Personal policial y de salud iniciaron los controles sanitarios en las vías de acceso a la ciudad
Se puso en marcha el dispositivo que pretende reforzar la prevención de la ciudad ante la pandemia del Coronavirus. El control consiste en completar una planilla y medirse la temperatura. Ante algún indicio se aísla a la persona para que cumpla con la cuarentena. El esfuerzo de la Policía para distribuirse las tareas y la falta de enfermeros.
Comenzaron ayer las inspecciones sanitarias en cinco lugares estratégicos de las rutas que ingresan a la ciudad y en la Terminal de Ómnibus para potenciar al máximo el protocolo de seguridad ante el Covid 19.
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Como se había adelantado, los mismos están ubicados sobre la Ruta Nacional 226 viniendo desde Azul a la altura de la Provincial 30, y desde la 30 viniendo desde Rauch a la altura de 226. También hay un punto en la intersección de las rutas 226 y 74, viniendo desde Ayacucho, mientras que otro se dispuso a la altura del peaje de La Vasconia acaparando a la gente que ingresa de la zona oeste. El quinto punto está ubicado en el cruce Scarminachi, tomando toda la zona sur.
Finalmente, hay un dispositivo instalado en la Terminal de Ómnibus, que es el único que funcionará durante las 24 horas, ya que el resto será de 7.30 a 18.30. Vale explicar que todo el protocolo abordará solamente a las personas que ingresen a la ciudad, no a los que egresen.
Hasta el momento todo se está desarrollando con normalidad, según contó el jefe de la Policía Distrital Tandil, Carlos Yañez, que estuvo recorriendo cada uno de los puntos. Si bien en las primeras horas, puntualmente entre las 8.30 y 9.30, la afluencia de vehículos fue más densa y se demoró un poco más de la cuenta, la intención es que sea un trámite fluido.
Con esta medida se espera reducir los riesgos de contagio en la ciudad de Tandil, tratando de apartar a quienes presenten síntomas o hayan estado en zonas de emergencia sanitaria.
Cómo funciona
En las rutas el procedimiento cuenta de dos etapas para que mantenga dinamismo y demore lo menos posible a los viajantes. En un primer paso, un oficial se ocupa de informar a los pasajeros de un vehículo el porqué de las acciones, y, además, les hace entrega de un formulario a completar para cada ocupante.
Es una pequeña encuesta que solicita identificación con registro de nombre, DNI y domicilio, a partir de ahí unas breves preguntas intentan identificar, a grandes rasgos, si se ha estado en países declarados de riesgo, si ha presentado síntomas que puedan estar relacionados con el virus o si se ha mantenido contacto con personas que cumplan alguna de estas condiciones.
Luego, al entregar el papel, personal de salud les toma la temperatura a todos los ocupantes. “Esta medida es obligatoria”, confirmó el vicepresidente del Sistema Integrado de Salud Pública (SISP), Matías Tringler. Las planillas son revisadas en el momento por los efectivos policiales y la gente de tránsito para chequear que no falta información.
En el caso de la Terminal sucede lo mismo, pero el efectivo que informa sobre el procedimiento ingresa a los colectivos y anuncia que tienen una única puerta de salida al exterior.
En caso de que alguno presente fiebre igual o mayor a 38 grados, inmediatamente se lo separa de la ruta y se lo traslada en ambulancia. Mientras que si alguna de las respuestas develan indicios de necesitar aislamiento, también son apartados y, si es preciso, son acompañados hasta su domicilio.
“Si presenta síntomas o estuvo en algún país de riesgo inmediatamente se va a cuarentena, ni tendría que estar circulando”, subrayó Yañez.
Hasta el momento no se ha detectado ningún caso con temperatura, pero en cuanto se presente la norma indica inmediata separación y traslado a algún centro de salud. “Sanidad automáticamente actúa para que quede internado en cuarentena y con análisis”, insistió.
Mucha demanda
Durante la primera jornada ha ingresado mucha gente a la ciudad, sobre todo desde el lado de Azul, de acuerdo a las palabras del comisario. “Muchos trabajan en las localidades vecinas cercanas y viceversa, por lo que el flujo normal siempre es movido”, indicó.
Los horarios y dinámica de funcionamiento no ha sido fácil de coordinar porque hay una demanda de policías en distintas áreas. Por lo tanto dispusieron que las cuatro comisarías, con Caballería y Vial estén en las rutas de 7.30 a 12.30. A partir de esa hora y hasta las 18.30, que finaliza el operativo, quedan a cargo las descentralizadas comprendidas por Infantería y también Caballería y Vial.
“Las comisarías no podemos abocarnos todo el día a esto porque tenemos otros objetivos que cumplir en la ciudad y no podemos desatender”, explicó. En este sentido enumeró, entre otras cosas, la cobertura en los Bancos, que aunque no permanezcan abiertos al público deben tener personal adentro porque está el Tesoro. Al respecto destacó la ayuda recibida desde la DDI y Tránsito.
Mientras que en la Terminal la disposición es distinta, porque mantiene un control de 24 horas y para ello se destinó a la Policía Local ocuparse completamente de ese operativo junto a la gente de la Cruz Roja.
En cuanto a la cobertura de salud, para el Jefe Distrital falta personal y estimó que “por lo menos harían falta cuatro enfermeros por cada puesto”. Su reflexión se debe a que contando con dos especialistas por turno, puede colocarse una en cada lateral del vehículo sin necesidad de estar dando la vuelta y agilizando también de esa manera la gestión.
Un caso de rebeldía
Algunas personas no se mostraron conformes con el operativo y se negaron a realizarse la medición de la temperatura. Esto sucedió a primera hora en uno de los puestos sanitarios cercano a la rotonda de las rutas 226 y 30, cuando un hombre se rehusó fervientemente a tomarse la fiebre.
Por este motivo y su reacción casi termina detenido, pero finalmente accedió y la situación se normalizó.
Según explicó el comisario Yañez, no hay una obligación explícita, sin embargo como es el personal policial quien está dando una orden, tienen la potestad de proceder ante el delito de “desobediencia”.
Cabe recordar que Matías Tringler desde el SISP confirmó la obligatoriedad del acto. En este sentido y ante la pandemia, se trata fundamentalmente de colaborar y ser responsables.