Proteccionistas denunciaron que el Municipio suspendió las castraciones de animales
Ezequiel Escudero, referente del Movimiento Activista Animal, dialogó con este medio acerca de las problemáticas que enfrentan durante la medida de aislamiento social, preventivo y obligatorio decretada por el presidente. Mencionó como principales inconvenientes la alimentación de los perros callejeros, la castración de los animales y la suspensión de las guardias de control por maltrato animal.
El aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por Alberto Fernández para prevenir los contagios de COVID-19 ha sido acatado por gran parte de la población argentina y el avance del virus pareciera haberse amecetado. No obstante, son muchas las personas que sostienen que genera y generará un enorme caos económico, pese a que el presidente fue claro: la salud pública está por encima de todo.
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Entre tantos inconvenientes que generó esta pandemia y la medida de cuarentena, nueva para la gran mayoría de los ciudadanos, se encuentra la situación de los perros callejeros, ya que no fue contemplada en el decreto, pese a las modificaciones que efectuó el propio Fernández luego de analizar cómo podía perfeccionarla.
Si bien lo cierto es que cada municipio podría tomar cartas en el asunto, como por ejemplo lo hizo la Municipalidad de Carlos Paz, Córdoba, lo cierto es que en Tandil no se ha llevado a cabo ninguna acción pública y las personas deben ingeniárselas para alimentar a los perros callejeros sin recibir una multa por violar el aislamiento.
Ezequiel Escudero, referente del Movimiento Activista Animal, manifestó en diálogo con El Eco de Tandil que debe andar “esquivando” controles para poder alimentar a los canes que tiene en el refugio o en el campo. No obstante, aclaró que no son solo las agrupaciones las que los alimentan habitualmente, sino que también hay muchos particulares que lo hacen porque “entienden la problemática y se comprometen, pero hoy no pueden salir a la calle o lo hacer de forma irregular”.
Sin embargo, señaló que hay un problema aún más grave que la alimentación: “Si se extiende la cuarentena, que no lo sabemos porque el futuro es incierto, la realidad es que tenemos un problema. Porque mas allá de que nosotros estemos dentro de la mesa de Copecos y no haya habido ningún tipo de resolución ni propuesta desde Bromatología, hay otro tema que es más complejo que es la suspensión al cien por ciento de las castraciones municipales”.
Suspensión de castraciones
Si bien el asunto de la alimentación de los animales callejeros los preocupa y los ocupa, lo cierto es que los aqueja aún más el hecho de la suspensión de las castraciones, puesto que ellos no poseen los elementos para hacerlas.
“Son dos problemas con distinto enfoque. El tema de la alimentación, la gente lamentablemente tiene que trasgredir las normas, pero en lineas generales los animales no se quedan sin comer. El problema es la castración, porque te imaginas que por mas voluntad que tengamos no podemos salir a castrar perros”, analizó Escudero.
Catalogó la decisión municipal como “una locura” y aseguró que lo plantearon dentro de la comisión de Copecos pero que, lamentablemente, no fueron tenidos en cuenta. Aseveró que no es un tema menor y recordó que las castraciones en la ciudad son un tema sensible: “Ya está llena de perros la ciudad, y se esto se extiende, como se presume, y no se castran animales en la zona rural ni en la zona urbana, va a ser un grave problema”.
Consideró también que al tratarse de un hecho de salud pública, teniendo en cuenta que está enmarcado dentro del Sistema Integrado de Salud Pública, no pueden ni deben desarticularlo al cien por ciento, puesto que ninguna de las actividades esenciales se han dejado de realizar por completo, “y esto lo consideramos una actividad esencial”.
Asimismo, citó los casos de las veterinarias privadas y particulares, que pueden seguir trabajando ya que están incluidas dentro de las excepciones que declaró el presidente, y sostuvo: “Hay una gran contradicción; un boicot a lo público y un abuso en ese sentido”.
Inconvenientes por el maltrato animal y pedido de excepción
Más allá de los problemas mencionados, desde el Movimiento Activista Animal deben sortear otro obstáculo durante este aislamiento obligatorio que es la suspensión absoluta de las guardias de vigilancia y control de maltrato animal.
Según expresó el propio Escudero, desde que comenzó la cuarentena recibieron tres denuncias de maltrato pero no han podido certificarlas. “No sabemos qué hacer o decirle a la gente. Porque la realidad es que estas cuestiones siguen, pero no tenemos manera de que las ordenanzas estén en vigencia”, clamó.
Por tal motivo evaluó que no hay ningún impedimento para que los incluyan dentro de las excepciones para que puedan seguir trabajando de la forma en que lo venían haciendo. “No nos tenemos que olvidar que, por lo menos en las ordenanzas municipales que tenemos, la fauna urbana forma parte del SISP, es un tema político y de salubridad pública. Entonces no podemos desamparar ni desestructurar ese área a criterio de un director”, señaló.