende la cancelación de las clases físicas y todo tipo de tareas que había resuelto el Consejo Superior el 16 de marzo -cuyo alcance era hasta el 31 de marzo-, que le otorgaba a la autoridad máxima de la casa de estudios la potestad de definir las acciones necesarias mientras dure el período de emergencia y a partir del seguimiento del comité de crisis, en el marco de la normativa nacional.
La imposibilidad de reanudar el normal movimiento académico iniciado en febrero con los cursos de ingreso y mesas de examen obligó a todas las unidades y sedes a encarar el proceso de enseñanza de manera virtual y empujó a las autoridades al desafío de mantener la comunicación con sus estudiantes, atentos a las necesidades e inquietudes.
La secretaria académica de la Unicen, Mabel Pacheco, dialogó con El Eco de Tandil y explicó las demandas y fortalezas que surgen al trabajar en este contexto.
Comprendiendo, también, que la pandemia tendrá derivaciones en el corto y mediano plazo sobre la situación sanitaria, social y económica de cada estudiante, de sus familias y de la sociedad en su conjunto, expresó que la universidad no es ajena a esa incertidumbre y asume el compromiso de aportar soluciones para esas realidades, ocupándose de la contención humana, social y sanitaria de los alumnos de todos los niveles.
De lo presencial a lo virtual
Más allá de las vicisitudes, se respeta el calendario académico, adaptándolo a las diferentes modalidades. Algunas facultades postergaron el inicio de cuatrimestre para resolver cuestiones de la virtualidad, pero otras ya tenían un expertise con el trabajo y dictado de clases remoto, que pudieron aplicar con mayor facilidad.
También debe tenerse en cuenta que la Universidad abarca un amplio universo de establecimientos educativos; diez facultades, cuatro sedes, dos colegios preuniversitarios, y nivel maternal e inicial, cada uno con sus complejidades y particularidades.
“Se le otorga a cada facultad la libertad de adecuación de acuerdo a las carreras y los contenidos. También se trabaja con continuidad pedagógica y soporte digital. Lo que queremos mantener es la comunicación y estar en contacto con los estudiantes, y en los otros niveles, con las familias”, detalló.
El acceso a la tecnología
Para garantizar las buenas prácticas educativas, la casa de estudios se encarga de gestionar y resolver las problemáticas en torno a la brecha digital que puedan obstaculizar el acceso del cuerpo estudiantil a los contenidos y clases.
“Sabemos la brecha tecnológica que hay. Por suerte, dentro de la Universidad y en las escuelas, pudimos poner a punto muchas de las computadoras del programa Conectar Igualdad, haberlo interrumpido en este momento se nota mucho porque democratizaba el acceso a la tecnología, y repartimos las máquinas a aquellas familias que sabemos que no tendrían acceso”, precisó.
Asimismo, la mayoría de los estudiantes accede sin problemas a la telefonía móvil, siendo la herramienta más democrática en este momento para ser parte de las alternativas de educación digitales, pero los packs de datos son en muchos casos limitados, y las plataformas educativas requieren usos de vídeos explicativos y recursos que los consumen con mayor celeridad.
En este orden, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) pidió la liberación de los datos móviles en todos los dispositivos que se encuentren utilizando plataformas educativas, para evitar que se profundice la grieta social y educativa frente a la dificultad de muchas personas para afrontar estos gastos en la actualidad.
Trayectoria en educación a distancia
Por otra parte, la funcionaria universitaria remarcó que la Universidad del Centro tiene la ventaja de contar con carreras a distancia desde hace años, circunstancia que facilitó el impulso para trasladar la preparación de clases y aulas virtuales que se trabajan desde hace tiempo bajo esta modalidad, a las cursadas presenciales. “Para las carreras a distancia todos los diseños fueron mediados por la tecnología y ahora tuvimos que salir a mediar de manera digital todas las cursadas presenciales también”, expuso.
Hay equipos interdisciplinarios que trabajan desde 2018 en el tema, cuando el Consejo Superior creó el Sistema Institucional de Educación a Distancia a instancias del Ministerio de Educación de la Nación, para que la propia universidad avale académicamente el control de esta oferta educativa y se someta a evaluaciones de calidad de la Coneau, que fueron exitosamente superadas.
“Esto ya está en marcha, pero veníamos con acciones a distancia desde los años 80, cuando ni se soñaba con lo digital y usábamos material impreso”, recordó.
Contención social
El sistema universitario se encarga de generar las condiciones de igualdad de oportunidades en el acceso a los recursos tecnológicos para desarrollar estas modalidades, con becas, acuerdos de conectividad con las prestadoras de servicio, flexibilizando los regímenes de cursado, implementando acompañamientos tutoriales y asistiendo materialmente a quienes más lo necesitan, es decir, asumiendo el desafío que la realidad imperante propone desde la acción.
“Además de acercar actividades también nos importa el bienestar de los alumnos, en qué situación se encuentran. Se trabaja con bienestar estudiantil y con los equipos de orientación, en auxiliar desde el otro punto de vista que incluye lo asistencial y económico”, señaló Pacheco.
Para canalizar las demandas, se aprobó un fondo de contingencia para atender cuestiones especiales. En este sentido, se les facilitó mercadería y materiales pedagógicos a los estudiantes de nivel superior, porque muchos de ellos son beneficiarios de las becas de comedor y fotocopias a las que ahora no pueden acceder. “Estamos todos alertas, trabajando para ver dónde hay una necesidad y nos podemos acercar con el diagnóstico y la respuesta”, afirmó.
En la Escuela Sábato, por ejemplo, funciona un comedor porque los alumnos almuerzan allí, y se decidió usar esos fondos para cubrir demandas alimentarias, recargas de celulares para asegurarse de que todos los adolescentes que concurren puedan acceder a las plataformas virtuales, y otros apoyos a las familias que lo necesitan.
“El ingreso a las secundarias preuniversitarias es por sorteo, lo que presenta una heterogeneidad social, y debemos trabajar asumiendo la diversidad que da la realidad”, destacó.
Por último, explicó que “con los cuerpos colegiados en las escuelas secundarias y también para nivel inicial, se trabaja específicamente con las docentes para que los más pequeños sobre todo puedan verlas y escucharlas. Mis felicitaciones y agradecimiento porque todo se tuvo que arreglar muy rápido y se está dando respuesta a todo”.